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significados y conceptos.
Proverbios acerca de la vida y la
conducta
(Pr 16:1) Del hombre son las disposiciones
del corazón; Mas de Jehová es la
respuesta de la lengua.
(Pr 16:2) Todos los caminos del hombre son limpios en su
propia opinión; Pero Jehová pesa los espíritus.
(Pr 16:3) Encomienda a Jehová
tus obras, Y tus pensamientos serán afirmados.
(Pr 16:4) Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo, Y
aun al impío [irreverente y sin ley]
para el día malo.
(Pr 16:5) Abominación [cosa
repugnante] es a Jehová todo altivo de corazón;
«Ciertamente»*
no quedará impune.
(Pr 16:6) Con misericordia y verdad
se corrige el pecado, Y con el temor de
Jehová los hombres se apartan del mal.
(Pr 16:7) Cuando los caminos del hombre son agradables a
Jehová, Aun a sus enemigos hace estar en paz con él.
(Pr 16:8) Mejor es lo poco con justicia Que la muchedumbre de
frutos sin derecho.
(Pr 16:9) El corazón
del hombre piensa su camino; Mas Jehová endereza
sus pasos.
(Pr 16:10) Oráculo hay en los labios
del rey; En juicio no prevaricará su boca.
(Pr 16:11) Peso y balanzas justas son de Jehová; Obra suya son
todas las pesas de la bolsa.
(Pr 16:12) Abominación [cosa
repugnante] es a los reyes hacer impiedad, Porque con justicia será
afirmado el trono.
(Pr 16:13) Los labios justos son el contentamiento de los
reyes, Y éstos aman al que habla lo recto.
(Pr 16:14) La ira del rey es mensajero de muerte; Mas el
hombre sabio la evitará.
(Pr 16:15) En la alegría del rostro del rey está la vida, Y su
benevolencia es como nube de lluvia tardía.
(Pr 16:16) Mejor es adquirir sabiduría
que oro preciado; Y adquirir inteligencia
vale más que la plata.
(Pr 16:17) El camino de los rectos se aparta del mal; Su vida
guarda el que guarda su camino.
(Pr 16:18) Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes
de la caída la altivez de espíritu.
(Pr 16:19) Mejor es humillar el espíritu
con los humildes Que repartir despojos con los soberbios.
(Pr 16:20) El entendido en la palabra hallará el bien, Y el que confía en Jehová es dichoso [afortunado, bienaventurado].
(Pr 16:21) El sabio de corazón
es llamado prudente, Y la dulzura de labios aumenta
el saber.
(Pr 16:22) Manantial de vida es el entendimiento «al que lo
posee;»* Mas
la erudición de los necios es necedad.
(Pr 16:23) El corazón
del sabio hace prudente su boca, Y añade gracia
a sus labios.
(Pr 16:24) Panal de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los huesos.
(Pr 16:25) Hay camino que parece derecho al hombre, Pero su
fin es camino de muerte.
(Pr 16:26) El alma del
que trabaja, trabaja para sí, Porque su boca le
estimula.
(Pr 16:27) El hombre perverso cava en busca del mal, Y en sus
labios hay como llama de fuego.
(Pr 16:28) El hombre perverso levanta
contienda, Y el chismoso aparta a los mejores amigos.
(Pr 16:29) El hombre malo lisonjea [avergüenza,
afrenta, deshonra] a su prójimo, Y le
hace andar por camino no bueno.
(Pr 16:30) Cierra sus ojos para pensar perversidades; Mueve
sus labios, efectúa el mal.
(Pr 16:31) Corona de honra es la vejez Que se halla en el camino de justicia.
(Pr 16:32) Mejor es el que «tarda
en airarse»* que el fuerte; Y el que se
enseñorea de su espíritu,
que el que toma una ciudad.
(Pr 16:33) La suerte
se echa en el regazo; Mas de Jehová es la decisión de ella.
(Pr 17:1) Mejor es un bocado seco, y en paz, Que casa de
contiendas llena de provisiones.
(Pr 17:2) El esclavo [siervo,
sirviente] prudente se enseñoreará del hijo que deshonra, Y con los
hermanos compartirá la herencia.
(Pr 17:3) El crisol para la plata, y la hornaza para el oro;
Pero Jehová prueba los corazones.
(Pr 17:4) El malo está atento al labio inicuo; Y el mentiroso
escucha la lengua detractora.
(Pr 17:5) El que escarnece [se
burla con agravio y tenacidad] al pobre afrenta a su Hacedor; Y el
que se alegra de la calamidad no quedará sin castigo.
(Pr 17:6) Corona de los viejos son los nietos, Y la honra de
los hijos, sus padres.
(Pr 17:7) No conviene al insensato [irracional, fatuo, necio] la altilocuencia; ¡Cuánto menos
al príncipe el labio mentiroso!
(Pr 17:8) Piedra preciosa es el soborno «para el que lo practica;»*
Adondequiera que se vuelve, halla prosperidad.
(Pr 17:9) El que cubre la falta busca amistad; Mas el que la
divulga, aparta al amigo.
(Pr 17:10) La reprensión aprovecha al entendido, Más que cien
azotes al necio.
(Pr 17:11) El rebelde no busca sino el mal, Y mensajero cruel
será enviado contra él.
(Pr 17:12) Mejor es encontrarse con una osa a la cual han
robado sus cachorros, Que con un fatuo en su necedad.
(Pr 17:13) El que da mal por bien, No se apartará el mal de su
casa.
(Pr 17:14) El que comienza la discordia es como quien suelta
las aguas; Deja, pues, la contienda, antes que se enrede.
(Pr 17:15) El que justifica al impío [irreverente y sin ley], y el que condena al
justo, Ambos son igualmente abominación [cosa repugnante] a Jehová.
(Pr 17:16) ¿De qué sirve el precio en la mano del necio para
comprar sabiduría, No teniendo entendimiento?
(Pr 17:17) En todo tiempo
ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo
de angustia.
(Pr 17:18) El hombre falto de entendimiento
presta fianzas, Y sale por fiador en presencia de su amigo.
(Pr 17:19) El que ama la disputa, ama la transgresión; Y el
que abre demasiado la puerta busca su ruina.
(Pr 17:20) El perverso de corazón
nunca hallará el bien, Y el que revuelve con su
lengua caerá en el mal.
(Pr 17:21) El que engendra al insensato, para su tristeza lo
engendra; Y el padre del insensato [irracional,
fatuo, necio] no se alegrará.
(Pr 17:22) El corazón
alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu
triste seca los huesos.
(Pr 17:23) El impío [irreverente
y sin ley] toma soborno del seno Para
pervertir las sendas de la justicia.
(Pr 17:24) En el rostro del entendido aparece la sabiduría; Mas los ojos del necio vagan hasta
el extremo de la tierra.
(Pr 17:25) El hijo necio es pesadumbre de su padre, Y amargura
a la que lo dio a luz.
(Pr 17:26) Ciertamente no es bueno condenar al justo, Ni herir
a los nobles que hacen lo recto.
(Pr 17:27) El que ahorra sus
palabras tiene sabiduría; De espíritu prudente es el hombre entendido.
(Pr 17:28) Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; El que cierra sus labios es entendido.
(Pr 18:1) Su deseo busca el
que se desvía, Y se entremete en todo negocio.
(Pr 18:2) No toma placer el
necio en la inteligencia, Sino en que
su corazón se descubra.
(Pr 18:3) Cuando viene el impío [irreverente
y sin ley], viene también el menosprecio, Y con el deshonrador la
afrenta.
(Pr 18:4) Aguas profundas son las palabras de la boca del
hombre; Y arroyo que rebosa, la fuente de la sabiduría.
(Pr 18:5) «Tener respeto a la
persona del»* impío [irreverente y sin ley], Para pervertir el
derecho del justo, no es bueno.
(Pr 18:6) Los labios del necio traen contienda; Y su boca los
azotes llama.
(Pr 18:7) La boca del necio es quebrantamiento para sí, Y sus
labios son lazos para su alma.
(Pr 18:8) Las palabras del chismoso son como bocados suaves,
Y penetran hasta las entrañas.
(Pr 18:9) También el que es negligente en su trabajo Es
hermano del hombre disipador.
(Pr 18:10) Torre fuerte es el nombre de Jehová; A él correrá el justo, y será levantado.
(Pr 18:11) Las riquezas del rico son su ciudad fortificada, Y
como un muro alto en su imaginación.
(Pr 18:12) Antes del quebrantamiento se eleva el corazón
del hombre, Y antes de la honra es el abatimiento.
(Pr 18:13) Al que responde palabra antes de oír, Le es fatuidad y oprobio.
(Pr 18:14) El ánimo del hombre soportará su enfermedad; Mas
¿quién soportará al ánimo angustiado?
(Pr 18:15) El corazón
del entendido adquiere sabiduría; Y el
oído de los sabios busca la ciencia.
(Pr 18:16) La dádiva del hombre le
ensancha el camino Y le lleva delante de los grandes.
(Pr 18:17) Justo parece el primero que aboga por su causa;
Pero viene su adversario, y le descubre.
(Pr 18:18) La suerte
pone fin a los pleitos, Y decide entre los
poderosos.
(Pr 18:19) El hermano ofendido es más tenaz que una ciudad
fuerte, Y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcázar.
(Pr 18:20) Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; Se saciará del producto de sus labios.
(Pr 18:21) La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y
el que la ama comerá de sus frutos.
(Pr 18:22) El que halla esposa halla
el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová.
(Pr 18:23) El pobre habla con ruegos, Mas el rico responde
durezas.
(Pr 18:24) El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y
amigo hay más unido que un hermano.
(Pr 19:1) Mejor es el pobre que camina en integridad,
Que el de perversos labios y fatuo.
(Pr 19:2) El alma
sin ciencia no es buena, Y aquel que se
apresura con los pies, peca.
(Pr 19:3) La insensatez del hombre tuerce su camino, Y luego contra Jehová se irrita su corazón.
(Pr 19:4) Las riquezas traen
muchos amigos; Mas el pobre es apartado de su amigo.
(Pr 19:5) El testigo falso no quedará sin castigo, Y el que habla mentiras no escapará.
(Pr 19:6) Muchos buscan «el
favor del»* generoso, Y cada uno es amigo
del hombre que da.
(Pr 19:7) Todos los hermanos del pobre le aborrecen; ¡Cuánto más sus amigos se alejarán de él! Buscará la
palabra, y no la hallará.
(Pr 19:8) El que posee entendimiento
ama su alma;
El que guarda la inteligencia hallará
el bien.
(Pr 19:9) El testigo falso no quedará sin castigo, Y el que habla mentiras perecerá.
(Pr 19:10) No conviene al necio el deleite; ¡Cuánto menos al
esclavo [siervo, sirviente] ser señor
de los príncipes!
(Pr 19:11) La cordura [prudencia y buen juicio] del hombre detiene su furor, Y su honra es pasar por alto la ofensa.
(Pr 19:12) Como rugido de cachorro de león es la ira del rey,
Y su favor como el rocío sobre la hierba.
(Pr 19:13) Dolor es para su padre el hijo necio, Y gotera
continua las contiendas de la mujer.
(Pr 19:14) La casa y las riquezas son herencia de los padres;
Mas de Jehová la mujer prudente.
(Pr 19:15) La pereza hace caer en profundo sueño, Y el alma negligente padecerá hambre.
(Pr 19:16) El que guarda el mandamiento
guarda su alma; Mas el que desprecia
sus caminos morirá.
(Pr 19:17) A Jehová presta el que da al pobre, Y el bien que
ha hecho, se lo volverá a pagar.
(Pr 19:18) Castiga a
tu hijo en tanto que hay esperanza; Mas
no se apresure tu alma para destruirlo.
(Pr 19:19) El de grande ira llevará la pena; Y si usa de
violencias, añadirá nuevos males.
(Pr 19:20) Escucha el consejo,
y recibe la corrección, Para que seas sabio en tu vejez.
(Pr 19:21) Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; Mas el consejo de Jehová
permanecerá.
(Pr 19:22) Contentamiento es a los hombres hacer misericordia; Pero mejor es el pobre que el mentiroso.
(Pr 19:23) El temor de Jehová es para vida, Y con él vivirá
lleno de reposo el hombre; No será visitado de
mal.
(Pr 19:24) El perezoso mete su
mano en el plato, Y ni aun a su boca la llevará.
(Pr 19:25) Hiere al
escarnecedor [burlador con agravio y
tenacidad], y el simple se hará avisado;
Y corrigiendo al entendido, entenderá ciencia.
(Pr 19:26) El que roba a su padre y ahuyenta a su madre, Es
hijo que causa vergüenza y acarrea oprobio.
(Pr 19:27) Cesa, hijo mío, de
oír las enseñanzas Que te hacen divagar de las razones de sabiduría.
(Pr 19:28) El testigo perverso se burlará del juicio, Y la
boca de los impíos [irreverentes y sin ley]
encubrirá la iniquidad [gran maldad e
injusticia].
(Pr 19:29) Preparados están juicios para los escarnecedores [burladores con agravio y tenacidad], Y azotes
para las espaldas de los necios.
(Pr 20:1) El vino es escarnecedor [burlador
con agravio y tenacidad], la sidra alborotadora, Y cualquiera que
por ellos yerra no es sabio.
(Pr 20:2) Como rugido de cachorro de león es el terror del
rey; El que lo enfurece peca contra sí mismo.
(Pr 20:3) Honra es del hombre dejar la contienda; Mas todo
insensato se envolverá en ella.
(Pr 20:4) El perezoso no ara a
causa del invierno; Pedirá, pues, en la siega, y no hallará.
(Pr 20:5) Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre; Mas el hombre entendido
lo alcanzará.
(Pr 20:6) Muchos hombres proclaman
«cada uno»*
su propia bondad, Pero hombre de verdad,
¿quién lo hallará?
(Pr 20:7) Camina en su integridad
el justo; Sus hijos son dichosos después de él.
(Pr 20:8) El rey que se sienta en el trono de juicio, Con su
mirar disipa todo mal.
(Pr 20:9) ¿Quién podrá decir:
Yo he limpiado mi corazón, Limpio estoy
de mi pecado?
(Pr 20:10) «Pesa falsa y medida
falsa,»* Ambas cosas
son abominación [cosa repugnante]
a Jehová.
(Pr 20:11) Aun el muchacho es conocido
por sus hechos, Si su conducta fuere limpia y recta.
(Pr 20:12) El oído que oye, y el ojo que ve, Ambas cosas
igualmente ha hecho Jehová.
(Pr 20:13) No ames el sueño,
para que no te empobrezcas; Abre tus ojos, y te saciarás de pan.
(Pr 20:14) El que compra dice:
Malo es, malo es; Mas cuando se aparta, se alaba.
(Pr 20:15) Hay oro y multitud de piedras preciosas; Mas los
labios prudentes son joya preciosa.
(Pr 20:16) Quítale su ropa al
que salió por fiador del extraño, Y toma prenda del que sale fiador por los
extraños.
(Pr 20:17) Sabroso es al hombre el pan de mentira; Pero
después su boca será llena de cascajo.
(Pr 20:18) Los pensamientos con el consejo se
ordenan; Y con dirección sabia se hace la guerra.
(Pr 20:19) El que anda en chismes descubre el secreto; No te entremetas, pues, con el suelto de lengua.
(Pr 20:20) Al que maldice a su padre o a su madre, Se le
apagará su lámpara en oscuridad tenebrosa.
(Pr 20:21) Los bienes que se adquieren de prisa al principio,
No serán al final bendecidos.
(Pr 20:22) No digas: Yo me
vengaré; Espera a Jehová, y él te salvará.
(Pr 20:23) Abominación [cosa
repugnante] son a Jehová «las
pesas falsas,»* Y la balanza falsa no es
buena.
(Pr 20:24) De Jehová son los pasos del hombre; ¿Cómo, pues,
entenderá el hombre su camino?
(Pr 20:25) Lazo es al hombre hacer apresuradamente voto de
consagración, Y después de hacerlo, reflexionar.
(Pr 20:26) El rey sabio avienta a los impíos [irreverentes y sin ley], Y sobre ellos hace
rodar la rueda.
(Pr 20:27) Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, La cual escudriña [inquiere, analiza] lo más profundo del corazón.
(Pr 20:28) Misericordia y verdad
guardan al rey, Y con clemencia se sustenta su
trono.
(Pr 20:29) La gloria de los jóvenes es su fuerza, Y la
hermosura de los ancianos es su vejez.
(Pr 20:30) Los azotes que hieren son medicina para el malo, Y
el castigo purifica el corazón.
(Pr 21:1) Como los repartimientos de las aguas, Así está el corazón del rey en la mano de Jehová; A todo
lo que quiere lo inclina.
(Pr 21:2) Todo camino del hombre es recto en su propia opinión; Pero Jehová pesa los corazones.
(Pr 21:3) Hacer justicia y juicio es a Jehová Más agradable
que sacrificio.
(Pr 21:4) Altivez de ojos, y orgullo de corazón, Y pensamiento de impíos [irreverentes y sin ley], son pecado.
(Pr 21:5) Los pensamientos del diligente ciertamente
tienden a la abundancia; Mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va
a la pobreza.
(Pr 21:6) Amontonar tesoros con lengua mentirosa Es aliento fugaz de aquellos que buscan la
muerte.
(Pr 21:7) La rapiña de los impíos [irreverentes
y sin ley] los destruirá, Por cuanto
no quisieron hacer juicio.
(Pr 21:8) El camino del hombre perverso es torcido y extraño;
Mas los hechos del limpio son rectos.
(Pr 21:9) Mejor es vivir en un rincón del terrado Que con
mujer rencillosa en casa espaciosa.
(Pr 21:10) El alma del
impío [irreverente y sin ley] desea el mal; Su prójimo no halla favor en sus ojos.
(Pr 21:11) Cuando el escarnecedor [burlador
con agravio y tenacidad] es castigado,
el simple se hace sabio; Y cuando se le amonesta
al sabio, aprende ciencia.
(Pr 21:12) Considera el justo la casa del impío [irreverente y sin ley], Cómo los impíos [irreverentes y sin ley] son trastornados por
el mal.
(Pr 21:13) El que cierra su
oído al clamor del pobre, También él clamará, y no será oído.
(Pr 21:14) La dádiva en secreto calma
el furor, Y el don en el seno, la fuerte ira.
(Pr 21:15) Alegría es para el justo el hacer juicio; Mas
destrucción a los que hacen iniquidad [gran maldad e injusticia].
(Pr 21:16) El hombre que se aparta del camino de la sabiduría Vendrá a parar en la compañía de
los muertos.
(Pr 21:17) Hombre necesitado será el que ama el deleite, Y el
que ama el vino y los ungüentos no se enriquecerá.
(Pr 21:18) Rescate del justo es el impío [irreverente y sin ley], Y por los rectos, el
prevaricador.
(Pr 21:19) Mejor es morar en tierra desierta Que con la mujer
rencillosa e iracunda.
(Pr 21:20) Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio;
Mas el hombre insensato todo lo disipa.
(Pr 21:21) El que sigue la justicia y la misericordia Hallará la vida, la justicia y la honra.
(Pr 21:22) Tomó el sabio la
ciudad de los fuertes, Y derribó la fuerza en que ella confiaba.
(Pr 21:23) El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias.
(Pr 21:24) Escarnecedor [burlador
con agravio y tenacidad] es el nombre del soberbio y presuntuoso Que
obra en la insolencia de su presunción.
(Pr 21:25) El deseo del perezoso le mata, Porque sus manos no quieren trabajar.
(Pr 21:26) Hay quien todo el día codicia; Pero el justo da, y no detiene su mano.
(Pr 21:27) El sacrificio de los impíos [irreverentes y sin ley] es abominación [cosa repugnante]; ¡Cuánto más ofreciéndolo
con maldad!
(Pr 21:28) El testigo mentiroso perecerá; Mas el hombre que oye, permanecerá en su dicho.
(Pr 21:29) El hombre impío [irreverente
y sin ley] endurece su rostro; Mas el recto
ordena sus caminos.
(Pr 21:30) No hay sabiduría,
ni inteligencia, Ni consejo, contra
Jehová.
(Pr 21:31) El caballo se alista para el día de la batalla; Mas
Jehová es el que da la victoria.
(Pr 22:1) De más estima es el buen nombre que las muchas
riquezas, Y la buena fama más que la plata y el oro.
(Pr 22:2) El rico y el pobre se encuentran; A ambos los hizo
Jehová.
(Pr 22:3) El avisado ve el mal
y se esconde; Mas los simples pasan y reciben el daño.
(Pr 22:4) Riquezas, honra y vida Son la remuneración de la
humildad y del temor de Jehová.
(Pr 22:5) Espinos y lazos hay en el camino del perverso; El
que guarda su alma se alejará de ellos.
(Pr 22:6) Instruye al niño en
su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
(Pr 22:7) El rico se enseñorea de los pobres, Y el que toma
prestado es esclavo [siervo, sirviente]
del que presta.
(Pr 22:8) El que sembrare iniquidad [gran maldad e injusticia],
iniquidad [gran
maldad e injusticia] segará, Y la vara de su insolencia se quebrará.
(Pr 22:9) El ojo misericordioso
será bendito, Porque dio de su pan al indigente.
(Pr 22:10) Echa fuera al escarnecedor [burlador con agravio y tenacidad], y saldrá la contienda, Y cesará el pleito y la afrenta.
(Pr 22:11) El que ama la limpieza de corazón, Por la gracia de sus labios tendrá la amistad del rey.
(Pr 22:12) Los ojos de Jehová velan
por la ciencia; Mas él trastorna las
cosas de los prevaricadores.
(Pr 22:13) Dice el perezoso: El
león está fuera; Seré muerto en la calle.
(Pr 22:14) Fosa profunda es la boca de la mujer extraña; Aquel
contra el cual Jehová estuviere airado caerá en ella.
(Pr 22:15) La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la alejará de él.
(Pr 22:16) El que oprime al pobre para aumentar sus ganancias, O que da al rico, ciertamente se
empobrecerá.
(Pr 22:17) Inclina tu oído y
oye las palabras de los sabios, Y aplica tu corazón
a mi sabiduría;
(Pr 22:18) Porque es cosa deliciosa, si las guardares dentro
de ti; Si juntamente se afirmaren sobre tus labios.
(Pr 22:19) Para que tu
confianza sea en Jehová, Te las he hecho saber hoy a ti también.
(Pr 22:20) ¿No te he escrito
tres veces En consejos y en ciencia,
(Pr 22:21) Para hacerte saber la certidumbre de las palabras
de verdad, A fin de que vuelvas a
llevar palabras de verdad a los que te
enviaron?
(Pr 22:22) No robes al pobre,
porque es pobre, Ni quebrantes en la puerta al afligido;
(Pr 22:23) Porque Jehová juzgará
la causa de ellos, Y despojará el alma
de aquellos que los despojaren.
(Pr 22:24) No te entremetas con el «iracundo,»* Ni te acompañes con el hombre de enojos,
(Pr 22:25) No sea que aprendas sus maneras, Y tomes lazo para tu alma.
(Pr 22:26) No seas de «aquellos que se comprometen,»* Ni de los que salen por fiadores de deudas.
(Pr 22:27) Si no tuvieres para pagar, ¿Por qué han de quitar tu cama de debajo de ti?
(Pr 22:28) No traspases los linderos antiguos Que pusieron tus padres.
(Pr 22:29) ¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante
de los reyes estará; No estará delante de los de
baja condición.
(Pr 23:1) Cuando te sientes a
comer con algún señor, Considera bien lo que está delante de ti,
(Pr 23:2) Y pon cuchillo a tu
garganta, Si «tienes gran apetito.»*
(Pr 23:3) No codicies sus
manjares delicados, Porque es pan engañoso.
(Pr 23:4) No te afanes por
hacerte rico; Sé prudente, y desiste.
(Pr 23:5) ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo
ningunas? Porque se harán alas Como alas de águila, y volarán al cielo.
(Pr 23:6) No comas pan con el «avaro,»* Ni
codicies sus manjares;
(Pr 23:7) Porque cual es su pensamiento en su corazón,
tal es él. Come y bebe, te dirá; Mas su corazón
no está contigo.
(Pr 23:8) Vomitarás la parte
que comiste, Y perderás tus suaves palabras.
(Pr 23:9) No hables a oídos
del necio, Porque despreciará la prudencia
de tus razones.
(Pr 23:10) No traspases el lindero antiguo, Ni entres en la
heredad [posesión] de los huérfanos;
(Pr 23:11) Porque el defensor de ellos es el Fuerte, El cual juzgará la causa de ellos contra ti.
(Pr 23:12) Aplica tu corazón
a la enseñanza, Y tus oídos a las palabras de sabiduría.
(Pr 23:13) No rehúses corregir al muchacho; Porque si lo castigas
con vara, no morirá.
(Pr 23:14) Lo castigarás
con vara, Y librarás su alma del Seol.
(Pr 23:15) Hijo mío, si tu corazón fuere sabio, También a mí se me
alegrará el corazón;
(Pr 23:16) Mis entrañas también se alegrarán Cuando tus labios hablaren cosas rectas.
(Pr 23:17) No tenga tu corazón
envidia de los pecadores, Antes persevera en el
temor de Jehová todo el tiempo;
(Pr 23:18) Porque ciertamente hay fin, Y tu esperanza no será cortada.
(Pr 23:19) Oye, hijo mío, y sé
sabio, Y endereza tu corazón al camino.
(Pr 23:20) No estés con los
bebedores de vino, Ni con los comedores de carne;
(Pr 23:21) Porque el bebedor y el comilón empobrecerán, Y el sueño hará vestir vestidos rotos.
(Pr 23:22) Oye a tu padre, a aquel que te engendró; Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies.
(Pr 23:23) Compra la verdad, y no la vendas; La sabiduría, la enseñanza y la inteligencia.
(Pr 23:24) Mucho se alegrará el padre del justo, Y el que
engendra sabio se gozará con él.
(Pr 23:25) Alégrense tu padre y
tu madre, Y gócese la que te dio a luz.
(Pr 23:26) Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos.
(Pr 23:27) Porque abismo [profundidad]
profundo es la prostituta [ramera], Y pozo angosto la extraña.
(Pr 23:28) También ella, como
robador, acecha, Y multiplica entre los hombres los prevaricadores.
(Pr 23:29) ¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para
quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde?
¿Para quién lo amoratado de los ojos?
(Pr 23:30) Para los que se detienen mucho en el vino, Para los
que van buscando la mistura.
(Pr 23:31) No mires al vino
cuando rojea, Cuando resplandece su color en la copa. Se entra suavemente;
(Pr 23:32) Mas al fin como serpiente morderá, Y como áspid dará dolor.
(Pr 23:33) Tus ojos mirarán cosas extrañas, Y tu corazón hablará
perversidades.
(Pr 23:34) Serás como el que
yace en medio del mar, O como el que está en la punta de un mastelero.
(Pr 23:35) Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió; Me azotaron, mas no lo sentí; Cuando despertare, aún lo
volveré a buscar.
(Pr 24:1) No tengas envidia de los hombres malos, Ni desees
estar con ellos;
(Pr 24:2) Porque su corazón piensa en robar, E iniquidad [gran maldad e
injusticia] hablan sus labios.
(Pr 24:3) Con sabiduría
se edificará la casa, Y con prudencia se afirmará;
(Pr 24:4) Y con ciencia
se llenarán las cámaras De todo bien preciado y
agradable.
(Pr 24:5) El hombre sabio es fuerte, Y de pujante vigor el
hombre docto.
(Pr 24:6) Porque con ingenio harás
la guerra, Y en la multitud de consejeros está la victoria.
(Pr 24:7) Alta está para el insensato la sabiduría; En la puerta no abrirá él su boca.
(Pr 24:8) Al que piensa hacer el mal, Le llamarán «hombre de malos pensamientos.»*
(Pr 24:9) El pensamiento del necio es pecado, Y abominación [cosa repugnante] a los hombres el
escarnecedor [burlador con agravio y tenacidad].
(Pr 24:10) Si fueres flojo en el día de trabajo, Tu fuerza
será reducida.
(Pr 24:11) Libra a los que son
llevados a la muerte; Salva a los que están en peligro de muerte.
(Pr 24:12) Porque si dijeres: Ciertamente no lo supimos, ¿Acaso no lo entenderá el que pesa los corazones? El
que mira por tu alma, él lo conocerá, Y
dará al hombre según sus obras.
(Pr 24:13) Come, hijo mío, de
la miel, porque es buena, Y el panal es dulce a tu paladar.
(Pr 24:14) Así será a tu alma
el conocimiento de la sabiduría; Si la
hallares tendrás recompensa, Y al fin tu esperanza no será cortada.
(Pr 24:15) Oh impío [irreverente
y sin ley], no aceches la tienda del justo, No saquees su cámara;
(Pr 24:16) Porque siete veces cae
el justo, y vuelve a levantarse; Mas los impíos [irreverentes y sin ley] caerán en el mal.
(Pr 24:17) Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes, Y cuando tropezare, no se alegre tu corazón;
(Pr 24:18) No sea que Jehová lo mire,
y le desagrade, Y aparte de sobre él su enojo.
(Pr 24:19) No te entremetas con
los malignos, Ni tengas envidia de los impíos [irreverentes y sin ley];
(Pr 24:20) Porque para el malo no habrá buen fin, Y la lámpara de los impíos [irreverentes y sin ley] será apagada.
(Pr 24:21) Teme a Jehová, hijo
mío, y al rey; No te entremetas con los veleidosos;
(Pr 24:22) Porque su quebrantamiento vendrá de repente; Y el
quebrantamiento de ambos, ¿quién lo comprende?
(Pr 24:23) También estos son dichos de los sabios: «Hacer acepción de personas»* en el juicio no es bueno.
(Pr 24:24) El que dijere al malo: Justo eres, Los pueblos lo maldecirán, y le detestarán las naciones;
(Pr 24:25) Mas los que lo reprendieren tendrán gratitud, Y sobre ellos vendrá gran bendición.
(Pr 24:26) Besados serán los labios Del que responde palabras
rectas.
(Pr 24:27) Prepara tus labores fuera, Y disponlas en tus campos, Y después edificarás tu casa.
(Pr 24:28) No seas sin causa
testigo contra tu prójimo, Y no lisonjees con tus labios.
(Pr 24:29) No digas: Como me hizo, así le haré; Daré el pago al hombre según su obra.
(Pr 24:30) Pasé junto al campo
del hombre perezoso, Y junto a la viña del hombre falto de entendimiento;
(Pr 24:31) Y he aquí que por toda ella habían crecido los espinos, Ortigas habían ya cubierto su superficie
[faz], Y su cerca de piedra
estaba ya destruida.
(Pr 24:32) Miré, y lo puse en mi corazón;
Lo vi, y tomé consejo.
(Pr 24:33) Un poco de sueño, cabeceando otro poco, Poniendo
mano sobre mano otro poco para dormir;
(Pr 24:34) Así vendrá como caminante tu necesidad, Y tu
pobreza como hombre armado.
Comparaciones y lecciones morales
(Pr 25:1) También estos son proverbios de Salomón, los cuales
copiaron los varones de Ezequías, rey de Judá:
(Pr 25:2) Gloria de Dios es encubrir un asunto; Pero honra
del rey es escudriñarlo [inquirirlo,
analizarlo].
(Pr 25:3) Para la altura de los cielos, y para la profundidad
de la tierra, Y para el corazón de los
reyes, no hay investigación.
(Pr 25:4) Quita las escorias de la plata, Y saldrá alhaja al fundidor.
(Pr 25:5) Aparta al impío [irreverente
y sin ley] de la presencia del rey, Y su trono se afirmará en
justicia.
(Pr 25:6) No te alabes delante del rey, Ni estés en el lugar de los grandes;
(Pr 25:7) Porque mejor es que se te diga: Sube acá, Y no que seas humillado delante del príncipe A
quien han visto tus ojos.
(Pr 25:8) No entres apresuradamente en pleito, No sea que no
sepas qué hacer al fin, Después que tu prójimo
te haya avergonzado.
(Pr 25:9) Trata tu causa con
tu compañero, Y no descubras el secreto a otro,
(Pr 25:10) No sea que te deshonre
el que lo oyere, Y tu infamia no pueda repararse.
(Pr 25:11) Manzana de oro con figuras de plata Es la palabra
dicha como conviene.
(Pr 25:12) Como zarcillo de oro y joyel de oro fino Es el que
reprende al sabio que tiene oído dócil.
(Pr 25:13) Como frío de nieve en tiempo
de la siega, Así es el mensajero fiel a los que lo envían, Pues al alma de su señor da refrigerio.
(Pr 25:14) Como nubes y vientos sin lluvia, Así es el hombre
que se jacta de falsa liberalidad.
(Pr 25:15) Con «larga
paciencia»* se aplaca el príncipe, Y la lengua blanda quebranta los huesos.
(Pr 25:16) ¿Hallaste miel? Come
lo que te basta, No sea que hastiado de ella la vomites.
(Pr 25:17) Detén tu pie de la
casa de tu vecino, No sea que hastiado de ti te aborrezca.
(Pr 25:18) Martillo y cuchillo y flecha [saeta] aguda Es el hombre que habla contra su
prójimo falso testimonio.
(Pr 25:19) Como diente roto y pie descoyuntado Es la confianza
en el prevaricador en tiempo de
angustia.
(Pr 25:20) El que canta canciones al corazón afligido Es como el que quita la ropa en tiempo de frío, o el que sobre el jabón echa
vinagre.
(Pr 25:21) Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan, Y si tuviere sed, dale de beber agua;
(Pr 25:22) Porque ascuas
amontonarás sobre su cabeza, Y Jehová te lo pagará.
(Pr 25:23) El viento del norte ahuyenta la lluvia, Y el rostro
airado la lengua detractora.
(Pr 25:24) Mejor es estar en un rincón del terrado, Que con
mujer rencillosa en casa espaciosa.
(Pr 25:25) Como el agua fría al alma
sedienta, Así son las buenas nuevas de lejanas tierras.
(Pr 25:26) Como fuente turbia y manantial corrompido, Es el
justo que cae delante del impío [irreverente y
sin ley].
(Pr 25:27) Comer mucha miel no es bueno, Ni el buscar la
propia gloria es gloria.
(Pr 25:28) Como ciudad derribada y sin muro Es el hombre cuyo espíritu no tiene rienda.
(Pr 26:1) Como no conviene la nieve en el verano, ni la
lluvia en la siega, Así no conviene al necio la honra.
(Pr 26:2) Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina
en su vuelo, Así la maldición nunca vendrá sin causa.
(Pr 26:3) El látigo para el caballo, el cabestro para el
asno, Y la vara para la espalda del necio.
(Pr 26:4) Nunca respondas al
necio de acuerdo con su necedad, Para que no seas tú también como él.
(Pr 26:5) Responde al necio
como merece su necedad, Para que no se estime sabio en su propia opinión.
(Pr 26:6) Como el que se corta los pies y bebe su daño, Así
es el que envía recado por mano de un necio.
(Pr 26:7) Las piernas del cojo penden
inútiles; Así es el proverbio en la boca del necio.
(Pr 26:8) Como quien liga la piedra en la honda, Así hace el
que da honra al necio.
(Pr 26:9) Espinas hincadas en
mano del embriagado, Tal es el proverbio en la boca de los necios.
(Pr 26:10) Como arquero que a todos hiere, Es el que toma a
sueldo insensatos y vagabundos.
(Pr 26:11) Como perro que vuelve a su vómito, Así es el necio
que repite su necedad.
(Pr 26:12) ¿Has visto hombre sabio en su propia opinión? Más esperanza hay
del necio que de él.
(Pr 26:13) Dice el perezoso: El
león está en el camino; El león está en las calles.
(Pr 26:14) Como la puerta gira
sobre sus quicios, Así el perezoso se vuelve en su cama.
(Pr 26:15) Mete el perezoso su
mano en el plato; Se cansa de llevarla a su boca.
(Pr 26:16) En su propia opinión el perezoso
es más sabio Que siete que sepan aconsejar.
(Pr 26:17) El que pasando se deja llevar de la ira en pleito
ajeno Es como el que toma al perro por las
orejas.
(Pr 26:18) Como el que enloquece, y echa llamas Y flechas [saetas] y muerte,
(Pr 26:19) Tal es el hombre que engaña
a su amigo, Y dice: Ciertamente lo hice por broma.
(Pr 26:20) Sin leña se apaga el
fuego, Y donde no hay chismoso, cesa la contienda.
(Pr 26:21) El carbón para brasas, y la leña para el fuego; Y
el hombre rencilloso para encender contienda.
(Pr 26:22) Las palabras del chismoso son como bocados suaves,
Y penetran hasta las entrañas.
(Pr 26:23) Como escoria de plata echada sobre el tiesto Son
los labios lisonjeros y el corazón
malo.
(Pr 26:24) El que odia disimula
con sus labios; Mas en su interior maquina
engaño.
(Pr 26:25) Cuando hablare amigablemente, no le creas; Porque siete abominaciones hay en su corazón.
(Pr 26:26) Aunque su odio se cubra con disimulo, Su maldad será descubierta en la congregación.
(Pr 26:27) El que cava foso caerá
en él; Y al que revuelve la piedra, sobre él le volverá.
(Pr 26:28) La lengua falsa atormenta
al que ha lastimado, Y la boca lisonjera hace resbalar.
(Pr 27:1) No te jactes del día
de mañana; Porque no sabes qué dará de sí el día.
(Pr 27:2) Alábete el extraño, y no tu propia boca; El ajeno,
y no los labios tuyos.
(Pr 27:3) Pesada es la piedra, y la arena pesa; Mas la ira
del necio es más pesada que ambas.
(Pr 27:4) Cruel es la ira, e impetuoso el furor; Mas ¿quién
podrá sostenerse delante de la envidia?
(Pr 27:5) Mejor es reprensión manifiesta Que amor oculto.
(Pr 27:6) Fieles son las heridas del que ama; Pero importunos
los besos del que aborrece.
(Pr 27:7) El hombre saciado desprecia el panal de miel; Pero
al hambriento todo lo amargo es dulce.
(Pr 27:8) Cual ave que se va de su nido, Tal es el hombre que se va de su lugar.
(Pr 27:9) El ungüento y el perfume alegran el corazón, Y el cordial consejo del amigo, al hombre.
(Pr 27:10) No dejes a tu amigo,
ni al amigo de tu padre; Ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu
aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos.
(Pr 27:11) Sé sabio, hijo mío,
y alegra mi corazón, Y tendré qué
responder al que me agravie.
(Pr 27:12) El avisado ve el mal
y se esconde; Mas los simples pasan y llevan el daño.
(Pr 27:13) Quítale su ropa al
que salió fiador por el extraño; Y al que fía a la extraña, tómale prenda.
(Pr 27:14) El que bendice a su amigo en alta voz, madrugando
de mañana, Por maldición se le contará.
(Pr 27:15) Gotera continua en tiempo
de lluvia Y la mujer rencillosa, son semejantes;
(Pr 27:16) Pretender contenerla es como refrenar el viento, O
sujetar el aceite en la mano derecha.
(Pr 27:17) Hierro con hierro se aguza; Y así el hombre aguza el rostro de su amigo.
(Pr 27:18) Quien cuida la higuera comerá su fruto, Y el que mira por los intereses de su
señor, tendrá honra.
(Pr 27:19) Como en el agua el rostro corresponde al rostro,
Así el corazón del hombre al del
hombre.
(Pr 27:20) El Seol y
el Abadón nunca se sacian; Así los ojos del
hombre nunca están satisfechos.
(Pr 27:21) El crisol prueba
la plata, y la hornaza el oro, Y al hombre la boca del que lo alaba.
(Pr 27:22) Aunque majes al
necio en un mortero entre granos de trigo majados con el pisón, No se apartará
de él su necedad.
(Pr 27:23) Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas, Y
mira con cuidado por tus rebaños;
(Pr 27:24) Porque las riquezas no duran para siempre; ¿Y será
la corona para perpetuas generaciones?
(Pr 27:25) Saldrá la grama,
aparecerá la hierba, Y se segarán las hierbas de los montes.
(Pr 27:26) Los corderos son para tus vestidos, Y los cabritos
para el precio del campo;
(Pr 27:27) Y abundancia de leche de las cabras para tu
mantenimiento, para mantenimiento de tu casa, Y para sustento de tus criadas.
Otros proverbios acerca de diversos
asuntos
(Pr 28:1) Huye el impío [irreverente y sin ley] sin que nadie lo
persiga; Mas el justo está confiado como un león.
(Pr 28:2) Por la rebelión de la tierra sus príncipes son
muchos; Mas por el hombre entendido y sabio permanece
estable.
(Pr 28:3) El hombre pobre y robador de los pobres Es como
lluvia torrencial que deja sin pan.
(Pr 28:4) Los que dejan la ley alaban
a los impíos [irreverentes y sin ley];
Mas los que la guardan contenderán con ellos.
(Pr 28:5) Los hombres malos no entienden el juicio; Mas los
que buscan a Jehová entienden todas las cosas.
(Pr 28:6) Mejor es el pobre que camina en su integridad, Que el de perversos caminos y rico.
(Pr 28:7) El que guarda la ley es hijo prudente; Mas el que
es compañero de glotones avergüenza a su padre.
(Pr 28:8) El que aumenta sus
riquezas con usura y crecido interés, Para aquel que se compadece de los pobres
las aumenta.
(Pr 28:9) El que aparta su
oído para no oír la ley, Su oración también es abominable.
(Pr 28:10) El que hace errar a los rectos por el mal camino,
El caerá en su misma fosa; Mas los perfectos
heredarán el bien.
(Pr 28:11) El hombre rico es sabio en su propia opinión; Mas el pobre entendido lo escudriña [inquiere, analiza].
(Pr 28:12) Cuando los justos se alegran, grande es la gloria;
Mas cuando se levantan los impíos [irreverentes
y sin ley], tienen que esconderse los
hombres.
(Pr 28:13) El que encubre sus
pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará
misericordia.
(Pr 28:14) Dichoso [afortunado,
bienaventurado] el hombre que siempre teme a Dios; Mas el que
endurece su corazón caerá en el mal.
(Pr 28:15) León rugiente y oso hambriento Es el príncipe impío
[irreverente y sin ley] sobre el
pueblo pobre.
(Pr 28:16) El príncipe falto de entendimiento
multiplicará la extorsión; Mas el que aborrece la avaricia prolongará sus días.
(Pr 28:17) El hombre cargado de la sangre de alguno Huirá hasta el
sepulcro, y nadie le detendrá.
(Pr 28:18) El que en integridad
camina será salvo; Mas el de perversos caminos
caerá en alguno.
(Pr 28:19) El que labra su
tierra se saciará de pan; Mas el que sigue a los ociosos se llenará de pobreza.
(Pr 28:20) El hombre de verdad
tendrá muchas bendiciones; Mas el que se apresura a enriquecerse no será sin
culpa.
(Pr 28:21) «Hacer acepción de
personas»* no es bueno; Hasta por un bocado
de pan prevaricará el hombre.
(Pr 28:22) Se apresura a ser rico el «avaro,»* Y no sabe que le
ha de venir pobreza.
(Pr 28:23) El que reprende al hombre, hallará después mayor gracia Que el que lisonjea con la
lengua.
(Pr 28:24) El que roba a su padre o a su madre, y dice que no
es maldad, Compañero es del hombre destruidor.
(Pr 28:25) El altivo de ánimo suscita
contiendas; Mas el que confía en Jehová prosperará.
(Pr 28:26) El que confía en su propio corazón es necio; Mas el que
camina en sabiduría será librado.
(Pr 28:27) El que da al pobre no tendrá pobreza; Mas el que
aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones.
(Pr 28:28) Cuando los impíos [irreverentes
y sin ley] son levantados se esconde
el hombre; Mas cuando perecen, los justos se multiplican.
(Pr 29:1) El hombre que reprendido endurece la cerviz, De
repente será quebrantado [despedazado],
y no habrá para él medicina.
(Pr 29:2) Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra; Mas cuando domina el impío [irreverente y sin ley], el pueblo gime.
(Pr 29:3) El hombre que ama la sabiduría
alegra a su padre; Mas el que frecuenta
prostituta [ramera] perderá los bienes.
(Pr 29:4) El rey con el juicio afirma
la tierra; Mas el que exige regalos [presentes]
la destruye.
(Pr 29:5) El hombre que lisonjea a su prójimo, Red tiende
delante de sus pasos.
(Pr 29:6) En la transgresión del hombre malo hay lazo; Mas el
justo cantará y se alegrará.
(Pr 29:7) Conoce el justo la causa de los pobres; Mas el
impío [irreverente y sin ley] no
entiende sabiduría.
(Pr 29:8) Los hombres escarnecedores [burladores con agravio y tenacidad] ponen la
ciudad en llamas; Mas los sabios apartan la ira.
(Pr 29:9) Si el hombre sabio contendiere con el necio, Que se
enoje o que se ría, no tendrá reposo.
(Pr 29:10) Los hombres sanguinarios aborrecen al perfecto, Mas los rectos buscan su contentamiento.
(Pr 29:11) El necio da rienda suelta a toda su ira, Mas el sabio al fin la sosiega.
(Pr 29:12) Si un gobernante atiende la palabra mentirosa,
Todos sus servidores serán impíos [irreverentes y sin ley].
(Pr 29:13) El pobre y el usurero se encuentran; Jehová alumbra
los ojos de ambos.
(Pr 29:14) Del rey que juzga con verdad
a los pobres, El trono será firme para siempre.
(Pr 29:15) La vara y la corrección dan sabiduría;
Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.
(Pr 29:16) Cuando los impíos [irreverentes
y sin ley] son muchos, mucha es la
transgresión; Mas los justos verán la ruina de ellos.
(Pr 29:17) Corrige a tu hijo, y te dará descanso, Y
dará alegría a tu alma.
(Pr 29:18) Sin profecía el pueblo se desenfrena; Mas el que guarda la ley es dichoso [afortunado, bienaventurado].
(Pr 29:19) El esclavo [siervo,
sirviente] no se corrige con palabras; Porque entiende,
mas no hace caso.
(Pr 29:20) ¿Has visto hombre ligero en sus palabras? Más esperanza hay del necio que de él.
(Pr 29:21) El esclavo [siervo,
sirviente] mimado desde la niñez por
su amo, A la postre será su heredero.
(Pr 29:22) El hombre iracundo levanta
contiendas, Y el furioso muchas veces peca.
(Pr 29:23) La soberbia del hombre le
abate; Pero al humilde de espíritu
sustenta la honra.
(Pr 29:24) El cómplice del ladrón aborrece su propia alma;
Pues oye la imprecación y no dice nada.
(Pr 29:25) El temor del hombre pondrá
lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado.
(Pr 29:26) Muchos buscan el favor del príncipe; Mas de Jehová
viene el juicio de «cada uno.»*
(Pr 29:27) Abominación [cosa
repugnante] es a los justos el hombre inicuo; Y abominación [cosa repugnante] es al impío [irreverente y sin ley] el de caminos rectos.
La palabras de Agur
(Pr 30:1) Palabras de Agur, hijo de Jaqué; la profecía que
dijo el varón a Itiel, a Itiel y a Ucal.
(Pr 30:2) Ciertamente más rudo soy yo
que ninguno, Ni tengo entendimiento de
hombre.
(Pr 30:3) Yo ni aprendí sabiduría, Ni conozco la ciencia del Santo.
(Pr 30:4) ¿Quién subió al
cielo, y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién ató las
aguas en un paño? ¿Quién afirmó todos los términos de la tierra? ¿Cuál es su
nombre, y el nombre de su hijo, si sabes?
(Pr 30:5) Toda palabra de Dios es limpia; El es escudo a los que en él esperan.
(Pr 30:6) No añadas a sus
palabras, para que no te reprenda, Y seas hallado mentiroso.
(Pr 30:7) Dos cosas te he demandado;
No me las niegues antes que muera:
(Pr 30:8) Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Mantenme del
pan necesario;
(Pr 30:9) No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es
Jehová? O que siendo pobre, hurte [robe], Y blasfeme el nombre de mi Dios.
(Pr 30:10) No acuses al esclavo
[siervo, sirviente] ante su
señor, No sea que te maldiga, y lleves el castigo.
(Pr 30:11) Hay generación
que maldice a su padre Y a su madre no bendice.
(Pr 30:12) Hay generación
limpia en su propia opinión, Si bien no se ha limpiado de
su inmundicia.
(Pr 30:13) Hay generación
cuyos ojos son altivos Y cuyos párpados están levantados en alto.
(Pr 30:14) Hay generación
cuyos dientes son espadas, y sus muelas
cuchillos, Para devorar a los pobres de la tierra, y a los menesterosos de
entre los hombres.
(Pr 30:15) La sanguijuela tiene dos hijas que dicen: ¡Dame!
¡dame! Tres cosas hay que nunca se sacian; Aun
la cuarta nunca dice: ¡Basta!
(Pr 30:16) El Seol, la
matriz estéril, La tierra que no se sacia de aguas, Y el fuego que jamás dice: ¡Basta!
(Pr 30:17) El ojo que escarnece [se
burla con agravio y tenacidad] a su padre Y desprecia la enseñanza
de la madre, Los cuervos de la cañada lo saquen,
Y lo devoren los hijos del águila.
(Pr 30:18) Tres cosas me son
ocultas; Aun tampoco sé la cuarta:
(Pr 30:19) El rastro del águila en el aire; El rastro de la
culebra sobre la peña; El rastro de la nave en medio del mar; Y el rastro del
hombre en la doncella.
(Pr 30:20) El proceder de la mujer adúltera es así: Come, y limpia su boca Y dice: No he hecho maldad.
(Pr 30:21) Por tres cosas se alborota
la tierra, Y la cuarta ella no puede sufrir:
(Pr 30:22) Por el esclavo [siervo,
sirviente] cuando reina; Por el
insensato [irracional, fatuo, necio]
cuando se sacia de pan;
(Pr 30:23) Por la mujer odiada cuando se casa; Y por la sierva cuando hereda a su señora.
(Pr 30:24) Cuatro cosas son de las más pequeñas de la tierra,
Y las mismas son más sabias que los sabios:
(Pr 30:25) Las hormigas, pueblo no fuerte, Y en el verano
preparan su comida;
(Pr 30:26) Los conejos, pueblo nada esforzado, Y ponen su casa
en la piedra;
(Pr 30:27) Las langostas, que no tienen rey, Y salen todas por cuadrillas;
(Pr 30:28) La araña que atrapas con la mano, Y está en
palacios de rey.
(Pr 30:29) Tres cosas hay de hermoso andar, Y la cuarta pasea
muy bien:
(Pr 30:30) El león, fuerte entre todos los animales, Que no
vuelve atrás por nada;
(Pr 30:31) El ceñido de lomos; asimismo el macho cabrío; Y el
rey, a quien nadie resiste.
(Pr 30:32) Si neciamente has procurado enaltecerte, O si has
pensado hacer mal, Pon el dedo sobre tu boca.
(Pr 30:33) Ciertamente el que bate la leche sacará
mantequilla, Y el que recio se suena las narices sacará
sangre; Y el que provoca la ira causará
contienda.
Exhortación a un rey
(Pr 31:1) Palabras del rey Lemuel; la profecía con que le
enseñó su madre.
(Pr 31:2) ¿Qué, hijo mío? ¿y qué, hijo de mi vientre? ¿Y qué,
hijo de mis deseos?
(Pr 31:3) No des a las mujeres tu fuerza, Ni tus caminos a lo
que destruye a los reyes.
(Pr 31:4) No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes
beber vino, Ni de los príncipes la sidra;
(Pr 31:5) No sea que bebiendo
olviden la ley, Y perviertan el derecho de todos los afligidos.
(Pr 31:6) Den la sidra al
desfallecido, Y el vino a los de amargado ánimo.
(Pr 31:7) Beban, y olvídense
de su necesidad, Y de su miseria no se acuerden más.
(Pr 31:8) Abre tu boca por el
mudo En el juicio de todos los desvalidos.
(Pr 31:9) Abre tu boca, juzga
con justicia, Y defiende la causa del pobre y del menesteroso.
(Pr 31:10) Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las
piedras preciosas.
(Pr 31:11) El corazón
de su marido está en ella confiado, Y no carecerá
de ganancias.
(Pr 31:12) Le da ella bien y no
mal Todos los días de su vida.
(Pr 31:13) Busca lana y lino, Y
con voluntad trabaja con sus manos.
(Pr 31:14) Es como nave de
mercader; Trae su pan de lejos.
(Pr 31:15) Se levanta aun de noche Y da comida a su familia Y ración a sus criadas.
(Pr 31:16) Considera la heredad
[posesión], y la compra, Y planta viña del fruto de sus manos.
(Pr 31:17) Ciñe de fuerza sus
lomos, Y esfuerza sus brazos.
(Pr 31:18) Ve que van bien sus
negocios; Su lámpara no se apaga de noche.
(Pr 31:19) Aplica su mano al huso, Y sus manos a la rueca.
(Pr 31:20) Alarga su mano al
pobre, Y extiende sus manos al menesteroso.
(Pr 31:21) No tiene temor de la
nieve por su familia, Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.
(Pr 31:22) Ella se hace tapices; De lino fino y púrpura es su
vestido.
(Pr 31:23) Su marido es conocido en las puertas, Cuando se
sienta con los ancianos de la tierra.
(Pr 31:24) Hace telas, y vende,
Y da cintas al mercader.
(Pr 31:25) Fuerza y honor son su vestidura; Y se ríe de lo por venir.
(Pr 31:26) Abre su boca con sabiduría, Y la ley de clemencia está en su
lengua.
(Pr 31:27) Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde.
(Pr 31:28) Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y
su marido también la alaba:
(Pr 31:29) Muchas mujeres hicieron
el bien; Mas tú sobrepasas a todas.
(Pr 31:30) Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La
mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.
(Pr 31:31) Denle del fruto de
sus manos, Y alábenla en las puertas sus hechos.