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RVI: 1ª CRONICAS 9 - 19

Referencias para la lectura:

-       Texto actualizado al español latino.
-       Ubicación visual de vocablos claves resaltados en colores.
-       Sinónimos de palabras claves entre corchetes [color bordó]
-       Texto entre comillas y asterisco «expresión»* refiere a una frase en español equivalente a la frase hebrea de dicho texto.
-       Subtitulado tradicional actualizado

Algunos vocablos han retenido su valor de traducción original del hebreo.
Para complementar su lectura considere el uso de un diccionario Hebreo – Español para el AT, y un diccionario Griego – Español para el NT.


Para un estudio exhaustivo, recomendamos utilizar RVIC Reina Valera Independiente Codificada con diccionarios léxicos para una ampliación de significados y conceptos.

Los que regresaron de Babilonia
(Neh 11:1-24)
(1Cr 9:1) Contado todo Israel por sus genealogías, fueron escritos en el libro de los reyes de Israel. Y los de Judá fueron transportados a Babilonia por su rebelión.

(1Cr 9:2) Los primeros habitantes [moradores, residentes] que entraron en sus posesiones en las ciudades fueron israelitas, sacerdotes, levitas y sirvientes del templo.

(1Cr 9:3) Habitaron en Jerusalén, de los hijos de Judá, de los hijos de Benjamín, de los hijos de Efraín y Manasés:

(1Cr 9:4) Utai hijo de Amiud, hijo de Omri, hijo de Imri, hijo de Bani, de los hijos de Fares hijo de Judá.

(1Cr 9:5) Y de los silonitas, Asaías el primogénito, y sus hijos.

(1Cr 9:6) De los hijos de Zera, Jeuel y sus hermanos, seiscientos noventa.

(1Cr 9:7) Y de los hijos de Benjamín: Salú hijo de Mesulam, hijo de Hodavías, hijo de Asenúa,

(1Cr 9:8) Ibneías hijo de Jeroham, Ela hijo de Uzi, hijo de Micri, y Mesulam hijo de Sefatías, hijo de Reuel, hijo de Ibnías.

(1Cr 9:9) Y sus hermanos por sus linajes fueron novecientos cincuenta y seis. Todos estos hombres fueron jefes de familia en sus casas paternas.

(1Cr 9:10) De los sacerdotes: Jedaías, Joiarib, Jaquín,

(1Cr 9:11) Azarías hijo de Hilcías, hijo de Mesulam, hijo de Sadoc, hijo de Meraiot, hijo de Ahitob, príncipe de la casa de Dios;

(1Cr 9:12) Adaía hijo de Jeroham, hijo de Pasur, hijo de Malquías; Masai hijo de Adiel, hijo de Jazera, hijo de Mesulam, hijo de Mesilemit, hijo de Imer,

(1Cr 9:13) y sus hermanos, jefes de sus casas paternas, en número de mil setecientos sesenta, hombres muy eficaces en la obra del ministerio en la casa de Dios.

(1Cr 9:14) De los levitas: Semaías hijo de Hasub, hijo de Azricam, hijo de Hasabías, de los hijos de Merari,

(1Cr 9:15) Bacbacar, Heres, Galal, Matanías hijo de Micaía, hijo de Zicri, hijo de Asaf;

(1Cr 9:16) Obadías hijo de Semaías, hijo de Galal, hijo de Jedutún; y Berequías hijo de Asa, hijo de Elcana, el cual habitó en las aldeas de los netofatitas.

(1Cr 9:17) Y los porteros: Salum, Acub, Talmón, Ahimán y sus hermanos. Salum era el jefe.

(1Cr 9:18) Hasta ahora entre las cuadrillas de los hijos de Leví han sido estos los porteros en la puerta del rey que está al oriente.

(1Cr 9:19) Salum hijo de Coré, hijo de Ebiasaf, hijo de Coré, y sus hermanos los coreítas por la casa de su padre, tuvieron a su cargo la obra del ministerio, guardando las puertas del tabernáculo, como sus padres guardaron la entrada del campamento de Jehová.

(1Cr 9:20) Y Finees hijo de Eleazar fue antes capitán sobre ellos; y Jehová estaba con él.

(1Cr 9:21) Zacarías hijo de Meselemías era portero de la puerta del tabernáculo de reunión.

(1Cr 9:22) Todos éstos, escogidos para guardas en las puertas, eran doscientos doce cuando fueron contados por el orden de sus linajes en sus villas, a los cuales constituyó en su oficio David y Samuel el vidente.

(1Cr 9:23) Así ellos y sus hijos eran porteros por sus turnos a las puertas de la casa de Jehová, y de la casa del tabernáculo.

(1Cr 9:24) Y estaban los porteros a los cuatro lados; al oriente, al occidente, al norte y al sur.

(1Cr 9:25) Y sus hermanos que estaban en sus aldeas, venían cada siete días «según su turno»* para estar con ellos.

(1Cr 9:26) Porque cuatro principales de los porteros levitas estaban en el oficio, y tenían a su cargo las cámaras y los tesoros de la casa de Dios.

(1Cr 9:27) Estos moraban alrededor de la casa de Dios, porque tenían el cargo de guardarla, y de abrirla «todas las mañanas.»*

(1Cr 9:28) Algunos de éstos tenían a su cargo los utensilios para el ministerio, los cuales se metían por cuenta, y por cuenta se sacaban.

(1Cr 9:29) Y otros de ellos tenían el cargo de la vajilla, y de todos los utensilios del santuario, de la harina, del vino, del aceite, del incienso y de las especias.

(1Cr 9:30) Y algunos de los hijos de los sacerdotes hacían los perfumes aromáticos.

(1Cr 9:31) Matatías, uno de los levitas, primogénito de Salum coreíta, tenía a su cargo las cosas que se hacían en sartén.

(1Cr 9:32) Y algunos de los hijos de Coat, y de sus hermanos, tenían a su cargo los panes de la proposición, los cuales ponían por orden «cada día de reposo

(1Cr 9:33) También había cantores, jefes de familias de los levitas, los cuales moraban en las cámaras del templo, exentos de otros servicios, porque de día y de noche estaban en aquella obra.

(1Cr 9:34) Estos eran jefes de familias de los levitas por sus linajes, jefes que habitaban en Jerusalén.

Genealogía de Saúl
(1Cr 9:35) En Gabaón habitaba Jehiel padre de Gabaón, el nombre de cuya mujer era Maaca;

(1Cr 9:36) y su hijo primogénito Abdón, luego Zur, Cis, Baal, Ner, Nadab,

(1Cr 9:37) Gedor, Ahío, Zacarías y Miclot;

(1Cr 9:38) y Miclot engendró a Simeam. Estos habitaban también en Jerusalén con sus hermanos enfrente de ellos.

(1Cr 9:39) Ner engendró a Cis, Cis engendró a Saúl, y Saúl engendró a Jonatán, Malquisúa, Abinadab y Esbaal.

(1Cr 9:40) Hijo de Jonatán fue Meribbaal, y Meribbaal engendró a Micaía.

(1Cr 9:41) Y los hijos de Micaía: Pitón, Melec, Tarea y Acaz.

(1Cr 9:42) Acaz engendró a Jara, Jara engendró a Alemet, Azmavet y Zimri, y Zimri engendró a Mosa,

(1Cr 9:43) y Mosa engendró a Bina, cuyo hijo fue Refaías, del que fue hijo Elasa, cuyo hijo fue Azel.

(1Cr 9:44) Y Azel tuvo seis hijos, los nombres de los cuales son: Azricam, Bocru, Ismael, Searías, Obadías y Hanán. Estos fueron los hijos de Azel.

Muerte de Saúl y de sus hijos
(1S 31:1-13)
(1Cr 10:1) Los filisteos pelearon contra Israel; y huyeron delante de ellos los israelitas, y cayeron heridos en el monte de Gilboa.

(1Cr 10:2) Y los filisteos siguieron a Saúl y a sus hijos, y mataron los filisteos a Jonatán, a Abinadab y a Malquisúa, hijos de Saúl.

(1Cr 10:3) Y arreciando la batalla contra Saúl, le alcanzaron los flecheros, y fue herido por los flecheros.

(1Cr 10:4) Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada y traspásame con ella, no sea que vengan estos incircuncisos y hagan escarnio de mí; pero su escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. Entonces Saúl tomó la espada, y se echó sobre ella.

(1Cr 10:5) Cuando su escudero vio a Saúl muerto, él también se echó sobre su espada y se mató.

(1Cr 10:6) Así murieron Saúl y sus tres hijos; y toda su casa murió juntamente con él.

(1Cr 10:7) Y viendo todos los de Israel que habitaban en el valle, que habían huido, y que Saúl y sus hijos eran muertos, dejaron sus ciudades y huyeron, y vinieron los filisteos y habitaron en ellas.

(1Cr 10:8) Sucedió al día siguiente, que al venir los filisteos a despojar a los muertos, hallaron a Saúl y a sus hijos tendidos en el monte de Gilboa.

(1Cr 10:9) Y luego que le despojaron, tomaron su cabeza y sus armas, y enviaron mensajeros por toda la tierra de los filisteos para dar las nuevas a sus ídolos y al pueblo.

(1Cr 10:10) Y pusieron sus armas en el templo de sus dioses, y colgaron la cabeza en el templo de Dagón.

(1Cr 10:11) Y oyendo todos los de Jabes de Galaad lo que los filisteos habían hecho de Saúl,

(1Cr 10:12) se levantaron todos los hombres valientes, y tomaron el cuerpo de Saúl y los cuerpos de sus hijos, y los trajeron a Jabes; y enterraron sus huesos debajo de una encina en Jabes, y ayunaron siete días.

(1Cr 10:13) Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Jehová, contra la palabra de Jehová, la cual no guardó, y porque consultó a una adivina,

(1Cr 10:14) y no consultó a Jehová; por esta causa lo mató, y traspasó el reino a David hijo de Isaí.

David es proclamado rey de Israel
(2S 5:1-5)
(1Cr 11:1) Entonces todo Israel se juntó a David en Hebrón, diciendo: He aquí nosotros somos tu hueso y tu carne.

(1Cr 11:2) También «antes de ahora,»* mientras Saúl reinaba, tú eras quien sacaba a la guerra a Israel, y lo volvía a traer. También Jehová tu Dios te ha dicho: Tú apacentarás a mi pueblo Israel, y tú serás príncipe sobre Israel mi pueblo.

(1Cr 11:3) Y vinieron todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y David hizo con ellos pacto [alianza, convenio, acuerdo] delante de Jehová; y ungieron a David por rey sobre Israel, conforme a la palabra de Jehová por «medio de»* Samuel.

David toma la fortaleza de Sion
(2S 5:6-10)
(1Cr 11:4) Entonces se fue David con todo Israel a Jerusalén, la cual es Jebús; y los jebuseos habitaban en aquella tierra.

(1Cr 11:5) Y los habitantes [moradores, residentes] de Jebús dijeron a David: No entrarás acá. Mas David tomó la fortaleza de Sion, que es la ciudad de David.

(1Cr 11:6) Y David había dicho: El que primero derrote a los jebuseos será cabeza y jefe. Entonces Joab hijo de Sarvia subió el primero, y fue hecho jefe.

(1Cr 11:7) Y David habitó en la fortaleza, y por esto la llamaron la Ciudad de David.

(1Cr 11:8) Y edificó la ciudad alrededor, desde Milo hasta el muro; y Joab reparó el resto de la ciudad.

(1Cr 11:9) Y David iba adelantando y creciendo, y Jehová de los ejércitos estaba con él.

Los valientes de David
(2S 23:8-39)
(1Cr 11:10) Estos son los principales de los valientes que David tuvo, y los que le ayudaron en su reino, con todo Israel, para hacerle rey sobre Israel, conforme a la palabra de Jehová.

(1Cr 11:11) Y este es el número de los valientes que David tuvo: Jasobeam hijo de Hacmoni, caudillo de los treinta, el cual blandió su lanza una vez contra trescientos, a los cuales mató.

(1Cr 11:12) Tras de éste estaba Eleazar hijo de Dodo, ahohíta, el cual era de los tres valientes.

(1Cr 11:13) Este estuvo con David en Pasdamim, estando allí juntos en batalla los filisteos; y había allí una parcela de tierra llena de cebada, y huyendo el pueblo delante de los filisteos,

(1Cr 11:14) se pusieron ellos en medio de la parcela y la defendieron, y vencieron a los filisteos, porque Jehová los favoreció con una gran victoria.

(1Cr 11:15) Y tres de los treinta principales descendieron a la peña a David, a la cueva de Adulam, estando el campamento de los filisteos en el valle de Refaim.

(1Cr 11:16) David estaba entonces en la fortaleza, y había entonces guarnición de los filisteos en Belén.

(1Cr 11:17) David deseó entonces, y dijo: ¡Quién me diera de beber de las aguas del pozo de Belén, que está a la puerta!

(1Cr 11:18) Y aquellos tres rompieron por el campamento de los filisteos, y sacaron agua del pozo de Belén, que está a la puerta, y la tomaron y la trajeron a David; mas él no la quiso beber, sino que la derramó para Jehová, y dijo:

(1Cr 11:19) Guárdeme mi Dios de hacer esto. ¿Había yo de beber la sangre y la vida de estos varones, que con peligro de sus vidas la han traído? Y no la quiso beber. Esto hicieron aquellos tres valientes.

(1Cr 11:20) Y Abisai, hermano de Joab, era jefe de los treinta, el cual blandió su lanza contra trescientos y los mató, y ganó renombre con los tres.

(1Cr 11:21) Fue el más ilustre de los treinta, y fue el jefe de ellos, pero no igualó a los tres primeros.

(1Cr 11:22) Benaía hijo de Joiada, hijo de un varón valiente de Cabseel, de grandes hechos; él venció a los dos leones de Moab; también descendió y mató a un león en medio de un foso, en tiempo de nieve.

(1Cr 11:23) El mismo venció a un egipcio, hombre de cinco codos de estatura; y el egipcio traía una lanza como un rodillo de tejedor, mas él descendió con un báculo, y arrebató al egipcio la lanza de la mano, y lo mató con su misma lanza.

(1Cr 11:24) Esto hizo Benaía hijo de Joiada, y fue nombrado con los tres valientes.

(1Cr 11:25) Y fue el más distinguido de los treinta, pero no igualó a los tres primeros. A éste puso David en su guardia personal.

(1Cr 11:26) Y los valientes de los ejércitos: Asael hermano de Joab, Elhanan hijo de Dodo de Belén,

(1Cr 11:27) Samot harodita, Heles pelonita;

(1Cr 11:28) Ira hijo de Iques tecoíta, Abiezer anatotita,

(1Cr 11:29) Sibecai husatita, Ilai ahohíta,

(1Cr 11:30) Maharai netofatita, Heled hijo de Baana netofatita,

(1Cr 11:31) Itai hijo de Ribai, de Gabaa de los hijos de Benjamín, Benaía piratonita,

(1Cr 11:32) Hurai del río Gaas, Abiel arbatita,

(1Cr 11:33) Azmavet barhumita, Eliaba saalbonita,

(1Cr 11:34) los hijos de Hasem gizonita, Jonatán hijo de Sage ararita,

(1Cr 11:35) Ahíam hijo de Sacar ararita, Elifal hijo de Ur,

(1Cr 11:36) Hefer mequeratita, Ahías pelonita,

(1Cr 11:37) Hezro carmelita, Naarai hijo de Ezbai,

(1Cr 11:38) Joel hermano de Natán, Mibhar hijo de Hagrai,

(1Cr 11:39) Selec amonita, Naharai beerotita, escudero de Joab hijo de Sarvia,

(1Cr 11:40) Ira itrita, Gareb itrita,

(1Cr 11:41) Urías heteo, Zabad hijo de Ahlai,

(1Cr 11:42) Adina hijo de Siza rubenita, príncipe de los rubenitas, y con él treinta,

(1Cr 11:43) Hanán hijo de Maaca, Josafat mitnita,

(1Cr 11:44) Uzías astarotita, Sama y Jehiel hijos de Hotam aroerita;

(1Cr 11:45) Jediael hijo de Simri, y Joha su hermano, tizita,

(1Cr 11:46) Eliel mahavita, Jerebai y Josavía hijos de Elnaam, Itma moabita,

(1Cr 11:47) Eliel, Obed, y Jaasiel mesobaíta.

El ejército de David
(1Cr 12:1) Estos son los que vinieron a David en Siclag, estando él aún encerrado por causa de Saúl hijo de Cis, y eran de los valientes que le ayudaron en la guerra.

(1Cr 12:2) Estaban armados de arcos, y «usaban de ambas manos»* para tirar piedras con honda y flechas [saetas] con arco. De los hermanos de Saúl de Benjamín:

(1Cr 12:3) El principal Ahiezer, después Joás, hijos de Semaa gabaatita; Jeziel y Pelet hijos de Azmavet, Beraca, Jehú anatotita,

(1Cr 12:4) Ismaías gabaonita, valiente entre los treinta, y más que los treinta; Jeremías, Jahaziel, Johanán, Jozabad gederatita,

(1Cr 12:5) Eluzai, Jerimot, Bealías, Semarías, Sefatías harufita,

(1Cr 12:6) Elcana, Isías, Azareel, Joezer y Jasobeam, coreítas,

(1Cr 12:7) y Joela y Zebadías hijos de Jeroham de Gedor.

(1Cr 12:8) También de los de Gad huyeron y fueron a David, al lugar fuerte en el desierto, hombres de guerra muy valientes para pelear, diestros con escudo y pavés; sus rostros eran como rostros de leones, y eran ligeros como las gacelas sobre las montañas.

(1Cr 12:9) Ezer el primero, Obadías el segundo, Eliab el tercero,

(1Cr 12:10) Mismana el cuarto, Jeremías el quinto,

(1Cr 12:11) Atai el sexto, Eliel el séptimo,

(1Cr 12:12) Johanán el octavo, Elzabad el noveno,

(1Cr 12:13) Jeremías el décimo y Macbanai el undécimo.

(1Cr 12:14) Estos fueron capitanes del ejército de los hijos de Gad. El menor tenía cargo de cien hombres, y el mayor de mil.

(1Cr 12:15) Estos pasaron el Jordán en el mes primero, cuando se había desbordado por todas sus riberas; e hicieron huir a todos los de los valles al oriente y al poniente.

(1Cr 12:16) Asimismo algunos de los hijos de Benjamín y de Judá vinieron a David al lugar fuerte.

(1Cr 12:17) Y David salió a ellos, y les habló diciendo: Si han venido a mí para paz y para ayudarme, mi corazón será unido con ustedes; mas si es para entregarme a mis enemigos, sin haber iniquidad [gran maldad e injusticia] en mis manos, véalo el Dios de nuestros padres, y lo demande.

(1Cr 12:18) Entonces el Espíritu vino sobre Amasai, jefe de los treinta, y dijo: Por ti, oh David, y contigo, oh hijo de Isaí. Paz, paz contigo, y paz con tus ayudadores, pues también tu Dios te ayuda. Y David los recibió, y los puso entre los capitanes de la tropa.

(1Cr 12:19) También se pasaron a David algunos de Manasés, cuando vino con los filisteos a la batalla contra Saúl (pero David no les ayudó, porque los jefes de los filisteos, habido consejo, lo despidieron, diciendo: Con peligro de nuestras cabezas se pasará a su señor Saúl).

(1Cr 12:20) Así que viniendo él a Siclag, se pasaron a él de los de Manasés, Adnas, Jozabad, Jediaiel, Micael, Jozabad, Eliú y Ziletai, príncipes de millares de los de Manasés.

(1Cr 12:21) Estos ayudaron a David contra la banda de merodeadores, pues todos ellos eran hombres valientes, y fueron capitanes en el ejército.

(1Cr 12:22) Porque «entonces todos los días»* venía ayuda a David, hasta «hacerse»* un gran ejército, como ejército de Dios.

(1Cr 12:23) Y este es el número de los principales que estaban listos para la guerra, y vinieron a David en Hebrón para traspasarle el reino de Saúl, conforme a la palabra de Jehová:

(1Cr 12:24) De los hijos de Judá que traían escudo y lanza, seis mil ochocientos, listos para la guerra.

(1Cr 12:25) De los hijos de Simeón, siete mil cien hombres, valientes y esforzados para la guerra.

(1Cr 12:26) De los hijos de Leví, cuatro mil seiscientos;

(1Cr 12:27) asimismo Joiada, príncipe de los del linaje de Aarón, y con él tres mil setecientos,

(1Cr 12:28) y Sadoc, joven valiente y esforzado, con veintidós de los principales de la casa de su padre.

(1Cr 12:29) De los hijos de Benjamín hermanos de Saúl, tres mil; porque hasta entonces muchos de ellos se mantenían fieles a la casa de Saúl.

(1Cr 12:30) De los hijos de Efraín, veinte mil ochocientos, muy valientes, varones ilustres en las casas de sus padres.

(1Cr 12:31) De la media tribu de Manasés, dieciocho mil, los cuales «fueron tomados por lista»* para venir a poner a David por rey.

(1Cr 12:32) De los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo «dicho seguían»* todos sus hermanos.

(1Cr 12:33) De Zabulón cincuenta mil, que salían a campaña prontos para la guerra, con toda clase de armas de guerra, «dispuestos»* a «pelear»* sin «doblez de corazón.»*

(1Cr 12:34) De Neftalí, mil capitanes, y con ellos treinta y siete mil con escudo y lanza.

(1Cr 12:35) De los de Dan, dispuestos a pelear, veintiocho mil seiscientos.

(1Cr 12:36) De Aser, dispuestos para la guerra y preparados para pelear, cuarenta mil.

(1Cr 12:37) Y del otro lado del Jordán, de los rubenitas y gaditas y de la media tribu de Manasés, ciento veinte mil con toda clase de armas de guerra.

(1Cr 12:38) Todos estos hombres de guerra, dispuestos para guerrear, vinieron con corazón perfecto a Hebrón, para poner a David por rey sobre todo Israel; asimismo todos los demás de Israel estaban de un mismo ánimo para poner a David por rey.

(1Cr 12:39) Y estuvieron allí con David tres días comiendo y bebiendo, porque sus hermanos habían preparado para ellos.

(1Cr 12:40) También los que les eran vecinos, hasta Isacar y Zabulón y Neftalí, trajeron víveres en asnos, camellos, mulos y bueyes; provisión de harina, tortas de higos, pasas, vino y aceite, y bueyes y ovejas en abundancia, porque en Israel había alegría.

David propone trasladar el arca a Jerusalén
(1Cr 13:1) Entonces David tomó consejo con los capitanes de millares y de centenas, y con todos los jefes.

(1Cr 13:2) Y dijo David a toda la asamblea de Israel: Si les parece bien y si es la voluntad de Jehová nuestro Dios, enviaremos a todas partes por nuestros hermanos que han quedado en todas las tierras de Israel, y por los sacerdotes y levitas que están con ellos en sus ciudades y ejidos, para que se reúnan con nosotros;

(1Cr 13:3) y traigamos el arca de nuestro Dios a nosotros, porque desde el tiempo de Saúl no hemos hecho caso de ella.

(1Cr 13:4) Y dijo toda la asamblea que se hiciese así, porque la cosa parecía bien a todo el pueblo.

David intenta traer el arca
(2S 6:1-11)
(1Cr 13:5) Entonces David reunió a todo Israel, desde Sihor de Egipto hasta la entrada de Hamat, para que trajesen el arca de Dios de Quiriatjearim.

(1Cr 13:6) Y subió David con todo Israel a Baala de Quiriatjearim, que está en Judá, para pasar de allí el arca de Jehová Dios, que mora entre los querubines, sobre la cual su nombre es invocado.

(1Cr 13:7) Y llevaron el arca de Dios de la casa de Abinadab en un carro nuevo; y Uza y Ahío guiaban el carro.

(1Cr 13:8) Y David y todo Israel se regocijaban delante de Dios con todas sus fuerzas, con cánticos, arpas, salterios, tamboriles, címbalos y trompetas.

(1Cr 13:9) Pero cuando llegaron a la era de Quidón, Uza extendió su mano al arca para sostenerla, porque los bueyes tropezaban.

(1Cr 13:10) Y el furor de Jehová se encendió contra Uza, y lo hirió, porque había extendido su mano al arca; y murió allí delante de Dios.

(1Cr 13:11) Y David tuvo pesar, porque Jehová había quebrantado [despedazado] a Uza; por lo que llamó aquel lugar Pérezuza, hasta hoy.

(1Cr 13:12) Y David temió a Dios aquel día, y dijo: ¿Cómo he de traer a mi casa el arca de Dios?

(1Cr 13:13) Y no trajo David el arca a su casa en la ciudad de David, sino que la llevó a casa de Obededom geteo.

(1Cr 13:14) Y el arca de Dios estuvo con la familia de Obededom, en su casa, tres meses; y bendijo Jehová la casa de Obededom, y todo lo que tenía.

Hiram envía embajadores a David
(2S 5:11-12)
(1Cr 14:1) Hiram rey de Tiro envió a David embajadores, y madera de cedro, y albañiles y carpinteros, para que le edificasen una casa.

(1Cr 14:2) Y entendió David que Jehová lo había confirmado como rey sobre Israel, y que había exaltado su reino sobre su pueblo Israel.

Hijos de David nacidos en Jerusalén
(2S 5:13-16; 1Cr 3:5-9)
(1Cr 14:3) Entonces David tomó también mujeres en Jerusalén, y engendró David más hijos e hijas.

(1Cr 14:4) Y estos son los nombres de los que le nacieron en Jerusalén: Samúa, Sobab, Natán, Salomón,

(1Cr 14:5) Ibhar, Elisúa, Elpelet,

(1Cr 14:6) Noga, Nefeg, Jafía,

(1Cr 14:7) Elisama, Beeliada y Elifelet.

David derrota a los filisteos
(2S 5:17-25)
(1Cr 14:8) Oyendo los filisteos que David había sido ungido rey sobre todo Israel, subieron todos los filisteos en busca de David. Y cuando David lo oyó, salió contra ellos.

(1Cr 14:9) Y vinieron los filisteos, y se extendieron por el valle de Refaim.

(1Cr 14:10) Entonces David consultó a Dios, diciendo: ¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Y Jehová le dijo: Sube, porque yo los entregaré en tus manos.

(1Cr 14:11) Subieron, pues, a Baalperazim, y allí los derrotó David. Dijo luego David: Dios rompió mis enemigos por mi mano, como se rompen las aguas. Por esto llamaron el nombre de aquel lugar Baalperazim.

(1Cr 14:12) Y dejaron allí sus dioses, y David dijo que los quemasen.

(1Cr 14:13) Y volviendo los filisteos a extenderse por el valle,

(1Cr 14:14) David volvió a consultar a Dios, y Dios le dijo: No subas tras ellos, sino rodéalos, para venir a ellos por delante de las balsameras.

(1Cr 14:15) Y así que oigas venir un estruendo por las copas de las balsameras, sal luego a la batalla, porque Dios saldrá delante de ti y herirá el ejército de los filisteos.

(1Cr 14:16) Hizo, pues, David como Dios le mandó, y derrotaron al ejército de los filisteos desde Gabaón hasta Gezer.

(1Cr 14:17) Y la fama de David fue divulgada por todas aquellas tierras; y Jehová puso el temor de David sobre todas las naciones.

David trae el arca a Jerusalén
(2S 6:12-23)
(1Cr 15:1) Hizo David también casas para sí en la ciudad de David, y arregló un lugar para el arca de Dios, y le levantó una tienda.

(1Cr 15:2) Entonces dijo David: El arca de Dios no debe ser llevada sino por los levitas; porque a ellos ha elegido Jehová para que lleven el arca de Jehová, y le sirvan perpetuamente.

(1Cr 15:3) Y congregó David a todo Israel en Jerusalén, para que pasasen el arca de Jehová a su lugar, el cual le había él preparado.

(1Cr 15:4) Reunió también David a los hijos de Aarón y a los levitas;

(1Cr 15:5) de los hijos de Coat, Uriel el principal, y sus hermanos, ciento veinte.

(1Cr 15:6) De los hijos de Merari, Asaías el principal, y sus hermanos, doscientos veinte.

(1Cr 15:7) De los hijos de Gersón, Joel el principal, y sus hermanos, ciento treinta.

(1Cr 15:8) De los hijos de Elizafán, Semaías el principal, y sus hermanos, doscientos.

(1Cr 15:9) De los hijos de Hebrón, Eliel el principal, y sus hermanos, ochenta.

(1Cr 15:10) De los hijos de Uziel, Aminadab el principal, y sus hermanos, ciento doce.

(1Cr 15:11) Y llamó David a los sacerdotes Sadoc y Abiatar, y a los levitas Uriel, Asaías, Joel, Semaías, Eliel y Aminadab,

(1Cr 15:12) y les dijo: Ustedes que son los principales padres de las familias de los levitas, santifíquense, ustedes y sus [de ustedes] hermanos, y pasen el arca de Jehová Dios de Israel al lugar que le he preparado;

(1Cr 15:13) pues por no haberlo hecho así ustedes la primera vez, Jehová nuestro Dios nos quebrantó, por cuanto no le buscamos según su ordenanza.

(1Cr 15:14) Así los sacerdotes y los levitas se santificaron para traer el arca de Jehová Dios de Israel.

(1Cr 15:15) Y los hijos de los levitas trajeron el arca de Dios puesta sobre sus hombros en las barras, como lo había mandado Moisés, conforme a la palabra de Jehová.

(1Cr 15:16) Asimismo dijo David a los principales de los levitas, que designasen de sus hermanos a cantores con instrumentos de música, con salterios y arpas y címbalos, que resonasen y alzasen la voz con alegría.

(1Cr 15:17) Y los levitas designaron a Hemán hijo de Joel; y de sus hermanos, a Asaf hijo de Berequías; y de los hijos de Merari y de sus hermanos, a Etán hijo de Cusaías.

(1Cr 15:18) Y con ellos a sus hermanos del segundo orden, a Zacarías, Jaaziel, Semiramot, Jehiel, Uni, Eliab, Benaía, Maasías, Matatías, Elifelehu, Micnías, Obededom y Jeiel, los porteros.

(1Cr 15:19) Así Hemán, Asaf y Etán, que eran cantores, sonaban címbalos de bronce.

(1Cr 15:20) Y Zacarías, Aziel, Semiramot, Jehiel, Uni, Eliab, Maasías y Benaía, con salterios sobre Alamot.

(1Cr 15:21) Matatías, Elifelehu, Micnías, Obededom, Jeiel y Azazías tenían arpas afinadas en la octava para dirigir.

(1Cr 15:22) Y Quenanías, principal de los levitas en la música, fue puesto para dirigir el canto, porque era entendido en ello.

(1Cr 15:23) Berequías y Elcana eran porteros del arca.

(1Cr 15:24) Y Sebanías, Josafat, Natanael, Amasai, Zacarías, Benaía y Eliezer, sacerdotes, tocaban las trompetas delante del arca de Dios; Obededom y Jehías eran también porteros del arca.

(1Cr 15:25) David, pues, y los ancianos de Israel y los capitanes de millares, fueron a traer el arca del pacto [alianza, convenio, acuerdo] de Jehová, de casa de Obededom, con alegría.

(1Cr 15:26) Y ayudando Dios a los levitas que llevaban el arca del pacto [alianza, convenio, acuerdo] de Jehová, sacrificaron siete novillos y siete carneros.

(1Cr 15:27) Y David iba vestido de lino fino, y también todos los levitas que llevaban el arca, y asimismo los cantores; y Quenanías era maestro de canto entre los cantores. Llevaba también David sobre sí un efod de lino.

(1Cr 15:28) De esta manera llevaba todo Israel el arca del pacto [alianza, convenio, acuerdo] de Jehová, con júbilo y sonido de bocinas y trompetas y címbalos, y al son de salterios y arpas.

(1Cr 15:29) Pero cuando el arca del pacto [alianza, convenio, acuerdo] de Jehová llegó a la ciudad de David, Mical, hija de Saúl, mirando por una ventana, vio al rey David que saltaba y danzaba; y lo menospreció en su corazón.

(1Cr 16:1) Así trajeron el arca de Dios, y la pusieron en medio de la tienda que David había levantado para ella; y ofrecieron holocaustos y sacrificios de paz delante de Dios.

(1Cr 16:2) Y cuando David acabó de ofrecer el holocausto y los sacrificios de paz, bendijo al pueblo en el nombre de Jehová.

(1Cr 16:3) Y repartió a todo Israel, así a hombres como a mujeres, a «cada uno»* una torta de pan, una pieza de carne, y una torta de pasas.

(1Cr 16:4) Y puso delante del arca de Jehová ministros de los levitas, para que recordasen y confesasen y loasen a Jehová Dios de Israel:

(1Cr 16:5) Asaf el primero; el segundo después de él, Zacarías; Jeiel, Semiramot, Jehiel, Matatías, Eliab, Benaía, Obededom y Jeiel, con sus instrumentos de salterios y arpas; pero Asaf sonaba los címbalos.

(1Cr 16:6) También los sacerdotes Benaía y Jahaziel sonaban continuamente las trompetas delante del arca del pacto [alianza, convenio, acuerdo] de Dios.

Salmo de acción de gracias de David
(Sal 105:1-15; 96:1-13; 106:47-48)
(1Cr 16:7) Entonces, en aquel día, David «comenzó»* a aclamar a Jehová por mano de Asaf y de sus hermanos:

(1Cr 16:8) Alabad a Jehová, invoquen su nombre, Den a conocer en los pueblos sus obras.

(1Cr 16:9) Canten a él, cántenle salmos; Hablen de todas sus maravillas.

(1Cr 16:10) Gloríense en su santo nombre; Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová.

(1Cr 16:11) Busquen a Jehová y su poder; Busquen su rostro continuamente.

(1Cr 16:12) Hagan memoria de las maravillas que ha hecho, De sus prodigios, y de los juicios de su boca,

(1Cr 16:13) Oh ustedes, hijos de Israel su esclavo [siervo, sirviente], Hijos de Jacob, sus escogidos.

(1Cr 16:14) Jehová, él es nuestro Dios; Sus juicios están en toda la tierra.

(1Cr 16:15) El hace memoria de su pacto [alianza, convenio, acuerdo] perpetuamente, Y de la palabra que él mandó para mil generaciones;

(1Cr 16:16) Del pacto [alianza, convenio, acuerdo] que concertó con Abraham, Y de su juramento a Isaac;

(1Cr 16:17) El cual confirmó a Jacob por estatuto, Y a Israel por pacto [alianza, convenio, acuerdo] sempiterno,

(1Cr 16:18) Diciendo: A ti daré la tierra de Canaán, Porción de tu heredad [posesión territorial].

(1Cr 16:19) Cuando ellos eran pocos en número, Pocos y forasteros en ella,

(1Cr 16:20) Y andaban de nación en nación, Y de un reino a otro pueblo,

(1Cr 16:21) No permitió que «nadie»* los oprimiese; Antes por amor de ellos castigó a los reyes.

(1Cr 16:22) No toquen, dijo, a mis ungidos, Ni hagan mal a mis profetas.

(1Cr 16:23) Canten a Jehová toda la tierra, Proclamen de día en día su salvación.

(1Cr 16:24) Canten entre las gentes su gloria, Y en todos los pueblos sus maravillas.

(1Cr 16:25) Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza, Y de ser temido sobre todos los dioses.

(1Cr 16:26) Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; Mas Jehová hizo los cielos.

(1Cr 16:27) Alabanza y magnificencia delante de él; Poder y alegría en su morada.

(1Cr 16:28) Tributen a Jehová, oh familias de los pueblos, Den a Jehová gloria y poder.

(1Cr 16:29) Den a Jehová la honra debida a su nombre; Traigan ofrenda, y vengan delante de él; Póstrense delante de Jehová en la hermosura de la santidad.

(1Cr 16:30) Teman en su presencia, toda la tierra; El mundo será aún establecido, para que no se conmueva.

(1Cr 16:31) Alégrense los cielos, y gócese la tierra, Y digan en las naciones: Jehová reina.

(1Cr 16:32) Resuene el mar, y su plenitud; Alégrese el campo, y todo lo que contiene.

(1Cr 16:33) Entonces cantarán los árboles de los bosques delante de Jehová, Porque viene a juzgar la tierra.

(1Cr 16:34) Aclamen a Jehová, porque él es bueno; Porque su misericordia es eterna.

(1Cr 16:35) Y digan: Sálvanos, oh Dios, salvación nuestra; Recógenos, y líbranos de las naciones, Para que confesemos tu santo nombre, Y nos gloriemos en tus alabanzas.

(1Cr 16:36) Bendito sea Jehová Dios de Israel, De eternidad a eternidad. Y dijo todo el pueblo, Amén, y alabó a Jehová.

Los levitas encargados del arca
(1Cr 16:37) Y dejó allí, delante del arca del pacto [alianza, convenio, acuerdo] de Jehová, a Asaf y a sus hermanos, para que ministrasen de continuo delante del arca, «cada cosa en su día; »

(1Cr 16:38) y a Obededom y a sus sesenta y ocho hermanos; y a Obededom hijo de Jedutún y a Hosa como porteros.

(1Cr 16:39) Asimismo al sacerdote Sadoc, y a los sacerdotes sus hermanos, delante del tabernáculo de Jehová en el lugar alto que estaba en Gabaón,

(1Cr 16:40) para que sacrificasen continuamente, a mañana y tarde, holocaustos a Jehová en el altar del holocausto, conforme a todo lo que está escrito en la ley de Jehová, que él prescribió a Israel;

(1Cr 16:41) y con ellos a Hemán, a Jedutún y a los otros escogidos declarados por sus nombres, para glorificar a Jehová, porque es eterna su misericordia.

(1Cr 16:42) Con ellos a Hemán y a Jedutún con trompetas y címbalos para los que tocaban, y con otros instrumentos de música de Dios; y a los hijos de Jedutún para porteros.

(1Cr 16:43) Y todo el pueblo se fue «cada uno»* a su casa; y David se volvió para bendecir su casa.

Pacto de Dios con David
(2S 7:1-29)
(1Cr 17:1) Sucedió que habitando [residiendo, morando] David en su casa, dijo David al profeta Natán: He aquí yo habito en casa de cedro, y el arca del pacto [alianza, convenio, acuerdo] de Jehová debajo de cortinas.

(1Cr 17:2) Y Natán dijo a David: Haz todo lo que está en tu corazón, porque Dios está contigo.

(1Cr 17:3) En aquella misma noche vino palabra de Dios a Natán, diciendo:

(1Cr 17:4) Ve y di a David mi siervo: Así ha dicho Jehová: Tú no me edificarás casa en que habite.

(1Cr 17:5) Porque no he habitado en casa alguna desde el día que saqué a los hijos de Israel hasta hoy; antes estuve de tienda en tienda, y de tabernáculo en tabernáculo.

(1Cr 17:6) Por dondequiera que anduve con todo Israel, ¿hablé una palabra a alguno de los jueces de Israel, a los cuales mandé que apacentasen a mi pueblo, para decirles: ¿Por qué no me edifican una casa de cedro?

(1Cr 17:7) Por tanto, ahora dirás a mi esclavo [siervo, sirviente] David: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre mi pueblo Israel;

(1Cr 17:8) y he estado contigo en todo cuanto has andado, y he cortado a todos tus enemigos de la presencia [de delante] de ti, y te haré gran nombre, como el nombre de los grandes en la tierra.

(1Cr 17:9) Asimismo he dispuesto lugar para mi pueblo Israel, y lo he plantado para que habite en él y no sea más removido; ni los hijos de iniquidad [gran maldad e injusticia] lo consumirán más, como antes,

(1Cr 17:10) y desde el tiempo que puse los jueces sobre mi pueblo Israel; mas humillaré a todos tus enemigos. Te hago saber, además, que Jehová te edificará casa.

(1Cr 17:11) Y cuando tus días sean cumplidos para irte con tus padres, levantaré descendencia después de ti, a uno de entre tus hijos, y afirmaré su reino.

(1Cr 17:12) El me edificará casa, y yo confirmaré su trono eternamente.

(1Cr 17:13) Yo le seré por padre, y él me será por hijo; y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquel que fue antes de ti;

(1Cr 17:14) sino que lo confirmaré en mi casa y en mi reino eternamente, y su trono será firme para siempre.

(1Cr 17:15) Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David.

(1Cr 17:16) Y entró el rey David y estuvo delante de Jehová, y dijo: Jehová Dios, ¿quién soy yo, y cuál es mi casa, para que me hayas traído hasta este lugar?

(1Cr 17:17) Y aun esto, oh Dios, «te ha parecido poco,»* pues que has hablado de la casa de tu esclavo [siervo, sirviente] para tiempo más lejano, y me has visto como «a un hombre excelente,»* oh Jehová Dios.

(1Cr 17:18) ¿Qué más puede añadir David pidiendo de ti para glorificar a tu siervo? Mas tú conoces a tu siervo.

(1Cr 17:19) Oh Jehová, por amor de tu esclavo [siervo, sirviente] y según tu corazón, has hecho toda esta grandeza, para hacer notorias todas tus grandezas.

(1Cr 17:20) Jehová, no hay semejante a ti, ni hay Dios sino tú, según todas las cosas que hemos oído con nuestros oídos.

(1Cr 17:21) ¿Y qué pueblo hay en la tierra como tu pueblo Israel, cuyo Dios fuese y se redimiese un pueblo, para hacerte nombre con grandezas y maravillas, echando a las naciones de la presencia [de delante] de tu pueblo, que tú rescataste de Egipto?

(1Cr 17:22) Tú has constituido a tu pueblo Israel por pueblo tuyo para siempre; y tú, Jehová, has venido a ser su Dios.

(1Cr 17:23) Ahora pues, Jehová, la palabra que has hablado acerca de tu esclavo [siervo, sirviente] y de su casa, sea firme para siempre, y haz como has dicho.

(1Cr 17:24) Permanezca, pues, y sea engrandecido tu nombre para siempre, a fin de que se diga: Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, es Dios para Israel. Y sea la casa de tu esclavo [siervo, sirviente] David firme delante de ti.

(1Cr 17:25) Porque tú, Dios mío, revelaste al oído a tu esclavo [siervo, sirviente] que le has de edificar casa; por eso ha hallado tu esclavo [siervo, sirviente] motivo para orar delante de ti.

(1Cr 17:26) Ahora pues, Jehová, tú eres el Dios que has hablado de tu esclavo [siervo, sirviente] este bien;

(1Cr 17:27) y ahora has querido bendecir la casa de tu esclavo [siervo, sirviente], para que permanezca perpetuamente delante de ti; porque tú, Jehová, la has bendecido, y será bendita para siempre.

David extiende sus dominios
(2S 8:1-14)
(1Cr 18:1) Después de estas cosas sucedió que David derrotó a los filisteos, y los humilló, y tomó a Gat y sus villas de mano de los filisteos.

(1Cr 18:2) También derrotó a Moab, y los moabitas fueron esclavos [siervos, sirvientes] de David, trayéndole regalos [presentes].

(1Cr 18:3) Asimismo derrotó David a Hadadezer rey de Soba, en Hamat, yendo éste a asegurar su dominio junto al río Eufrates.

(1Cr 18:4) Y le tomó David mil carros, siete mil de a caballo, y veinte mil hombres de a pie; y desjarretó David los caballos de todos los carros, excepto los de cien carros que dejó.

(1Cr 18:5) Y viniendo los sirios de Damasco en ayuda de Hadadezer rey de Soba, David hirió de ellos veintidós mil hombres.

(1Cr 18:6) Y puso David guarnición en Siria de Damasco, y los sirios fueron hechos esclavos [siervos, sirvientes] de David, trayéndole regalos [presentes]; porque Jehová daba la victoria a David dondequiera que iba.

(1Cr 18:7) Tomó también David los escudos de oro que llevaban los esclavos [siervos, sirvientes] de Hadadezer, y los trajo a Jerusalén.

(1Cr 18:8) Asimismo de Tibhat y de Cun, ciudades de Hadadezer, tomó David muchísimo bronce, con el que Salomón hizo el mar de bronce, las columnas, y utensilios de bronce.

(1Cr 18:9) Y oyendo Toi rey de Hamat que David había deshecho todo el ejército de Hadadezer rey de Soba,

(1Cr 18:10) envió a Adoram su hijo al rey David, para saludarle y bendecirle por haber peleado con Hadadezer y haberle vencido; porque Toi «tenía guerra contra»* Hadadezer. Le envió también toda clase de utensilios de oro, de plata y de bronce;

(1Cr 18:11) los cuales el rey David dedicó a Jehová, con la plata y el oro que había tomado de todas las naciones de Edom, de Moab, de los hijos de Amón, de los filisteos y de Amalec.

(1Cr 18:12) Además de esto, Abisai hijo de Sarvia destrozó en el valle de la Sal a dieciocho mil edomitas.

(1Cr 18:13) Y puso guarnición en Edom, y todos los edomitas fueron esclavos [siervos, sirvientes] de David; porque Jehová daba el triunfo a David dondequiera que iba.

Oficiales destacados de David
(2S 8:15-18; 20:23-26)
(1Cr 18:14) Reinó David sobre todo Israel, y juzgaba con justicia a todo su pueblo.

(1Cr 18:15) Y Joab hijo de Sarvia era general del ejército, y Josafat hijo de Ahilud, canciller.

(1Cr 18:16) Sadoc hijo de Ahitob y Abimelec hijo de Abiatar eran sacerdotes, y Savsa, secretario.

(1Cr 18:17) Y Benaía hijo de Joiada estaba sobre los cereteos y peleteos; y los hijos de David eran los príncipes «cerca»* del rey.

Victoria sobre los amonitas y sirios
(2S 10:1-19)
(1Cr 19:1) Después de estas cosas sucedió que murió Nahas rey de los hijos de Amón, y reinó en su lugar su hijo.

(1Cr 19:2) Y dijo David: Manifestaré misericordia con Hanún hijo de Nahas, porque también su padre me mostró misericordia. Así David envió embajadores que lo consolasen de la muerte de su padre. Pero cuando llegaron los esclavos [siervos, sirvientes] de David a la tierra de los hijos de Amón a Hanún, para consolarle,

(1Cr 19:3) los príncipes de los hijos de Amón dijeron a Hanún: ¿ «A tu parecer»* honra David a tu padre, que te ha enviado consoladores? ¿ No vienen más bien sus esclavos [siervos, sirvientes] a ti para espiar, e inquirir [averiguar], y reconocer la tierra?

(1Cr 19:4) Entonces Hanún tomó los esclavos [siervos, sirvientes] de David y los rapó, y les cortó los vestidos por la mitad, hasta las nalgas, y los despachó.

(1Cr 19:5) Se fueron luego, y cuando llegó a David la noticia sobre aquellos varones, él envió a recibirlos, porque estaban muy afrentados. El rey mandó que les dijeran: Estense en Jericó hasta que les crezca la barba, y entonces volverán.

(1Cr 19:6) Y viendo los hijos de Amón que se habían hecho odiosos a David, Hanún y los hijos de Amón enviaron mil talentos de plata para tomar a sueldo carros y gente de a caballo de Mesopotamia, de Siria, de Maaca y de Soba.

(1Cr 19:7) Y tomaron a sueldo treinta y dos mil carros, y al rey de Maaca y a su ejército, los cuales vinieron y acamparon delante de Medeba. Y se juntaron también los hijos de Amón de sus ciudades, y vinieron a la guerra.

(1Cr 19:8) Oyéndolo David, envió a Joab con todo el ejército de los hombres valientes.

(1Cr 19:9) Y los hijos de Amón salieron, y ordenaron la batalla a la entrada de la ciudad; y los reyes que habían venido estaban aparte en el campo.

(1Cr 19:10) Y viendo Joab que el ataque contra él había sido dispuesto por el frente y por la retaguardia, escogió de los más aventajados que había en Israel, y con ellos ordenó su ejército contra los sirios.

(1Cr 19:11) Puso luego el resto de la gente en mano de Abisai su hermano, y los ordenó en batalla contra los amonitas.

(1Cr 19:12) Y dijo: Si los sirios fueren más fuertes que yo, «tú me ayudarás;»* y si los amonitas fueren más fuertes que tú, yo te ayudaré.

(1Cr 19:13) Esfuérzate, y esforcémonos por nuestro pueblo, y por las ciudades de nuestro Dios; y haga Jehová lo que bien «le parezca

(1Cr 19:14) Entonces se acercó Joab y el pueblo que tenía consigo, para pelear contra los sirios; mas ellos huyeron delante de él.

(1Cr 19:15) Y los hijos de Amón, viendo que los sirios habían huido, huyeron también ellos delante de Abisai su hermano, y entraron en la ciudad. Entonces Joab volvió a Jerusalén.

(1Cr 19:16) Viendo los sirios que habían caído delante de Israel, enviaron embajadores, y trajeron a los sirios que estaban al otro lado del Eufrates, cuyo capitán era Sofac, general del ejército de Hadadezer.

(1Cr 19:17) Luego que fue dado aviso a David, reunió a todo Israel, y cruzando el Jordán vino a ellos, y ordenó batalla contra ellos. Y cuando David hubo ordenado su tropa contra ellos, pelearon contra él los sirios.

(1Cr 19:18) Mas el pueblo sirio huyó delante de Israel; y mató David de los sirios a siete mil hombres de los carros, y cuarenta mil hombres de a pie; asimismo mató a Sofac general del ejército.

(1Cr 19:19) Y viendo los esclavos [siervos, sirvientes] de Hadadezer que habían caído delante de Israel, concertaron paz con David, y fueron sus esclavos [siervos, sirvientes]; y el pueblo sirio nunca más quiso ayudar a los hijos de Amón.

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