Redes Sociales

siguenos en facebook siguenos en Twitter sígueme en Blogger Sígueme en Likedin Sígueme en Pinterest Canal de youtube

RVI: DEUTERONOMIO 26 - 34

Referencias para la lectura:

-       Texto actualizado al español latino.
-       Ubicación visual de vocablos claves resaltados en colores.
-       Sinónimos de palabras claves entre corchetes [color bordó]
-       Texto entre comillas y asterisco «expresión»* refiere a una frase en español equivalente a la frase hebrea de dicho texto.
-       Subtitulado tradicional actualizado

Algunos vocablos han retenido su valor de traducción original del hebreo.
Para complementar su lectura considere el uso de un diccionario Hebreo – Español para el AT, y un diccionario Griego – Español para el NT.


Para un estudio exhaustivo, recomendamos utilizar RVIC Reina Valera Independiente Codificada con diccionarios léxicos para una ampliación de significados y conceptos.

Primicias y diezmos
(Dt 26:1) Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da por herencia, y tomes posesión de ella y la habites,

(Dt 26:2) entonces tomarás de las primicias de todos los frutos que sacares de la tierra que Jehová tu Dios te da, y las pondrás en una canasta, e irás al lugar que Jehová tu Dios escogiere para hacer habitar allí su nombre.

(Dt 26:3) Y te presentarás al sacerdote que hubiere en aquellos días, y le dirás: Declaro hoy a Jehová tu Dios, que he entrado en la tierra que juró Jehová a nuestros padres que nos daría.

(Dt 26:4) Y el sacerdote tomará la canasta de tu mano, y la pondrá delante del altar de Jehová tu Dios.

(Dt 26:5) Entonces hablarás y dirás delante de Jehová tu Dios: Un arameo a punto de perecer fue mi padre, el cual descendió a Egipto y habitó allí con pocos hombres, y allí creció y llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa;

(Dt 26:6) y los egipcios nos maltrataron y nos afligieron, y pusieron sobre nosotros dura servidumbre.

(Dt 26:7) Y clamamos a Jehová el Dios de nuestros padres; y Jehová oyó nuestra voz, y vio nuestra aflicción, nuestro trabajo y nuestra opresión;

(Dt 26:8) y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto, y con señales y con milagros;

(Dt 26:9) y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel.

(Dt 26:10) Y ahora, he aquí he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste, oh Jehová. Y lo dejarás delante de Jehová tu Dios, y adorarás delante de Jehová tu Dios.

(Dt 26:11) Y te alegrarás en todo el bien que Jehová tu Dios te haya dado a ti y a tu casa, así tú como el levita y el extranjero que está en medio de ti.

(Dt 26:12) Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas, y se saciarán.

(Dt 26:13) Y dirás delante de Jehová tu Dios: He sacado lo consagrado de mi casa, y también lo he dado al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, conforme a todo lo que me has mandado; no he transgredido tus mandamientos, ni me he olvidado de ellos.

(Dt 26:14) No he comido de ello en mi luto, ni he gastado de ello estando yo inmundo, ni de ello he ofrecido a los muertos; he obedecido a la voz de Jehová mi Dios, he hecho conforme a todo lo que me has mandado.

(Dt 26:15) Mira desde tu morada santa, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel, y a la tierra que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra que fluye leche y miel.

(Dt 26:16) Jehová tu Dios te manda hoy que cumplas estos estatutos y decretos; cuida, pues, de ponerlos por obra con todo tu corazón y con toda tu alma.

(Dt 26:17) Has declarado solemnemente hoy que Jehová es tu Dios, y que andarás en sus caminos, y cumplirás [guardarás, conservarás] sus estatutos, sus mandamientos y sus decretos, y que escucharás su voz.

(Dt 26:18) Y Jehová ha declarado hoy que tú eres pueblo suyo, de su exclusiva posesión, como te lo ha prometido, para que guardes todos sus mandamientos;

(Dt 26:19) «a fin de exaltarte»* sobre todas las naciones que hizo, para loor y fama y gloria, y para que seas un pueblo santo a Jehová tu Dios, como él ha dicho.

Orden de escribir la ley en piedras sobre el Monte Ebal
(Dt 27:1) Ordenó Moisés, con los ancianos de Israel, al pueblo, diciendo: cumplirán [guardaran, conservaran] todos los mandamientos que yo les prescribo hoy.

(Dt 27:2) Y el día que pases el Jordán a la tierra que Jehová tu Dios te da, levantarás piedras grandes, y las revocarás con cal;

(Dt 27:3) y escribirás en ellas todas las palabras de esta ley, cuando hayas pasado para entrar en la tierra que Jehová tu Dios te da, tierra que fluye leche y miel, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho.

(Dt 27:4) Cuando, pues, hayas pasado el Jordán, levantarás estas piedras que yo les mando hoy, en el monte Ebal, y las revocarás con cal;

(Dt 27:5) y edificarás allí un altar a Jehová tu Dios, altar de piedras; no alzarás sobre ellas instrumento de hierro.

(Dt 27:6) De piedras enteras edificarás el altar de Jehová tu Dios, y ofrecerás sobre él holocausto a Jehová tu Dios;

(Dt 27:7) y sacrificarás ofrendas de paz, y comerás allí, y te alegrarás delante de Jehová tu Dios.

(Dt 27:8) Y escribirás muy claramente en las piedras todas las palabras de esta ley.

(Dt 27:9) Y Moisés, con los sacerdotes levitas, habló a todo Israel, diciendo: Guarda silencio y escucha, oh Israel; hoy has venido a ser pueblo de Jehová tu Dios.

(Dt 27:10) Oirás, pues, la voz de Jehová tu Dios, y cumplirás sus mandamientos y sus estatutos, que yo te ordeno hoy.

Las maldiciones en el Monte Ebal
(Dt 27:11) Y mandó Moisés al pueblo en aquel día, diciendo:

(Dt 27:12) Cuando hayas pasado el Jordán, éstos estarán sobre el monte Gerizim para bendecir al pueblo: Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín.

(Dt 27:13) Y éstos estarán sobre el monte Ebal para pronunciar la maldición: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí.

(Dt 27:14) Y hablarán los levitas, y dirán a todo varón de Israel en alta voz:

(Dt 27:15) Maldito el hombre que hiciere escultura o imagen de fundición, abominación [cosa repugnante] a Jehová, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén.

(Dt 27:16) Maldito el que deshonrare a su padre o a su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.

(Dt 27:17) Maldito el que redujere el límite de su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén.

(Dt 27:18) Maldito el que hiciere errar al ciego en el camino. Y dirá todo el pueblo: Amén.

(Dt 27:19) Maldito el que pervirtiere el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén.

(Dt 27:20) Maldito el que se acostare con la mujer de su padre, por cuanto descubrió el regazo de su padre. Y dirá todo el pueblo: Amén.

(Dt 27:21) Maldito el que se ayuntare con cualquier bestia. Y dirá todo el pueblo: Amén.

(Dt 27:22) Maldito el que se acostare con su hermana, hija de su padre, o hija de su madre. Y dirá todo el pueblo: Amén.

(Dt 27:23) Maldito el que se acostare con su suegra. Y dirá todo el pueblo: Amén.

(Dt 27:24) Maldito el que hiriere a su prójimo ocultamente. Y dirá todo el pueblo: Amén.

(Dt 27:25) Maldito el que recibiere soborno para quitar la vida al inocente. Y dirá todo el pueblo: Amén.

(Dt 27:26) Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para hacerlas. Y dirá todo el pueblo: Amén.

Bendiciones de la obediencia
(Lv 26:3-13; Dt 7:12-24)
(Dt 28:1) Sucederá [acontecerá] que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para cumplir [guardar, conservar] y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.

(Dt 28:2) Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.

(Dt 28:3) Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo.

(Dt 28:4) Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.

(Dt 28:5) Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar.

(Dt 28:6) Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir.

(Dt 28:7) Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de la presencia [de delante] de ti.

(Dt 28:8) Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da.

(Dt 28:9) Te confirmará Jehová por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando cumplieres [guardares, conservares] los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos.

(Dt 28:10) Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te temerán.

(Dt 28:11) Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había de dar.

(Dt 28:12) Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado.

(Dt 28:13) Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas,

(Dt 28:14) y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles.

Consecuencias de la desobediencia
(Lv 26:14-46)
(Dt 28:15) Pero sucederá [acontecerá], si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán.

(Dt 28:16) Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo.

(Dt 28:17) Maldita tu canasta, y tu artesa de amasar.

(Dt 28:18) Maldito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas.

(Dt 28:19) Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir.

(Dt 28:20) Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas pronto a «causa de»* la maldad de tus obras por las cuales me habrás dejado.

(Dt 28:21) Jehová traerá sobre ti mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.

(Dt 28:22) Jehová te herirá de tisis, de fiebre, de inflamación y de ardor, con sequía, con calamidad repentina y con añublo; y te perseguirán hasta que perezcas.

(Dt 28:23) Y los cielos que están sobre tu cabeza serán de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro.

(Dt 28:24) Dará Jehová por lluvia a tu tierra polvo y ceniza; de los cielos descenderán sobre ti hasta que perezcas.

(Dt 28:25) Jehová te entregará derrotado delante de tus enemigos; por un camino saldrás contra ellos, y por siete caminos huirás delante de ellos; y serás vejado por todos los reinos de la tierra.

(Dt 28:26) Y tus cadáveres servirán de comida a toda ave del cielo y fiera de la tierra, y no habrá quien las espante.

(Dt 28:27) Jehová te herirá con la úlcera de Egipto, con tumores, con sarna, y con comezón de que no puedas ser curado.

(Dt 28:28) Jehová te herirá con locura, ceguera y turbación [tormento, agobio, alteración] de espíritu;

(Dt 28:29) y palparás a mediodía como palpa el ciego en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos; y no serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve.

(Dt 28:30) Te desposarás con mujer, y otro varón dormirá con ella; edificarás casa, y no habitarás en ella; plantarás viña, y no la disfrutarás.

(Dt 28:31) Tu buey será matado delante de tus ojos, y tú no comerás de él; tu asno será arrebatado de delante de ti, y no te será devuelto; tus ovejas serán dadas a tus enemigos, y no tendrás quien te las rescate .

(Dt 28:32) Tus hijos y tus hijas serán entregados a otro pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos todo el día; y no habrá fuerza en tu mano.

(Dt 28:33) El fruto de tu tierra y de todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste; y no serás sino oprimido y quebrantado [despedazado] todos los días.

(Dt 28:34) Y enloquecerás a causa de lo que verás con tus ojos.

(Dt 28:35) Te herirá Jehová con maligna pústula en las rodillas y en las piernas, desde la planta de tu pie hasta tu coronilla, sin que puedas ser curado.

(Dt 28:36) Jehová te llevará a ti, y al rey que hubieres puesto sobre ti, a nación que no conociste ni tú ni tus padres; y allá servirás a dioses ajenos, al palo y a la piedra.

(Dt 28:37) Y serás motivo de horror, y servirás de refrán y de burla a todos los pueblos a los cuales te llevará Jehová.

(Dt 28:38) Sacarás mucha semilla al campo, y recogerás poco, porque la langosta lo consumirá.

(Dt 28:39) Plantarás viñas y labrarás, pero no beberás vino, ni recogerás uvas, porque el gusano se las comerá.

(Dt 28:40) Tendrás olivos en todo tu territorio, mas no te ungirás con el aceite, porque tu aceituna se caerá.

(Dt 28:41) Hijos e hijas engendrarás, y no serán para ti, porque irán en cautiverio.

(Dt 28:42) Toda tu arboleda y el fruto de tu tierra serán consumidos por la langosta.

(Dt 28:43) El extranjero que estará en medio de ti se elevará sobre ti «muy alto,»* y tú descenderás «muy abajo.»*

(Dt 28:44) El te prestará a ti, y tú no le prestarás a él; él será por cabeza, y tú serás por cola.

(Dt 28:45) Y vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán, y te alcanzarán hasta que perezcas; por cuanto no habrás atendido a la voz de Jehová tu Dios, para cumplir [guardar, conservar] sus mandamientos y sus estatutos, que él te mandó;

(Dt 28:46) y serán en ti por señal y por maravilla, y en tu descendencia para siempre.

(Dt 28:47) Por cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas,

(Dt 28:48) servirás, por tanto, a tus enemigos que enviare Jehová contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte.

(Dt 28:49) Jehová traerá contra ti una nación de lejos, del extremo de la tierra, que vuele como águila, nación cuya lengua no entiendas;

(Dt 28:50) gente fiera de rostro, que no «tendrá respeto»* al anciano, ni perdonará al niño;

(Dt 28:51) y comerá el fruto de tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta que perezcas; y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte.

(Dt 28:52) Pondrá sitio a todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y fortificados en que tú confías, en toda tu tierra; sitiará, pues, todas tus ciudades y toda la tierra que Jehová tu Dios te hubiere dado.

(Dt 28:53) Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehová tu Dios te dio, en el sitio y en el apuro con que te angustiará tu enemigo.

(Dt 28:54) El hombre tierno en medio de ti, y el muy delicado, «mirará con malos ojos»* a su hermano, y a la mujer de su seno, y al resto de sus hijos que le quedaren;

(Dt 28:55) para no dar a alguno de ellos de la carne de sus hijos, que él comiere, por no haberle quedado nada, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades.

(Dt 28:56) La tierna y la delicada entre ustedes, que nunca la planta de su pie intentaría sentar sobre la tierra, de pura delicadeza y ternura, «mirará con malos ojos»* al marido de su seno, a su hijo, a su hija,

(Dt 28:57) al recién nacido que sale de entre sus pies, y a sus hijos que diere a luz; pues los comerá ocultamente, por la carencia de todo, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades.

(Dt 28:58) Si no cuidares de poner por obra todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y temible: JEHOVÁ TU DIOS,

(Dt 28:59) entonces Jehová aumentará maravillosamente tus plagas y las plagas de tu descendencia, plagas grandes y permanentes, y enfermedades malignas y duraderas;

(Dt 28:60) y traerá sobre ti todos los males de Egipto, delante de los cuales temiste, y no te dejarán.

(Dt 28:61) Asimismo toda enfermedad y toda plaga que no está escrita en el libro de esta ley, Jehová la enviará sobre ti, hasta que seas destruido.

(Dt 28:62) Y quedaran pocos en número, en lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud, por cuanto no obedecieron a la voz de Jehová tu Dios.

(Dt 28:63) Así como Jehová se gozaba en hacerles bien y en multiplicarles, así se gozará Jehová en arruinarles y en destruirles; y serán arrancados de sobre la tierra a la cual entran para tomar posesión de ella.

(Dt 28:64) Y Jehová te esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo; y allí servirás a dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al leño y a la piedra.

(Dt 28:65) Y ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; pues allí te dará Jehová corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma;

(Dt 28:66) y tendrás tu vida como algo que pende delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida.

(Dt 28:67) Por la mañana dirás: ¡Quién diera que fuese la tarde! y a la tarde dirás: ¡Quién diera que fuese la mañana! por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado, y por lo que verán tus ojos.

(Dt 28:68) Y Jehová te hará volver a Egipto en naves, por el camino del cual te ha dicho: Nunca más volverás; y allí serán vendidos a sus [de ustedes] enemigos por esclavos y por esclavas, y no habrá quien les compre.

Pacto de Jehová con Israel en Moab
(Dt 29:1) Estas son las palabras del pacto [alianza, convenio, acuerdo] que Jehová mandó a Moisés que celebrase con los hijos de Israel en la tierra de Moab, además del pacto [alianza, convenio, acuerdo] que concertó con ellos en Horeb.

(Dt 29:2) Moisés, pues, llamó a todo Israel, y les dijo: Ustedes han visto todo lo que Jehová ha hecho delante de sus [de ustedes] ojos en la tierra de Egipto a Faraón y a todos sus esclavos [siervos, sirvientes], y a toda su tierra,

(Dt 29:3) las grandes pruebas que vieron sus [de ustedes] ojos, las señales y las grandes maravillas.

(Dt 29:4) Pero hasta hoy Jehová no les ha dado corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír.

(Dt 29:5) Y yo les he traído cuarenta años en el desierto; sus [de ustedes] vestidos no se han envejecido sobre ustedes, ni su [de ustedes] calzado se ha envejecido sobre su [de ustedes] pie.

(Dt 29:6) No han comido pan, ni bebieron vino ni sidra; para que supieran que yo soy Jehová su [de ustedes] Dios.

(Dt 29:7) Y llegaron a este lugar, y salieron Sehón rey de Hesbón y Og rey de Basán delante de nosotros para pelear, y los derrotamos;

(Dt 29:8) y tomamos su tierra, y la dimos por heredad [posesión territorial] a Rubén y a Gad y a la media tribu de Manasés.

(Dt 29:9) cumplirán [guardaran, conservaran], pues, las palabras de este pacto [alianza, convenio, acuerdo], y las pondrán por obra, para que prosperen en todo lo que hicieren.

(Dt 29:10) Ustedes todos están hoy en presencia de Jehová su [de ustedes] Dios; los cabezas de sus [de ustedes] tribus, sus [de ustedes] ancianos y sus [de ustedes] oficiales, todos los varones de Israel;

(Dt 29:11) sus [de ustedes] niños, sus [de ustedes] mujeres, y tus extranjeros que habitan en medio de tu campamento, desde el que corta tu leña hasta el que saca tu agua;

(Dt 29:12) para que entres en el pacto [alianza, convenio, acuerdo] de Jehová tu Dios, y en su juramento, que Jehová tu Dios concierta hoy contigo,

(Dt 29:13) para confirmarte hoy como su pueblo, y para que él te sea a ti por Dios, de la manera que él te ha dicho, y como lo juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.

(Dt 29:14) Y no solamente con ustedes hago yo este pacto [alianza, convenio, acuerdo] y este juramento,

(Dt 29:15) sino con los que «están»* aquí presentes hoy con nosotros delante de Jehová nuestro Dios, y con los que «no están»* aquí hoy con nosotros.

(Dt 29:16) Porque ustedes saben cómo habitamos en la tierra de Egipto, y cómo hemos pasado por en medio de las naciones por las cuales han pasado;

(Dt 29:17) y han visto sus abominaciones y sus ídolos de madera y piedra, de plata y oro, que tienen consigo.

(Dt 29:18) No sea que haya entre ustedes varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Jehová nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de ustedes raíz que produzca hiel y ajenjo,

(Dt 29:19) y suceda que al oír las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande en la dureza de mi corazón, a fin de que con la embriaguez quite la sed.

(Dt 29:20) No querrá Jehová perdonarlo, sino que entonces humeará la ira de Jehová y su celo sobre el tal hombre, y se asentará sobre él toda maldición escrita en este libro, y Jehová borrará su nombre de debajo del cielo;

(Dt 29:21) y lo apartará Jehová de todas las tribus de Israel para mal, conforme a todas las maldiciones del pacto [alianza, convenio, acuerdo] escrito en este libro de la ley.

(Dt 29:22) Y dirán las generaciones venideras, sus [de ustedes] hijos que se levanten después de ustedes, y el extranjero que vendrá de lejanas tierras, cuando vieren las plagas de aquella tierra, y sus enfermedades de que Jehová la habrá hecho enfermar

(Dt 29:23) (azufre y sal, abrasada toda su tierra; no será sembrada, ni producirá, ni crecerá en ella hierba alguna, como sucedió en la destrucción de Sodoma y de Gomorra, de Adma y de Zeboim, las cuales Jehová destruyó en su furor y en su ira);

(Dt 29:24) más aún, todas las naciones dirán: ¿Por qué hizo esto Jehová a esta tierra? ¿Qué significa el ardor de esta gran ira?

(Dt 29:25) Y responderán: Por cuanto dejaron el pacto [alianza, convenio, acuerdo] de Jehová el Dios de sus padres, que él concertó con ellos cuando los sacó de la tierra de Egipto,

(Dt 29:26) y fueron y sirvieron a dioses ajenos, y se inclinaron a ellos, dioses que no conocían, y que ninguna cosa les habían dado.

(Dt 29:27) Por tanto, se encendió la ira de Jehová contra esta tierra, para traer sobre ella todas las maldiciones escritas en este libro;

(Dt 29:28) y Jehová los desarraigó de su tierra con ira, con furor y con grande indignación, y los arrojó a otra tierra, como hoy se ve.

(Dt 29:29) Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.

Condiciones para la restauración y la bendición
(Dt 30:1) Sucederá que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y «te arrepintieres»* en medio de todas las naciones adonde te hubiere arrojado Jehová tu Dios,

(Dt 30:2) y te convirtieres a Jehová tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,

(Dt 30:3) entonces Jehová hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido Jehová tu Dios.

(Dt 30:4) Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá Jehová tu Dios, y de allá te tomará;

(Dt 30:5) y te hará volver Jehová tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres.

(Dt 30:6) Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.

(Dt 30:7) Y pondrá Jehová tu Dios todas estas maldiciones sobre tus enemigos, y sobre tus aborrecedores que te persiguieron.

(Dt 30:8) Y tú volverás, y oirás la voz de Jehová, y pondrás por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy.

(Dt 30:9) Y te hará Jehová tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien; porque Jehová volverá a gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres,

(Dt 30:10) cuando obedecieres a la voz de Jehová tu Dios, para cumplir [guardar, conservar] sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.

(Dt 30:11) Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.

(Dt 30:12) No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos?

(Dt 30:13) Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos?

(Dt 30:14) Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.

(Dt 30:15) Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal;

(Dt 30:16) porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.

(Dt 30:17) Mas si tu corazón se apartare y no oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y les sirvieres,

(Dt 30:18) yo les declaro [protesto] hoy que de cierto perecerán; no prolongaran sus [de ustedes] días sobre la tierra adonde vayan, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella.

(Dt 30:19) A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra ustedes, que les he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;

(Dt 30:20) amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.

Josué es instalado como sucesor de Moisés
(Dt 31:1) Fue Moisés y habló estas palabras a todo Israel,

(Dt 31:2) y les dijo: Este día soy de edad de ciento veinte años; no puedo más salir ni entrar; además de esto Jehová me ha dicho: No pasarás este Jordán.

(Dt 31:3) Jehová tu Dios, él pasa delante de ti; él destruirá a estas naciones delante de ti, y las heredarás; Josué será el que pasará delante de ti, como Jehová ha dicho.

(Dt 31:4) Y hará Jehová con ellos como hizo con Sehón y con Og, reyes de los amorreos, y con su tierra, a quienes destruyó.

(Dt 31:5) Y los entregará Jehová delante de ustedes, y harán con ellos conforme a todo lo que les he mandado.

(Dt 31:6) Esfuércense y cobren ánimo; no teman, ni tengan miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.

(Dt 31:7) Y llamó Moisés a Josué, y le dijo en «presencia de»* todo Israel: Esfuérzate y anímate; porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que juró Jehová a sus padres que les daría, y tú se la harás heredar.

(Dt 31:8) Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.

(Dt 31:9) Y escribió Moisés esta ley, y la dio a los sacerdotes hijos de Leví, que llevaban el arca del pacto [alianza, convenio, acuerdo] de Jehová, y a todos los ancianos de Israel.

(Dt 31:10) Y les mandó Moisés, diciendo: Al fin de cada siete años, en el año de la remisión, en la fiesta de los tabernáculos,

(Dt 31:11) cuando viniere todo Israel a presentarse delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere, leerás esta ley delante de todo Israel a oídos de ellos.

(Dt 31:12) Harás congregar al pueblo, varones y mujeres y niños, y tus extranjeros que estuvieren en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman a Jehová su [de ustedes] Dios, y cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley;

(Dt 31:13) y los hijos de ellos que no supieron, oigan, y aprendan a temer a Jehová su [de ustedes] Dios todos los días que vivieren sobre la tierra adonde vayan, pasando el Jordán, para tomar posesión de ella.

(Dt 31:14) Y Jehová dijo a Moisés: He aquí se ha acercado el día de tu muerte; llama a Josué, y esperen en el tabernáculo de reunión para que yo le dé el cargo. Fueron, pues, Moisés y Josué, y esperaron en el tabernáculo de reunión.

(Dt 31:15) Y se apareció Jehová en el tabernáculo, en la columna de nube; y la columna de nube se puso sobre la puerta del tabernáculo.

(Dt 31:16) Y Jehová dijo a Moisés: He aquí, tú vas a dormir con tus padres, y este pueblo se levantará y fornicará tras los dioses ajenos de la tierra adonde va para estar en medio de ella; y me dejará, e invalidará mi pacto [alianza, convenio, acuerdo] que he concertado con él;

(Dt 31:17) y se encenderá mi furor contra él en aquel día; y los abandonaré, y esconderé de ellos mi rostro, y serán consumidos; y vendrán sobre ellos muchos males y angustias, y dirán en aquel día: ¿No me han venido estos males porque no está mi Dios en medio de mí?

(Dt 31:18) Pero ciertamente yo esconderé mi rostro en aquel día, por todo el mal que ellos habrán hecho, por haberse vuelto a dioses ajenos.

(Dt 31:19) Ahora pues, escríbanse este cántico, y enséñalo a los hijos de Israel; ponlo en boca de ellos, para que este cántico me sea por testigo contra los hijos de Israel.

(Dt 31:20) Porque yo les introduciré en la tierra que juré a sus padres, la cual fluye leche y miel; y comerán y se saciarán, y engordarán; y se volverán a dioses ajenos y les servirán, y me enojarán, e invalidarán mi pacto [alianza, convenio, acuerdo].

(Dt 31:21) Y cuando les vinieren muchos males y angustias, entonces este cántico responderá en su cara como testigo, pues será recordado por la boca de sus descendientes; porque yo conozco lo «que se proponen de antemano,»* antes que los introduzca en la tierra que juré darles.

(Dt 31:22) Y Moisés escribió este cántico aquel día, y lo enseñó a los hijos de Israel.

(Dt 31:23) Y dio orden a Josué hijo de Nun, y dijo: Esfuérzate y anímate, pues tú introducirás a los hijos de Israel en la tierra que les juré, y yo estaré contigo.

Orden de guardar la ley junto al arca
(Dt 31:24) Y cuando acabó Moisés de escribir las palabras de esta ley en un libro hasta concluirse,

(Dt 31:25) dio órdenes Moisés a los levitas que llevaban el arca del pacto [alianza, convenio, acuerdo] de Jehová, diciendo:

(Dt 31:26) Tomen este libro de la ley, y pónganlo al lado del arca del pacto [alianza, convenio, acuerdo] de Jehová su [de ustedes] Dios, y esté allí por testigo contra ti.

(Dt 31:27) Porque yo conozco tu rebelión, y tu dura cerviz; he aquí que aun viviendo yo con ustedes hoy, son rebeldes a Jehová; ¿cuánto más después que yo haya muerto?

(Dt 31:28) Congreguen a mí todos los ancianos de sus [de ustedes] tribus, y a sus [de ustedes] oficiales, y hablaré en sus oídos estas palabras, y llamaré por testigos contra ellos a los cielos y a la tierra.

(Dt 31:29) Porque yo sé que después de mi muerte, ciertamente se corromperán y se apartaran del camino que les he mandado; y que les ha de venir mal en los últimos [postreros, siguientes] días, por haber hecho mal ante los ojos de Jehová, enojándole con la obra de sus [de ustedes] manos.

Cántico de Moisés
(Dt 31:30) Entonces habló Moisés a oídos de toda la congregación de Israel las palabras de este cántico hasta acabarlo.

(Dt 32:1) Escuchen, cielos, y hablaré; Y oiga la tierra los dichos de mi boca.

(Dt 32:2) Goteará como la lluvia mi enseñanza; Destilará como el rocío mi razonamiento; Como la llovizna sobre la grama, Y como las gotas sobre la hierba;

(Dt 32:3) Porque el nombre de Jehová proclamaré. Engrandezcan a nuestro Dios.

(Dt 32:4) El es la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad [gran maldad e injusticia] en él; Es justo y recto.

(Dt 32:5) La corrupción no es suya; de sus hijos es la mancha, Generación torcida y perversa.

(Dt 32:6) ¿Así pagan a Jehová, Pueblo insensato [irracional, fatuo, necio] e ignorante? ¿No es él tu padre que te creó [crió: formó, sustenta y mantiene]? El te hizo y te estableció.

(Dt 32:7) Acuérdate de los tiempos antiguos, Considera los años de «muchas generaciones;»* Pregunta a tu padre, y él te declarará; A tus ancianos, y ellos te dirán.

(Dt 32:8) Cuando el Altísimo hizo heredar a las naciones, Cuando hizo dividir a los hijos de los hombres, Estableció los límites de los pueblos Según el número de los hijos de Israel.

(Dt 32:9) Porque la porción de Jehová es su pueblo; Jacob la heredad [posesión territorial] que le tocó.

(Dt 32:10) Le halló en tierra de desierto, Y en yermo de horrible soledad; Lo trajo alrededor, lo instruyó, Lo guardó como a la niña de su ojo.

(Dt 32:11) Como el águila que excita su nidada, Revolotea sobre sus pollos, Extiende sus alas, los toma, Los lleva sobre sus plumas,

(Dt 32:12) Jehová solo le guió, Y con él no hubo dios extraño.

(Dt 32:13) Lo hizo subir sobre las alturas de la tierra, Y comió los frutos del campo, E hizo que chupase miel de la peña, Y aceite del duro pedernal;

(Dt 32:14) Mantequilla de vacas y leche de ovejas, Con grosura de corderos, Y carneros de Basán; también machos cabríos, Con lo mejor del trigo; Y de la sangre de la uva bebiste vino.

(Dt 32:15) Pero engordó Jesurún, y tiró coces (Engordaste, te cubriste de grasa); Entonces abandonó al Dios que lo hizo, Y menospreció la Roca de su salvación.

(Dt 32:16) Le despertaron a celos con los dioses ajenos; Lo provocaron a ira con abominaciones.

(Dt 32:17) Sacrificaron a los demonios, y no a Dios; A dioses que no habían conocido, A nuevos dioses venidos de cerca, Que no habían temido sus [de ustedes] padres.

(Dt 32:18) De la Roca que te creó te olvidaste; Te has olvidado de Dios tu creador.

(Dt 32:19) Y lo vio Jehová, y se encendió en ira Por el menosprecio de sus hijos y de sus hijas.

(Dt 32:20) Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro, Veré cuál será su fin; Porque son una generación perversa, Hijos infieles.

(Dt 32:21) Ellos me movieron a celos con lo que no es Dios; Me provocaron a ira con sus ídolos; Yo también los moveré a celos con un pueblo que no es pueblo, Los provocaré a ira con una nación insensata [irracional, fatua, necia].

(Dt 32:22) Porque fuego se ha encendido en mi ira, Y arderá hasta las profundidades del Seol; Devorará la tierra y sus frutos, Y abrasará los fundamentos de los montes.

(Dt 32:23) Yo amontonaré males sobre ellos; Emplearé en ellos mis flechas [saetas].

(Dt 32:24) Consumidos serán de hambre, y devorados de fiebre ardiente Y de peste amarga; Diente de fieras enviaré también sobre ellos, Con veneno de serpientes de la tierra.

(Dt 32:25) Por fuera desolará la espada, Y dentro de las cámaras el espanto; Así al joven como a la doncella, Al niño de pecho como al hombre cano.

(Dt 32:26) Yo había dicho que los esparciría lejos, Que haría cesar de entre los hombres la memoria de ellos,

(Dt 32:27) De no haber temido la provocación del enemigo, No sea que se envanezcan sus adversarios, No sea que digan: Nuestra mano poderosa Ha hecho todo esto, y no Jehová.

(Dt 32:28) Porque son nación privada de consejos, Y no hay en ellos entendimiento.

(Dt 32:29) ¡Ojalá fueran sabios, que comprendieran esto, Y se dieran cuenta del fin que les espera!

(Dt 32:30) ¿Cómo podría perseguir uno a mil, Y dos hacer huir a diez mil, Si su Roca no los hubiese vendido, Y Jehová no los hubiera entregado?

(Dt 32:31) Porque la roca de ellos no es como nuestra Roca, Y aun nuestros enemigos son de ello jueces.

(Dt 32:32) Porque de la vid de Sodoma es la vid de ellos, Y de los campos de Gomorra; Las uvas de ellos son uvas ponzoñosas, Racimos muy amargos tienen.

(Dt 32:33) Veneno de serpientes es su vino, Y ponzoña cruel de áspides.

(Dt 32:34) ¿No tengo yo esto guardado conmigo, Sellado en mis tesoros?

(Dt 32:35) Mía es la venganza y la retribución; A su tiempo su pie resbalará, Porque el día de su aflicción está cercano, Y lo que les está preparado se apresura.

(Dt 32:36) Porque Jehová juzgará a su pueblo, Y por amor de sus esclavos [siervos, sirvientes] se arrepentirá, Cuando viere que la «fuerza»* pereció, Y que no queda ni esclavo [siervo, sirviente] ni libre.

(Dt 32:37) Y dirá: ¿Dónde están sus dioses, La roca en que se refugiaban;

(Dt 32:38) Que comían la grosura de sus sacrificios, Y bebían el vino de sus libaciones? Levántense, que les ayuden Y les defiendan.

(Dt 32:39) Observen ahora que yo, yo soy, Y no hay dioses conmigo; Yo hago morir, y yo hago vivir; Yo hiero, y yo sano; Y no hay quien pueda librar de mi mano.

(Dt 32:40) Porque yo alzaré a los cielos mi mano, Y diré: Vivo yo para siempre,

(Dt 32:41) Si afilare mi reluciente espada, Y echare mano del juicio, Yo tomaré venganza de mis enemigos, Y daré la retribución a los que me aborrecen.

(Dt 32:42) Embriagaré de sangre mis flechas [saetas], Y mi espada devorará carne; En la sangre de los muertos y de los cautivos, En las cabezas de larga cabellera del enemigo.

(Dt 32:43) Alaben, naciones, a su pueblo, Porque él vengará la sangre de sus esclavos [siervos, sirvientes], Y tomará venganza de sus enemigos, Y hará expiación por la tierra de su pueblo.

(Dt 32:44) Vino Moisés y recitó todas las palabras de este cántico a oídos del pueblo, él y Josué hijo de Nun.

(Dt 32:45) Y acabó Moisés de recitar todas estas palabras a todo Israel;

(Dt 32:46) y les dijo: Apliquen su [de ustedes] corazón a todas las palabras que yo les testifico hoy, para que las manden a sus [de ustedes] hijos, a fin de que cuiden de cumplir todas las palabras de esta ley.

(Dt 32:47) Porque no les es cosa vana; es su [de ustedes] vida, y por medio de esta ley harán prolongar sus [de ustedes] días sobre la tierra adonde vayan, pasando el Jordán, para tomar posesión de ella.

Se le permite a Moisés contemplar la tierra de Canaán
(Dt 32:48) Y habló Jehová a Moisés aquel mismo día, diciendo:

(Dt 32:49) Sube a este monte de Abarim, al monte Nebo, situado en la tierra de Moab que está frente a Jericó, y mira la tierra de Canaán, que yo doy por heredad [posesión territorial] a los hijos de Israel;

(Dt 32:50) y muere en el monte al cual subes, y sé unido a tu pueblo, así como murió Aarón tu hermano en el monte Hor, y fue unido a su pueblo;

(Dt 32:51) por cuanto pecaron contra mí en medio de los hijos de Israel en las aguas de Meriba de Cades, en el desierto de Zin; porque no me santificaron en medio de los hijos de Israel.

(Dt 32:52) Verás, por tanto, delante de ti la tierra; mas no entrarás allá, a la tierra que doy a los hijos de Israel.

Moisés bendice a las doce tribu de Israel
(Dt 33:1) Esta es la bendición con la cual bendijo Moisés varón de Dios a los hijos de Israel, antes que muriese.

(Dt 33:2) Dijo: Jehová vino de Sinaí, Y de Seir les esclareció; Resplandeció desde el monte de Parán, Y vino de entre diez millares de santos, Con la ley de fuego a su mano derecha.

(Dt 33:3) Aun amó a su pueblo; Todos los consagrados a él estaban en su mano; Por tanto, ellos siguieron en tus pasos, Recibiendo dirección de ti,

(Dt 33:4) Cuando Moisés nos ordenó una ley, Como heredad [posesión territorial] a la congregación de Jacob.

(Dt 33:5) Y fue rey en Jesurún, Cuando se congregaron los jefes del pueblo Con las tribus de Israel.

(Dt 33:6) Viva Rubén, y no muera; Y no sean pocos sus varones.

(Dt 33:7) Y esta bendición profirió para Judá. Dijo así: Oye, oh Jehová, la voz de Judá, Y llévalo a su pueblo; Sus manos le basten, Y tú seas su ayuda contra sus enemigos.

(Dt 33:8) A Leví dijo: Tu Tumim y tu Urim sean para tu varón piadoso, A quien probaste en Masah, Con quien contendiste en las aguas de Meriba,

(Dt 33:9) Quien dijo de su padre y de su madre: Nunca los he visto; Y no reconoció a sus hermanos, Ni a sus hijos conoció; Pues ellos guardaron tus palabras, Y cumplieron tu pacto [alianza, convenio, acuerdo].

(Dt 33:10) Ellos enseñarán tus juicios a Jacob, Y tu ley a Israel; Pondrán el incienso «delante de ti,»* Y el holocausto sobre tu altar.

(Dt 33:11) Bendice, oh Jehová, lo que hicieren, Y recibe con agrado la obra de sus manos; Hiere los lomos de sus enemigos, Y de los que lo aborrecieren, para que nunca se levanten.

(Dt 33:12) A Benjamín dijo: El amado de Jehová habitará confiado cerca de él; Lo cubrirá «siempre,»* Y entre sus hombros morará.

(Dt 33:13) A José dijo: Bendita de Jehová sea tu tierra, Con lo mejor de los cielos, con el rocío, Y con el abismo [profundidad] que está abajo.

(Dt 33:14) Con los más escogidos frutos del sol, Con el rico producto de la luna,

(Dt 33:15) Con «el fruto más fino de»* los montes antiguos, Con la abundancia de los collados eternos,

(Dt 33:16) Y con las mejores dádivas de la tierra y su plenitud; Y la gracia del que habitó en la zarza Venga sobre la cabeza de José, Y sobre la frente de aquel que es príncipe entre sus hermanos.

(Dt 33:17) Como el primogénito de su toro es su gloria, Y sus astas como astas de búfalo; Con ellas acorneará a los pueblos juntos hasta los fines de la tierra; Ellos son los diez millares de Efraín, Y ellos son los millares de Manasés.

(Dt 33:18) A Zabulón dijo: Alégrate, Zabulón, cuando salieres; Y tú, Isacar, en tus tiendas.

(Dt 33:19) Llamarán a los pueblos a su monte; Allí sacrificarán sacrificios de justicia, Por lo cual chuparán la abundancia de los mares, Y los tesoros escondidos de la arena.

(Dt 33:20) A Gad dijo: Bendito el que hizo ensanchar a Gad; Como león reposa, Y arrebata brazo y testa.

(Dt 33:21) Escoge «lo mejor de»* la tierra para sí, Porque allí le fue reservada la porción del legislador. Y vino en la delantera del pueblo; Con Israel ejecutó los mandatos y los justos decretos de Jehová.

(Dt 33:22) A Dan dijo: Dan es cachorro de león Que salta desde Basán.

(Dt 33:23) A Neftalí dijo: Neftalí, saciado de favores, Y lleno de la bendición de Jehová, Posee el occidente y el sur.

(Dt 33:24) A Aser dijo: Bendito sobre los hijos sea Aser; Sea el amado de sus hermanos, Y moje en aceite su pie.

(Dt 33:25) Hierro y bronce serán tus cerrojos, Y como tus días serán tus fuerzas.

(Dt 33:26) No hay como el Dios de Jesurún, Quien cabalga sobre los cielos para tu ayuda, Y sobre las nubes con su grandeza.

(Dt 33:27) El eterno Dios es tu refugio, Y acá abajo los brazos eternos; El echó de delante de ti al enemigo, Y dijo: Destruye.

(Dt 33:28) E Israel habitará confiado, la fuente de Jacob habitará sola En tierra de grano y de vino; También sus cielos destilarán rocío.

(Dt 33:29) Dichoso [afortunado, bienaventurado] tú, oh Israel. ¿Quién como tú, Pueblo salvo por Jehová, Escudo de tu socorro, Y espada de tu triunfo? Así que tus enemigos serán humillados, Y tú hollarás sobre sus alturas.

Muerte y sepultura de Moisés
(Dt 34:1) Subió Moisés de los campos de Moab al monte Nebo, a la cumbre del Pisga, que está enfrente de Jericó; y le mostró Jehová toda la tierra de Galaad hasta Dan,

(Dt 34:2) todo Neftalí, y la tierra de Efraín y de Manasés, toda la tierra de Judá hasta el mar occidental;

(Dt 34:3) el Neguev, y la llanura, la vega de Jericó, ciudad de las palmeras, hasta Zoar.

(Dt 34:4) Y le dijo Jehová: Esta es la tierra de que juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: A tu descendencia la daré. Te he permitido verla con tus ojos, mas no pasarás allá.

(Dt 34:5) Y murió allí Moisés esclavo [siervo, sirviente] de Jehová, en la tierra de Moab, conforme «al dicho de»* Jehová.

(Dt 34:6) Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente de Betpeor; y «ninguno»* conoce el lugar de su sepultura hasta hoy.

(Dt 34:7) Era Moisés de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor.

(Dt 34:8) Y lloraron los hijos de Israel a Moisés en los campos de Moab treinta días; y así se cumplieron los días del lloro y del luto de Moisés.

(Dt 34:9) Y Josué hijo de Nun fue lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él; y los hijos de Israel le obedecieron, e hicieron como Jehová mandó a Moisés.

(Dt 34:10) Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara a cara;

(Dt 34:11) nadie como él en todas las señales y prodigios que Jehová le envió a hacer en tierra de Egipto, a Faraón y a todos sus esclavos [siervos, sirvientes] y a toda su tierra,

(Dt 34:12) y en «el gran poder»* y en los hechos grandiosos y terribles que Moisés hizo a la vista de todo Israel.

LIBROS MAB

INTERLINEALES ELECTRONICOS

CONCORDANCIA MANUAL Y DICCIONARIO TRADUCTOR GRIEGO ESPAÑOL

NT INTERLINEAL GRIEGO - ESPAÑOL