Referencias para la lectura:
- Texto
actualizado al español latino.
- Ubicación
visual de vocablos claves resaltados en colores.
- Sinónimos
de palabras claves entre corchetes [color
bordó]
- Texto
entre comillas y asterisco «expresión»*
refiere a una frase en español equivalente a la frase hebrea de dicho texto.
- Subtitulado tradicional actualizado
Algunos vocablos han retenido su valor de traducción original
del hebreo.
Para complementar su lectura considere el uso de un
diccionario Hebreo – Español para el AT, y un diccionario Griego – Español para
el NT.
Para un estudio exhaustivo, recomendamos utilizar RVIC Reina Valera
Independiente Codificada con diccionarios léxicos para una ampliación de
significados y conceptos.
LEVÍTICO
Los holocaustos
(Lv 1:1) Llamó Jehová a
Moisés, y habló con él desde el tabernáculo
de reunión, diciendo:
(Lv 1:2) Habla a los hijos de
Israel y diles: Cuando «alguno»* de entre ustedes ofrece
ofrenda a Jehová, de ganado vacuno u ovejuno harán su [de ustedes] ofrenda.
(Lv 1:3) Si su ofrenda fuere holocausto vacuno, macho sin
defecto lo ofrecerá; de su voluntad lo ofrecerá a la puerta del tabernáculo de reunión delante de Jehová.
(Lv 1:4) Y pondrá su mano
sobre la cabeza del holocausto, y será aceptado para expiación suya.
(Lv 1:5) Entonces degollará «el becerro»*
en la presencia de Jehová; y los sacerdotes hijos de Aarón ofrecerán la sangre, y
la rociarán alrededor sobre el altar, el cual está a la puerta del tabernáculo de reunión.
(Lv 1:6) Y desollará el
holocausto, y lo dividirá en sus piezas.
(Lv 1:7) Y los hijos del sacerdote Aarón pondrán fuego sobre el altar, y compondrán la leña sobre el
fuego.
(Lv 1:8) Luego los sacerdotes hijos de Aarón acomodarán las piezas, la cabeza y la grosura de los intestinos,
sobre la leña que está sobre el fuego que habrá encima del altar;
(Lv 1:9) y lavará con agua
los intestinos y las piernas, y el sacerdote hará arder todo sobre el altar;
holocausto es, ofrenda encendida de olor grato para Jehová.
(Lv 1:10) Si su ofrenda para holocausto fuere del rebaño, de
las ovejas o de las cabras, macho sin defecto lo ofrecerá.
(Lv 1:11) Y lo degollará al
lado norte del altar delante de Jehová; y los sacerdotes hijos de Aarón
rociarán su sangre sobre el altar
alrededor.
(Lv 1:12) Lo dividirá en sus piezas, con su cabeza y la
grosura de los intestinos; y el sacerdote las
acomodará sobre la leña que está sobre el fuego que habrá encima del altar;
(Lv 1:13) y lavará las
entrañas y las piernas con agua; y el sacerdote lo ofrecerá todo, y lo hará
arder sobre el altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato para
Jehová.
(Lv 1:14) Si la ofrenda para Jehová fuere holocausto de aves,
presentará su ofrenda de tórtolas, o de «palominos.»*
(Lv 1:15) Y el sacerdote la ofrecerá
sobre el altar, y le quitará la cabeza, y hará que arda en el altar; y su sangre será exprimida sobre la pared del
altar.
(Lv 1:16) Y le quitará el
buche y las plumas, lo cual echará junto al altar, hacia el oriente, en el
lugar de las cenizas.
(Lv 1:17) Y la henderá por sus
alas, pero no la dividirá en dos; y el sacerdote la hará arder sobre el altar,
sobre la leña que estará en el fuego; holocausto es, ofrenda encendida de olor
grato para Jehová.
Las ofrendas
(Lv 2:1) Cuando alguna persona ofreciere oblación a Jehová,
su ofrenda será flor de harina, sobre la cual
echará aceite, y pondrá sobre ella incienso,
(Lv 2:2) y la traerá a los sacerdotes, hijos de Aarón; y de
ello tomará el sacerdote su puño lleno de la flor de harina y del aceite, con todo el incienso, y lo hará arder
sobre el altar para memorial; ofrenda encendida es, de olor grato a Jehová.
(Lv 2:3) Y lo que resta de la ofrenda será de Aarón y de sus
hijos; es cosa santísima de las ofrendas que se queman para Jehová.
(Lv 2:4) Cuando ofrecieres ofrenda cocida en horno, será de
tortas de flor de harina sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin
levadura untadas con aceite.
(Lv 2:5) Mas si ofrecieres
ofrenda de sartén, será de flor de harina sin levadura, amasada con aceite,
(Lv 2:6) la cual partirás en piezas, y echarás sobre ella aceite; es ofrenda.
(Lv 2:7) Si ofrecieres
ofrenda cocida en cazuela, se hará de flor de harina con aceite.
(Lv 2:8) Y traerás a Jehová la ofrenda que se hará de estas cosas, y la presentarás al sacerdote, el
cual la llevará al altar.
(Lv 2:9) Y tomará el sacerdote de aquella ofrenda lo que sea
para su memorial, y lo hará arder sobre el altar; ofrenda encendida de olor
grato a Jehová.
(Lv 2:10) Y lo que resta de la ofrenda será de Aarón y de sus
hijos; es cosa santísima de las ofrendas que se queman para Jehová.
(Lv 2:11) Ninguna ofrenda que ofrecieren a Jehová será con levadura; porque de ninguna cosa
leuda, ni de ninguna miel, se ha de quemar ofrenda para Jehová.
(Lv 2:12) Como ofrenda de primicias las ofrecerán a Jehová; mas no subirán sobre el altar en
olor grato.
(Lv 2:13) Y sazonarás con sal
toda ofrenda que presentes, y no harás que falte jamás de tu ofrenda la sal del
pacto [alianza, convenio,
acuerdo] de tu Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal.
(Lv 2:14) Si ofrecieres a
Jehová ofrenda de primicias, tostarás al fuego las espigas verdes, y el grano
desmenuzado ofrecerás como ofrenda de tus primicias.
(Lv 2:15) Y pondrás sobre ella
aceite, y pondrás sobre ella incienso; es ofrenda.
(Lv 2:16) Y el sacerdote hará arder
el memorial de él, parte del grano desmenuzado y del aceite, con todo el
incienso; es ofrenda encendida para Jehová.
Ofrendas de paz
(Lv 3:1) Si su ofrenda fuere
sacrificio de paz, si hubiere de ofrecerla de ganado vacuno, sea macho o
hembra, sin defecto la ofrecerá delante de Jehová.
(Lv 3:2) Pondrá su mano sobre
la cabeza de su ofrenda, y la degollará a la puerta del tabernáculo de reunión; y los sacerdotes hijos de Aarón
rociarán su sangre sobre el altar
alrededor.
(Lv 3:3) Luego ofrecerá del
sacrificio de paz, como ofrenda encendida a Jehová, la grosura que cubre los
intestinos, y toda la grosura que está sobre las entrañas,
(Lv 3:4) y los dos riñones y la grosura que está sobre
ellos, y sobre los ijares; y con los riñones quitará
la grosura de los intestinos que está sobre el hígado.
(Lv 3:5) Y los hijos de Aarón harán arder esto en el altar, sobre el holocausto que estará
sobre la leña que habrá encima del fuego; es ofrenda de olor grato para Jehová.
(Lv 3:6) Mas si de ovejas fuere su ofrenda para sacrificio
de paz a Jehová, sea macho o hembra, la ofrecerá
sin defecto.
(Lv 3:7) Si ofreciere cordero
por su ofrenda, lo ofrecerá delante de Jehová.
(Lv 3:8) Pondrá su mano sobre
la cabeza de su ofrenda, y después la degollará delante del tabernáculo de reunión; y los hijos de Aarón
rociarán su sangre sobre el altar
alrededor.
(Lv 3:9) Y del sacrificio de paz ofrecerá por ofrenda encendida a Jehová la grosura, la cola
entera, la cual quitará «a raíz»* del espinazo, la grosura que cubre todos los
intestinos, y toda la que está sobre las entrañas.
(Lv 3:10) Asimismo los dos riñones y la grosura que está
sobre ellos, y la que está sobre los ijares; y con los riñones quitará la grosura de sobre el hígado.
(Lv 3:11) Y el sacerdote hará arder
esto sobre el altar; vianda es de ofrenda encendida para Jehová.
(Lv 3:12) Si fuere cabra su ofrenda, la ofrecerá delante de
Jehová.
(Lv 3:13) Pondrá su mano sobre
la cabeza de ella, y la degollará delante del tabernáculo
de reunión; y los hijos de Aarón rociarán su sangre
sobre el altar alrededor.
(Lv 3:14) Después ofrecerá de
ella su ofrenda encendida a Jehová; la grosura que cubre los intestinos, y toda
la grosura que está sobre las entrañas,
(Lv 3:15) los dos riñones, la grosura que está sobre ellos, y
la que está sobre los ijares; y con los riñones quitará
la grosura de sobre el hígado.
(Lv 3:16) Y el sacerdote hará arder
esto sobre el altar; vianda es de ofrenda que se quema en olor grato a Jehová;
toda la grosura es de Jehová.
(Lv 3:17) Estatuto perpetuo será por sus [de ustedes] edades,
dondequiera que habiten, que ninguna grosura ni
ninguna sangre comerán.
Ofrendas por el pecado
(Lv 4:1) Habló Jehová a
Moisés, diciendo:
(Lv 4:2) Habla a los hijos de
Israel y diles: Cuando alguna persona pecare por yerro en alguno de los mandamientos de Jehová sobre cosas que no se
han de hacer, e hiciere alguna de ellas;
(Lv 4:3) si el sacerdote ungido pecare según el pecado del pueblo, ofrecerá a Jehová, por su
pecado que habrá cometido, un «becerro»* sin defecto para expiación.
(Lv 4:4) Traerá el becerro a la puerta del tabernáculo de reunión delante de Jehová, y
pondrá su mano sobre la cabeza del becerro, y lo
degollará delante de Jehová.
(Lv 4:5) Y el sacerdote ungido tomará de la sangre
del becerro, y la traerá al tabernáculo
de reunión;
(Lv 4:6) y mojará el
sacerdote su dedo en la sangre, y
rociará de aquella sangre siete veces
delante de Jehová, «hacia»* el velo del santuario.
(Lv 4:7) Y el sacerdote pondrá
de esa sangre sobre los cuernos del
altar del incienso aromático, que está en el tabernáculo
de reunión delante de Jehová; y echará el resto de la sangre del becerro al pie del altar del holocausto, que está a
la puerta del tabernáculo de reunión.
(Lv 4:8) Y tomará del becerro
para la expiación toda su grosura, la que cubre los intestinos, y la que está
sobre las entrañas,
(Lv 4:9) los dos riñones, la grosura que está sobre ellos, y
la que está sobre los ijares; y con los riñones quitará
la grosura de sobre el hígado,
(Lv 4:10) de la manera que se quita del buey del sacrificio
de paz; y el sacerdote la hará arder sobre el
altar del holocausto.
(Lv 4:11) Y la piel del becerro, y toda su carne, con su
cabeza, sus piernas, sus intestinos y su estiércol,
(Lv 4:12) en fin, todo el becerro sacará fuera del campamento
a un lugar limpio, donde se echan las cenizas, y lo quemará al fuego sobre la
leña; en donde se echan las cenizas será quemado.
(Lv 4:13) Si toda la congregación de Israel hubiere errado, y el yerro estuviere oculto a los ojos del pueblo, y
hubieren hecho algo contra alguno de los mandamientos
de Jehová en cosas que no se han de hacer, y fueren culpables;
(Lv 4:14) luego que llegue a ser conocido el pecado que
cometieren, la congregación ofrecerá un «becerro»* por
expiación, y lo traerán delante del tabernáculo
de reunión.
(Lv 4:15) Y los ancianos de la congregación pondrán sus manos sobre la cabeza del becerro delante de
Jehová, y en presencia de Jehová degollarán aquel becerro.
(Lv 4:16) Y el sacerdote ungido meterá
de la sangre del becerro en el tabernáculo de reunión,
(Lv 4:17) y mojará el
sacerdote su dedo en la misma sangre, y
rociará siete veces delante de Jehová «hacia»* el velo.
(Lv 4:18) Y de aquella sangre
pondrá sobre los cuernos del altar que está
delante de Jehová en el tabernáculo de
reunión, y derramará el resto de la sangre
al pie del altar del holocausto, que está a la puerta del tabernáculo de reunión.
(Lv 4:19) Y le quitará toda la grosura y la hará arder sobre el altar.
(Lv 4:20) Y hará de aquel
becerro como hizo con el becerro de la expiación; lo mismo hará de él; así hará
el sacerdote expiación por ellos, y obtendrán perdón.
(Lv 4:21) Y sacará el becerro
fuera del campamento, y lo quemará como quemó el primer becerro; expiación es
por la congregación.
(Lv 4:22) Cuando pecare un
jefe, e hiciere por yerro algo contra alguno de todos los mandamientos de Jehová su Dios sobre cosas
que no se han de hacer, y pecare;
(Lv 4:23) luego que conociere
su pecado que cometió, presentará por su ofrenda un macho cabrío sin defecto.
(Lv 4:24) Y pondrá su mano
sobre la cabeza del macho cabrío, y lo degollará en el lugar donde se degüella
el holocausto, delante de Jehová; es expiación.
(Lv 4:25) Y con su dedo el sacerdote tomará de la sangre
de la expiación, y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y
derramará el resto de la sangre al pie
del altar del holocausto,
(Lv 4:26) y quemará toda su
grosura sobre el altar, como la grosura del sacrificio de paz; así el sacerdote
hará por él la expiación de su pecado, y tendrá perdón.
(Lv 4:27) Si alguna persona del pueblo pecare por yerro, haciendo algo contra alguno de los mandamientos de Jehová en cosas que no se han
de hacer, y delinquiere [cometiere delito];
(Lv 4:28) luego que conociere su pecado que cometió, traerá
por su ofrenda una cabra, una cabra sin defecto, por su
pecado que cometió.
(Lv 4:29) Y pondrá su mano
sobre la cabeza de la ofrenda de la expiación, y la degollará en el lugar del
holocausto.
(Lv 4:30) Luego con su dedo el sacerdote tomará de la sangre,
y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará el resto de
la sangre al pie del altar.
(Lv 4:31) Y le quitará toda su
grosura, de la manera que fue quitada la grosura del sacrificio de paz; y el
sacerdote la hará arder sobre el altar en olor grato a Jehová; así hará el
sacerdote expiación por él, y será perdonado.
(Lv 4:32) Y si por su ofrenda por el pecado trajere cordero,
hembra sin defecto traerá.
(Lv 4:33) Y pondrá su mano
sobre la cabeza de la ofrenda de expiación, y la degollará por expiación en el
lugar donde se degüella el holocausto.
(Lv 4:34) Después con su dedo el sacerdote tomará de la sangre
de la expiación, y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y
derramará el resto de la sangre al pie
del altar.
(Lv 4:35) Y le quitará toda su
grosura, como fue quitada la grosura del sacrificio de paz, y el sacerdote la
hará arder en el altar sobre la ofrenda encendida a Jehová; y le hará el
sacerdote expiación de su pecado que habrá cometido, y será perdonado.
(Lv 5:1) Si alguno pecare «por haber sido llamado a testificar,»* y fuere testigo
que vio, o supo, y no lo denunciare, él llevará su pecado.
(Lv 5:2) Asimismo la persona que hubiere tocado cualquiera cosa inmunda, sea cadáver de bestia
inmunda, o cadáver de animal inmundo, o cadáver de reptil inmundo, bien «que no lo supiere,»* será inmunda y habrá delinquido [cometido
delito].
(Lv 5:3) O si tocare
inmundicia de hombre, cualquiera inmundicia suya con que fuere inmundo, y «no lo echare de ver,»*
si después llegare a saberlo, será culpable.
(Lv 5:4) O si alguno jurare a la ligera con sus labios hacer
mal o hacer bien, en cualquiera cosa que el hombre profiere con juramento, y«él
no lo entendiere;»*
si después lo entiende, será culpable por cualquiera de estas cosas.
(Lv 5:5) Cuando pecare en
alguna de estas cosas, confesará aquello en que pecó,
(Lv 5:6) y para su expiación traerá a Jehová por su pecado
que cometió, una hembra de los rebaños, una
cordera o una cabra como ofrenda de expiación; y el sacerdote le hará expiación
por su pecado.
(Lv 5:7) Y si no «tuviere»* lo suficiente para un cordero, traerá a Jehová
en expiación por su pecado que cometió, dos
tórtolas o dos palominos, el uno para expiación, y el otro para holocausto.
(Lv 5:8) Y los traerá al sacerdote, el cual ofrecerá primero el que es para expiación; y le arrancará de
su cuello la cabeza, mas no la separará por completo.
(Lv 5:9) Y rociará de la sangre de la expiación sobre la pared del
altar; y lo que sobrare de la sangre lo
exprimirá al pie del altar; es expiación.
(Lv 5:10) Y del otro hará
holocausto conforme al rito; así el sacerdote hará expiación por el pecado de
aquel que lo cometió, y será perdonado.
(Lv 5:11) Mas si no «tuviere
lo»* suficiente para dos tórtolas, o dos
palominos, el que pecó traerá como ofrenda la
décima parte de un efa de flor de harina para expiación. No pondrá sobre ella
aceite, ni sobre ella pondrá incienso, porque es expiación.
(Lv 5:12) La traerá, pues, al
sacerdote, y el sacerdote tomará de ella su puño lleno, para memoria de él, y
la hará arder en el altar sobre las ofrendas encendidas a Jehová; es expiación.
(Lv 5:13) Y hará el sacerdote expiación por él en cuanto al pecado que cometió en alguna de
estas cosas, y será perdonado; y el sobrante será del sacerdote, como la
ofrenda de vianda.
Ofrendas expiatorias
(Lv 5:14) Habló más Jehová a
Moisés, diciendo:
(Lv 5:15) Cuando alguna persona cometiere falta, y pecare por yerro en las cosas santas de
Jehová, traerá por su culpa a Jehová un carnero sin defecto de los rebaños,
conforme a tu estimación en siclos de plata del siclo del santuario, en ofrenda
por el pecado.
(Lv 5:16) Y pagará lo que
hubiere defraudado de las cosas santas, y añadirá a ello la quinta parte, y lo
dará al sacerdote; y el sacerdote hará expiación por él con el carnero del sacrificio
por el pecado, y será perdonado.
(Lv 5:17) Finalmente, si una persona pecare, o hiciere alguna de todas aquellas cosas que por mandamiento de Jehová no se han de hacer, aun
sin hacerlo a sabiendas, es culpable, y llevará su pecado.
(Lv 5:18) Traerá, pues, al sacerdote para expiación, según tú
lo estimes, un carnero sin defecto de los rebaños; y el sacerdote le hará expiación por el yerro que cometió por
ignorancia, y será perdonado.
(Lv 5:19) Es infracción, y ciertamente delinquió [cometió delito]
contra Jehová.
(Lv 6:1) Habló Jehová a
Moisés, diciendo:
(Lv 6:2) Cuando una persona pecare
e hiciere prevaricación [resolución legal
injusta] contra Jehová, y negare a su
prójimo lo encomendado o dejado en su mano, o bien robare o calumniare a su
prójimo,
(Lv 6:3) o habiendo hallado
lo perdido después lo negare, y jurare en falso; en alguna de todas aquellas
cosas en que suele pecar el hombre,
(Lv 6:4) entonces, habiendo pecado
y ofendido, restituirá aquello que robó, o el daño de la calumnia, o el
depósito que se le encomendó, o lo perdido que halló,
(Lv 6:5) o todo aquello sobre
que hubiere jurado falsamente; lo restituirá «por
entero a»* aquel a quien pertenece, y añadirá a ello la quinta parte, en el
día de su expiación.
(Lv 6:6) Y para expiación de su culpa traerá a Jehová un
carnero sin defecto de los rebaños, conforme a tu estimación, y lo dará al
sacerdote para la expiación.
(Lv 6:7) Y el sacerdote hará expiación por él delante de Jehová, y obtendrá perdón de
cualquiera de todas las cosas en que suele ofender.
Leyes de los sacrificios
(Lv 6:8) Habló aún Jehová a
Moisés, diciendo:
(Lv 6:9) Manda a Aarón y a
sus hijos, y diles: Esta es la ley del holocausto: el holocausto estará sobre
el fuego encendido sobre el altar toda la noche, hasta la mañana; el fuego del
altar arderá en él.
(Lv 6:10) Y el sacerdote se pondrá
su vestidura de lino, y vestirá calzoncillos de lino sobre su cuerpo; y cuando
el fuego hubiere consumido el holocausto, apartará él las cenizas de sobre el
altar, y las pondrá junto al altar.
(Lv 6:11) Después se quitará
sus vestiduras y se pondrá otras ropas, y sacará las cenizas fuera del
campamento a un lugar limpio.
(Lv 6:12) Y el fuego encendido
sobre el altar no se apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña «cada mañana,»*
y acomodará el holocausto sobre él, y quemará
sobre él las grosuras de los sacrificios de paz.
(Lv 6:13) El fuego arderá
continuamente en el altar; no se apagará.
(Lv 6:14) Esta es la ley de la ofrenda: La ofrecerán los
hijos de Aarón delante de Jehová ante el altar.
(Lv 6:15) Y tomará de ella un puñado de la flor de harina de
la ofrenda, y de su aceite, y todo el incienso
que está sobre la ofrenda, y lo hará arder sobre el altar por memorial en olor
grato a Jehová.
(Lv 6:16) Y el sobrante de ella lo comerán Aarón y sus hijos;
sin levadura se comerá en lugar santo; en el
atrio del tabernáculo de reunión lo
comerán.
(Lv 6:17) No se cocerá con
levadura; la he dado a ellos por su porción de mis ofrendas encendidas; es cosa
santísima, como el sacrificio por el pecado, y como el sacrificio por la culpa.
(Lv 6:18) Todos los varones de los hijos de Aarón comerán de ella. Estatuto perpetuo será para sus [de ustedes] generaciones
tocante a las ofrendas encendidas para Jehová; toda cosa que tocare en ellas será santificada.
(Lv 6:19) Habló también Jehová
a Moisés, diciendo:
(Lv 6:20) Esta es la ofrenda de Aarón y de sus hijos, que
ofrecerán a Jehová el día que fueren ungidos: la décima parte de un efa de flor de harina, ofrenda
perpetua, la mitad a la mañana y la mitad a la tarde.
(Lv 6:21) En sartén se preparará
con aceite; frita la traerás, y los pedazos cocidos de la ofrenda ofrecerás en
olor grato a Jehová.
(Lv 6:22) Y el sacerdote que en lugar de Aarón fuere ungido de entre sus hijos, hará igual
ofrenda. Es estatuto perpetuo de Jehová; toda ella será quemada.
(Lv 6:23) Toda ofrenda de sacerdote será enteramente quemada; no se comerá.
(Lv 6:24) Y habló Jehová a
Moisés, diciendo:
(Lv 6:25) Habla a Aarón y a
sus hijos, y diles: Esta es la ley del sacrificio expiatorio: en el lugar donde
se degüella el holocausto, será degollada la ofrenda por el pecado delante de
Jehová; es cosa santísima.
(Lv 6:26) El sacerdote que la ofreciere por el pecado, la
comerá; en lugar santo será comida, en
el atrio del tabernáculo de reunión.
(Lv 6:27) Todo lo que tocare
su carne, será santificado; y si salpicare su sangre
sobre el vestido, lavarás aquello sobre que cayere, en lugar santo.
(Lv 6:28) Y la vasija de barro en que fuere cocida, será quebrada; y si fuere cocida en vasija de bronce,
será fregada y lavada con agua.
(Lv 6:29) Todo varón de entre los sacerdotes la comerá; es cosa santísima.
(Lv 6:30) Mas no se comerá
ninguna ofrenda de cuya sangre se
metiere en el tabernáculo de reunión
para hacer expiación en el santuario; al fuego será quemada.
(Lv 7:1) Asimismo esta es la ley del sacrificio por la
culpa; es cosa muy santa.
(Lv 7:2) En el lugar donde degüellan
el holocausto, degollarán la víctima por la culpa; y rociará su sangre alrededor sobre el altar.
(Lv 7:3) Y de ella ofrecerá
toda su grosura, la cola, y la grosura que cubre los intestinos,
(Lv 7:4) los dos riñones, la grosura que está sobre ellos, y
la que está sobre los ijares; y con los riñones quitará
la grosura de sobre el hígado.
(Lv 7:5) Y el sacerdote lo hará arder sobre el altar, ofrenda encendida a Jehová; es expiación de la
culpa.
(Lv 7:6) Todo varón de entre los sacerdotes la comerá; será comida en lugar santo; es cosa muy
santa.
(Lv 7:7) Como el sacrificio por el pecado, así es el
sacrificio por la culpa; una misma ley tendrán; será
del sacerdote que hiciere la expiación con ella.
(Lv 7:8) Y el sacerdote que ofreciere holocausto de alguno,
la piel del holocausto que ofreciere será para
él.
(Lv 7:9) Asimismo toda ofrenda que se cociere en horno, y todo lo que fuere preparado en sartén o
en cazuela, será del sacerdote que lo ofreciere.
(Lv 7:10) Y toda ofrenda amasada con aceite, o seca, será de todos los hijos de Aarón, «tanto de uno como de otro.»*
(Lv 7:11) Y esta es la ley del sacrificio de paz que se
ofrecerá a Jehová:
(Lv 7:12) Si se ofreciere en
acción de gracias, ofrecerá por sacrificio de acción de gracias tortas sin
levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite, y
flor de harina frita en tortas amasadas con aceite.
(Lv 7:13) Con tortas de pan leudo presentará su ofrenda en el sacrificio de acciones de gracias de
paz.
(Lv 7:14) Y de toda la ofrenda presentará una parte por
ofrenda elevada a Jehová, y será del sacerdote que rociare la sangre de los sacrificios de paz.
(Lv 7:15) Y la carne del sacrificio de paz en acción de
gracias se comerá en el día que fuere ofrecida;
no dejarán de ella nada para «otro
día.»*
(Lv 7:16) Mas si el sacrificio de su ofrenda fuere voto, o
voluntario, será comido en el día que ofreciere
su sacrificio, y lo que de él quedare, lo comerán «al día siguiente;»*
(Lv 7:17) y lo que quedare de la carne del sacrificio hasta
el tercer día, será quemado en el fuego.
(Lv 7:18) Si se comiere de la
carne del sacrificio de paz al tercer día, el que lo ofreciere no será acepto,
ni le será contado; abominación [cosa
repugnante] será, y la persona que de
él comiere llevará su pecado.
(Lv 7:19) Y la carne que tocare
alguna cosa inmunda, no se comerá; al fuego será quemada. Toda persona limpia
podrá comer la carne;
(Lv 7:20) pero la persona que comiere
la carne del sacrificio de paz, el cual es de Jehová, estando inmunda, aquella
persona será cortada de entre su pueblo.
(Lv 7:21) Además, la persona que tocare alguna cosa inmunda, inmundicia de hombre, o animal
inmundo, o cualquier abominación [cosa
repugnante] inmunda, y comiere la
carne del sacrificio de paz, el cual es de Jehová, aquella persona será cortada
de entre su pueblo.
(Lv 7:22) Habló más Jehová a
Moisés, diciendo:
(Lv 7:23) Habla a los hijos de
Israel, diciendo: Ninguna grosura de buey ni de cordero ni de cabra comerán.
(Lv 7:24) La grosura de animal muerto, y la grosura del que
fue despedazado por fieras, se dispondrá para cualquier otro uso, mas no la comerán.
(Lv 7:25) Porque cualquiera que comiere grosura de animal,
del cual se ofrece a Jehová ofrenda encendida,
la persona que lo comiere será cortada de entre su pueblo.
(Lv 7:26) Además, ninguna sangre
comerán en ningún lugar en donde habiten, ni de
aves ni de bestias.
(Lv 7:27) Cualquiera persona que comiere de alguna sangre,
la tal persona será cortada de entre su pueblo.
(Lv 7:28) Habló más Jehová a
Moisés, diciendo:
(Lv 7:29) Habla a los hijos de
Israel y diles: El que ofreciere sacrificio de paz a Jehová, traerá su ofrenda
del sacrificio de paz ante Jehová.
(Lv 7:30) Sus manos traerán las ofrendas que se han de quemar
ante Jehová; traerá la grosura con el pecho; el
pecho para que sea mecido como sacrificio mecido delante de Jehová.
(Lv 7:31) Y la grosura la hará arder
el sacerdote en el altar, mas el pecho será de Aarón y de sus hijos.
(Lv 7:32) Y darán al sacerdote
para ser elevada en ofrenda, la espaldilla derecha de sus [de ustedes] sacrificios de paz.
(Lv 7:33) El que de los hijos de Aarón ofreciere la sangre de los sacrificios de paz, y la
grosura, recibirá la espaldilla derecha como
porción suya.
(Lv 7:34) Porque he tomado de
los sacrificios de paz de los hijos de Israel el pecho que se mece y la
espaldilla elevada en ofrenda, y lo he dado a Aarón el sacerdote y a sus hijos,
como estatuto perpetuo para los hijos de Israel.
(Lv 7:35) Esta es la porción de Aarón y la porción de sus
hijos, de las ofrendas encendidas a Jehová, desde el día que él los consagró para ser sacerdotes de Jehová,
(Lv 7:36) la cual mandó Jehová
que les diesen, desde el día que él los ungió de entre los hijos de Israel,
como estatuto perpetuo en sus generaciones.
(Lv 7:37) Esta es la ley del holocausto, de la ofrenda, del
sacrificio por el pecado, del sacrificio por la culpa, de las consagraciones y
del sacrificio de paz,
(Lv 7:38) la cual mandó Jehová
a Moisés en el monte de Sinaí, el día que mandó a los hijos de Israel que
ofreciesen sus ofrendas a Jehová, en el desierto de Sinaí.
Consagración de Aarón y de sus hijos
al sacerdocio
(Ex 29:1-37)
(Lv 8:1) Habló Jehová a
Moisés, diciendo:
(Lv 8:2) Toma a Aarón y a sus
hijos con él, y las vestiduras, el aceite del ungimiento [unción], el becerro de la expiación, los dos
carneros, y el canastillo de los panes sin levadura;
(Lv 8:3) y reúne toda la
congregación a la puerta del tabernáculo
de reunión.
(Lv 8:4) Hizo, pues, Moisés
como Jehová le mandó, y se reunió la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión.
(Lv 8:5) Y dijo Moisés a la
congregación: Esto es lo que Jehová ha mandado hacer.
(Lv 8:6) Entonces Moisés hizo acercarse a Aarón y a sus hijos, y los lavó con agua.
(Lv 8:7) Y puso sobre él la
túnica, y le ciñó con el cinto; le vistió después el manto, y puso sobre él el efod, y lo ciñó con el cinto del efod, y
lo ajustó con él.
(Lv 8:8) Luego le puso encima
el pectoral, y puso dentro del mismo los Urim
y Tumim.
(Lv 8:9) Después puso la mitra sobre su cabeza, y sobre la
mitra, en frente, puso la lámina de oro, la diadema santa, como Jehová había
mandado a Moisés.
(Lv 8:10) Y tomó Moisés el
aceite del ungimiento [unción]
y ungió el tabernáculo
y todas las cosas que estaban en él, y las santificó.
(Lv 8:11) Y roció de él sobre
el altar siete veces, y ungió el altar y todos sus utensilios, y la fuente y su
base, para santificarlos.
(Lv 8:12) Y derramó del aceite
del ungimiento [unción] sobre
la cabeza de Aarón, y lo ungió para
santificarlo.
(Lv 8:13) Después Moisés hizo acercarse los hijos de Aarón, y les vistió las túnicas, les
ciñó con cintos, y les ajustó las tiaras, como Jehová lo había mandado a
Moisés.
(Lv 8:14) Luego hizo traer el
becerro de la expiación, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza
del becerro de la expiación,
(Lv 8:15) y lo degolló; y
Moisés tomó la sangre, y puso con su
dedo sobre los cuernos del altar alrededor, y purificó el altar; y echó la
demás sangre al pie del altar, y lo
santificó para reconciliar sobre él.
(Lv 8:16) Después tomó toda la
grosura que estaba sobre los intestinos, y la grosura del hígado, y los dos
riñones, y la grosura de ellos, y lo hizo arder Moisés sobre el altar.
(Lv 8:17) Mas el becerro, su piel, su carne y su estiércol,
lo quemó al fuego fuera del campamento, como
Jehová lo había mandado a Moisés.
(Lv 8:18) Después hizo que trajeran
el carnero del holocausto, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la
cabeza del carnero;
(Lv 8:19) y lo degolló; y
roció Moisés la sangre sobre el altar
alrededor,
(Lv 8:20) y cortó el carnero
en trozos; y Moisés hizo arder la cabeza, y los trozos, y la grosura.
(Lv 8:21) Lavó luego con agua
los intestinos y las piernas, y quemó Moisés todo el carnero sobre el altar;
holocausto de olor grato, ofrenda encendida para Jehová, como Jehová lo había
mandado a Moisés.
(Lv 8:22) Después hizo que trajeran
el otro carnero, el carnero de las consagraciones, y Aarón y sus hijos pusieron
sus manos sobre la cabeza del carnero.
(Lv 8:23) Y lo degolló; y tomó
Moisés de la sangre, y la puso sobre el
lóbulo de la oreja derecha de Aarón, sobre el dedo pulgar de su mano derecha, y
sobre el dedo pulgar de su pie derecho.
(Lv 8:24) Hizo acercarse luego los hijos de Aarón, y puso
Moisés de la sangre sobre el lóbulo de
sus orejas derechas, sobre los pulgares de sus manos derechas, y sobre los
pulgares de sus pies derechos; y roció Moisés la sangre
sobre el altar alrededor.
(Lv 8:25) Después tomó la
grosura, la cola, toda la grosura que estaba sobre los intestinos, la grosura
del hígado, los dos riñones y la grosura de ellos, y la espaldilla derecha.
(Lv 8:26) Y del canastillo de los panes sin levadura, que
estaba delante de Jehová, tomó una torta sin
levadura, y una torta de pan de aceite, y una hojaldre, y las puso con la
grosura y con la espaldilla derecha.
(Lv 8:27) Y lo puso todo en
las manos de Aarón, y en las manos de sus hijos, e hizo mecerlo como ofrenda
mecida delante de Jehová.
(Lv 8:28) Después tomó
aquellas cosas Moisés de las manos de ellos, y las hizo arder en el altar sobre
el holocausto; eran las consagraciones en olor grato, ofrenda encendida a
Jehová.
(Lv 8:29) Y tomó Moisés el
pecho, y lo meció, ofrenda mecida delante de Jehová; del carnero de las
consagraciones aquella fue la parte de Moisés, como Jehová lo había mandado a
Moisés.
(Lv 8:30) Luego tomó Moisés
del aceite del ungimiento [unción],
y de la sangre que estaba sobre el
altar, y roció sobre Aarón, y sobre sus
vestiduras, sobre sus hijos, y sobre las vestiduras de sus hijos con él; y
santificó a Aarón y sus vestiduras, y a sus hijos y las vestiduras de sus hijos
con él.
(Lv 8:31) Y dijo Moisés a
Aarón y a sus hijos: Hiervan la carne a la puerta del tabernáculo de reunión; y cómanla allí con el pan que está en
el canastillo de las consagraciones, según yo he mandado, diciendo: Aarón y sus
hijos la comerán.
(Lv 8:32) Y lo que sobre de la carne y del pan, lo quemaran al fuego.
(Lv 8:33) De la puerta del tabernáculo
de reunión no saldrán en siete días, hasta el día que se cumplan los días de sus [de ustedes] consagraciones; porque por siete días «serán
consagrados.»*
(Lv 8:34) De la manera que hoy se ha hecho, mandó hacer
Jehová para expiarles.
(Lv 8:35) A la puerta, pues, del tabernáculo de reunión estarán
día y noche por siete días, y guardaran
la ordenanza delante de Jehová, para que no mueran; porque así me ha sido
mandado.
(Lv 8:36) Y Aarón y sus hijos hicieron todas las cosas que
mandó Jehová por «medio
de»* Moisés.
Los ritos de los sacrificios
(Lv 9:1) En el día octavo, Moisés llamó a
Aarón y a sus hijos, y a los ancianos de Israel;
(Lv 9:2) y dijo a Aarón: Toma
de la vacada un becerro para expiación, y un carnero para holocausto, sin
defecto, y ofrécelos delante de Jehová.
(Lv 9:3) Y a los hijos de Israel hablarás diciendo: Tomen un macho cabrío para expiación, y un becerro y un
cordero «de un»* año, sin defecto, para holocausto.
(Lv 9:4) Asimismo un buey y un carnero para sacrificio de
paz, que inmolen delante de Jehová, y una ofrenda amasada con aceite; porque
Jehová se aparecerá hoy a ustedes.
(Lv 9:5) Y llevaron lo que
mandó Moisés delante del tabernáculo de
reunión, y vino toda la congregación y se puso delante de Jehová.
(Lv 9:6) Entonces Moisés dijo:
Esto es lo que mandó Jehová; háganlo, y la gloria de Jehová se les aparecerá.
(Lv 9:7) Y dijo Moisés a
Aarón: Acércate al altar, y haz tu expiación y tu holocausto, y haz la
reconciliación por ti y por el pueblo; haz también la ofrenda del pueblo, y haz
la reconciliación por ellos, como ha mandado Jehová.
(Lv 9:8) Entonces se acercó Aarón al altar y degolló el becerro de la expiación que era por él.
(Lv 9:9) Y los hijos de Aarón le
trajeron la sangre; y él mojó su dedo
en la sangre, y puso de ella sobre los
cuernos del altar, y derramó el resto de la sangre
al pie del altar.
(Lv 9:10) E hizo arder sobre
el altar la grosura con los riñones y la grosura del hígado de la expiación,
como Jehová lo había mandado a Moisés.
(Lv 9:11) Mas la carne y la piel las quemó al fuego fuera del campamento.
(Lv 9:12) Degolló asimismo el
holocausto, y los hijos de Aarón le presentaron la sangre, la cual roció él alrededor sobre el altar.
(Lv 9:13) Después le presentaron
el holocausto «pieza por pieza,»* y la cabeza; y lo hizo quemar sobre el altar.
(Lv 9:14) Luego lavó los
intestinos y las piernas, y los quemó sobre el holocausto en el altar.
(Lv 9:15) Ofreció también la
ofrenda del pueblo, y tomó el macho cabrío que era para la expiación del
pueblo, y lo degolló, y lo ofreció por el pecado como el primero.
(Lv 9:16) Y ofreció el
holocausto, e hizo según el rito.
(Lv 9:17) Ofreció asimismo la
ofrenda, y llenó de ella su mano, y la hizo quemar sobre el altar, además del
holocausto de la mañana.
(Lv 9:18) Degolló también el
buey y el carnero en sacrificio de paz, que era del pueblo; y los hijos de
Aarón le presentaron la sangre, la cual
roció él sobre el altar alrededor;
(Lv 9:19) y las grosuras del buey y del carnero, la cola, la
grosura que cubre los intestinos, los riñones, y la grosura del hígado;
(Lv 9:20) y pusieron las grosuras sobre los pechos, y él las
quemó sobre el altar.
(Lv 9:21) Pero los pechos, con la espaldilla derecha, los
meció Aarón como ofrenda mecida delante de
Jehová, como Jehová lo había mandado a Moisés.
(Lv 9:22) Después alzó Aarón sus manos hacia el pueblo y lo
bendijo; y después de hacer la expiación, el
holocausto y el sacrificio de paz, descendió.
(Lv 9:23) Y entraron Moisés y Aarón en el tabernáculo de reunión, y salieron y
bendijeron al pueblo; y la gloria de Jehová se
apareció a todo el pueblo.
(Lv 9:24) Y salió fuego de la
presencia [de delante] de
Jehová, y consumió el holocausto con las
grosuras sobre el altar; y viéndolo todo el pueblo, alabaron, y se postraron
sobre sus rostros.
El pecado de Nadab y Abiú
(Lv 10:1) Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron «cada uno»* su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre
el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él
nunca les mandó.
(Lv 10:2) Y salió fuego de la
presencia [de delante] de
Jehová y los quemó, y murieron delante de
Jehová.
(Lv 10:3) Entonces dijo Moisés
a Aarón: Esto es lo que habló Jehová, diciendo: En los que a mí se acercan me
santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado. Y Aarón calló.
(Lv 10:4) Y llamó Moisés a
Misael y a Elzafán, hijos de Uziel tío de Aarón, y les dijo: Acérquense y
saquen a sus [de ustedes]
hermanos de delante del santuario, fuera del campamento.
(Lv 10:5) Y ellos se acercaron
y los sacaron con sus túnicas fuera del campamento, como dijo Moisés.
(Lv 10:6) Entonces Moisés dijo
a Aarón, y a Eleazar e Itamar sus hijos: No descubran sus [de ustedes] cabezas, ni rasguen sus [de
ustedes] vestidos en señal
de duelo, para que no mueran, ni se levante la ira sobre toda la congregación;
pero sus [de ustedes] hermanos, toda
la casa de Israel, sí lamentarán por el incendio que Jehová ha hecho.
(Lv 10:7) Ni saldrán de la
puerta del tabernáculo de reunión,
porque morirán; por cuanto el aceite del ungimiento [unción] de Jehová está sobre ustedes. Y ellos
hicieron conforme al dicho de Moisés.
(Lv 10:8) Y Jehová habló a
Aarón, diciendo:
(Lv 10:9) Tú, y tus hijos
contigo, no beberán vino ni sidra cuando entren en el tabernáculo de reunión, para que no mueran; estatuto perpetuo
será para sus [de ustedes] generaciones,
(Lv 10:10) para «poder
discernir»* entre lo santo y lo profano, y
entre lo inmundo y lo limpio,
(Lv 10:11) y para enseñar a los hijos de Israel todos los
estatutos que Jehová les ha dicho por «medio de»*
Moisés.
(Lv 10:12) Y Moisés dijo a
Aarón, y a Eleazar y a Itamar sus hijos que habían quedado: Tomen la ofrenda
que queda de las ofrendas encendidas a Jehová, y cómanla sin levadura junto al
altar, porque es cosa muy santa.
(Lv 10:13) La comerán, pues, en
lugar santo; porque esto es para ti y para tus hijos, de las ofrendas
encendidas a Jehová, pues que así me ha sido mandado.
(Lv 10:14) Comerán asimismo en
lugar limpio, tú y tus hijos y tus hijas contigo, el pecho mecido y la
espaldilla elevada, porque por derecho son tuyos y de tus hijos, dados de los
sacrificios de paz de los hijos de Israel.
(Lv 10:15) Con las ofrendas de las grosuras que se han de
quemar, traerán la espaldilla que se ha de elevar y el pecho que será mecido
como ofrenda mecida delante de Jehová; y será por derecho perpetuo tuyo y de
tus hijos, como Jehová lo ha mandado.
(Lv 10:16) Y Moisés preguntó
por el macho cabrío de la expiación, y se halló que había sido quemado; y se
enojó contra Eleazar e Itamar, los hijos que habían quedado de Aarón, diciendo:
(Lv 10:17) ¿Por qué no comieron la expiación en lugar santo?
Pues es muy santa, y la dio él a ustedes para
llevar la iniquidad [gran maldad e injusticia] de la congregación,
para que sean reconciliados delante de Jehová.
(Lv 10:18) Observen que la sangre
no fue llevada dentro del santuario; y ustedes debían comer la ofrenda en el lugar santo, como yo mandé.
(Lv 10:19) Y respondió Aarón a Moisés: He aquí hoy han
ofrecido su expiación y su holocausto delante de
Jehová; pero a mí me han sucedido estas cosas, y si hubiera yo comido hoy del
sacrificio de expiación, ¿«sería esto
grato a»* Jehová?
(Lv 10:20) Y cuando Moisés oyó
esto, «se dio por satisfecho.»*