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RVI: LEVITICO 19 - 27

Referencias para la lectura:

-       Texto actualizado al español latino.
-       Ubicación visual de vocablos claves resaltados en colores.
-       Sinónimos de palabras claves entre corchetes [color bordó]
-       Texto entre comillas y asterisco «expresión»* refiere a una frase en español equivalente a la frase hebrea de dicho texto.
-       Subtitulado tradicional actualizado

Algunos vocablos han retenido su valor de traducción original del hebreo.
Para complementar su lectura considere el uso de un diccionario Hebreo – Español para el AT, y un diccionario Griego – Español para el NT.


Para un estudio exhaustivo, recomendamos utilizar RVIC Reina Valera Independiente Codificada con diccionarios léxicos para una ampliación de significados y conceptos.

Leyes de santidad y de justicia
(Lv 19:1) Habló Jehová a Moisés, diciendo:

(Lv 19:2) Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos serán, porque santo soy yo Jehová su [de ustedes] Dios.

(Lv 19:3) «Cada uno»* temerá a su madre y a su padre, y mis días de reposo guardaran. Yo Jehová su [de ustedes] Dios.

(Lv 19:4) No se volverán a los ídolos, ni harán para ustedes dioses de fundición. Yo Jehová su [de ustedes] Dios.

(Lv 19:5) Y cuando ofrecieren sacrificio de ofrenda de paz a Jehová, ofrézcanlo de tal manera que sean acepto.

(Lv 19:6) Será comido el día que lo ofrecieren, y «el día siguiente;»* y lo que quedare para el tercer día, será quemado en el fuego.

(Lv 19:7) Y si se comiere el día tercero, será abominación [cosa repugnante]; no será acepto,

(Lv 19:8) y el que lo comiere llevará su delito, por cuanto profanó lo santo de Jehová; y la tal persona será cortada de su pueblo.

(Lv 19:9) Cuando siegues la mies de tu tierra, no segarás hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu tierra segada.

(Lv 19:10) Y no rebuscarás tu viña, ni recogerás el fruto caído de tu viña; para el pobre y para el extranjero lo dejarás. Yo Jehová su [de ustedes] Dios.

(Lv 19:11) No hurtaran [robarán], y no engañaran ni mentirán «el uno al otro.»*

(Lv 19:12) Y no juraran falsamente por mi nombre, profanando así el nombre de tu Dios. Yo Jehová.

(Lv 19:13) No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás. No retendrás el salario del jornalero en tu casa hasta la mañana.

(Lv 19:14) No maldecirás al sordo, y delante del ciego no pondrás tropiezo, sino que tendrás temor de tu Dios. Yo Jehová.

(Lv 19:15) No harás injusticia en el juicio, ni «favoreciendo»* al pobre ni complaciendo al grande; con justicia juzgarás a tu prójimo.

(Lv 19:16) No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra «la vida de»* tu prójimo. Yo Jehová.

(Lv 19:17) No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no «participes de su pecado.»*

(Lv 19:18) No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.

(Lv 19:19) Mis estatutos cumplirás [guardarás, conservarás]. No harás ayuntar tu ganado con animales de otra especie; tu campo no sembrarás con mezcla de semillas, y no «te pondrás»* vestidos con mezcla de hilos.

(Lv 19:20) Si un hombre yaciere con una mujer que fuere sierva desposada con «alguno,»* y no estuviere rescatada, ni le hubiere sido dada libertad, ambos serán azotados; no morirán, por cuanto ella no es libre.

(Lv 19:21) Y él traerá a Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión, un carnero en expiación por su culpa.

(Lv 19:22) Y con el carnero de la expiación lo reconciliará el sacerdote delante de Jehová, por su pecado que cometió; y se le perdonará su pecado que ha cometido.

(Lv 19:23) Y cuando entren en la tierra, y planten toda clase de árboles frutales, consideraran como incircunciso lo primero de su fruto; tres años les será incircunciso; su fruto no se comerá.

(Lv 19:24) Y el cuarto año todo su fruto será consagrado en alabanzas a Jehová.

(Lv 19:25) Mas al quinto año comerán el fruto de él, para que les haga crecer su fruto. Yo Jehová su [de ustedes] Dios.

(Lv 19:26) No comerán cosa alguna con sangre. No serán agoreros, ni adivinos.

(Lv 19:27) No harán tonsura [cortes redondeados] en sus [de ustedes] cabezas, ni dañaran la punta de su [ustedes] barba.

(Lv 19:28) Y no harán rasguños en su [de ustedes] cuerpo por un muerto, ni imprimirán en ustedes señal alguna. Yo Jehová.

(Lv 19:29) No contaminarás a tu hija haciéndola fornicar, para que no se prostituya la tierra y se llene de maldad.

(Lv 19:30) Mis días de reposo guardaran, y mi santuario tendrán en reverencia. Yo Jehová.

(Lv 19:31) No se vuelvan a los encantadores ni a los adivinos; no los consulten, contaminándose con ellos. Yo Jehová su [de ustedes] Dios.

(Lv 19:32) Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová.

(Lv 19:33) Cuando el extranjero morare con ustedes en su [de ustedes] tierra, no le oprimirán.

(Lv 19:34) Como a un natural de ustedes tendrán al extranjero que more entre ustedes, y lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fueron en la tierra de Egipto. Yo Jehová su [de ustedes] Dios.

(Lv 19:35) No hagan injusticia en juicio, en medida de tierra, en peso ni en otra medida.

(Lv 19:36) Balanzas justas, pesas justas y medidas justas tendrán. Yo Jehová su [de ustedes] Dios, que les saqué de la tierra de Egipto.

(Lv 19:37) Guarden, pues, todos mis estatutos y todas mis ordenanzas, y pónganlos por obra. Yo Jehová.

Penas por hechos indebidos
(Lv 20:1) Habló Jehová a Moisés, diciendo:

(Lv 20:2) Dirás asimismo a los hijos de Israel: «Cualquier»* varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que habitan [moran, residen] en Israel, que ofreciere alguno de sus hijos a Moloc, de seguro morirá; el pueblo de la tierra lo apedreará.

(Lv 20:3) Y yo pondré mi rostro contra el tal varón, y lo cortaré de entre su pueblo, por cuanto dio de sus hijos a Moloc, contaminando mi santuario y profanando mi santo nombre.

(Lv 20:4) Si el pueblo de la tierra cerrare sus ojos respecto de aquel varón que hubiere dado de sus hijos a Moloc, para no matarle,

(Lv 20:5) entonces yo pondré mi rostro contra aquel varón y contra su familia, y le cortaré de entre su pueblo, con todos los que fornicaron detrás de él prostituyéndose con Moloc.

(Lv 20:6) Y la persona que atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo.

(Lv 20:7) Santifíquense, pues, y sean santos, porque yo Jehová soy su [de ustedes] Dios.

(Lv 20:8) Y guarden mis estatutos, y pónganlos por obra. Yo Jehová que les santifico.

(Lv 20:9) «Todo hombre»* que maldijere a su padre o a su madre, de cierto morirá; a su padre o a su madre maldijo; su sangre será sobre él.

(Lv 20:10) Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.

(Lv 20:11) «Cualquiera»* que yaciere con la mujer de su padre, la desnudez de su padre descubrió; ambos han de ser muertos; su sangre será sobre ellos.

(Lv 20:12) Si «alguno»* durmiere con su nuera, ambos han de morir; cometieron grave perversión; su sangre será sobre ellos.

(Lv 20:13) Si «alguno»* se ayuntare con varón como con mujer, abominación [cosa repugnante] hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre.

(Lv 20:14) El que tomare mujer y a la madre de ella, comete vileza; quemarán con fuego a él y a ellas, para que no haya vileza entre ustedes.

(Lv 20:15) «Cualquiera»* que tuviere cópula con bestia, ha de ser muerto, y mataran a la bestia.

(Lv 20:16) Y si una mujer se llegare a algún animal para ayuntarse con él, a la mujer y al animal matarás; morirán indefectiblemente; su sangre será sobre ellos.

(Lv 20:17) Si «alguno»* tomare a su hermana, hija de su padre o hija de su madre, y viere su desnudez, y ella viere la suya, es cosa execrable [condenable, reprobable]; por tanto serán muertos a ojos de los hijos de su pueblo; descubrió la desnudez de su hermana; su pecado llevará.

(Lv 20:18) «Cualquiera»* que durmiere con mujer menstruosa, y descubriere su desnudez, su fuente descubrió, y ella descubrió la fuente de su sangre; ambos serán cortados de entre su pueblo.

(Lv 20:19) La desnudez de la hermana de tu madre, o de la hermana de tu padre, no descubrirás; porque al descubrir la desnudez de su parienta, su iniquidad [gran maldad e injusticia] llevarán.

(Lv 20:20) «Cualquiera»* que durmiere con la mujer del hermano de su padre, la desnudez del hermano de su padre descubrió; su pecado llevarán; morirán sin hijos.

(Lv 20:21) Y el que tomare la mujer de su hermano, comete inmundicia; la desnudez de su hermano descubrió; sin hijos serán.

(Lv 20:22) Guarden, pues, todos mis estatutos y todas mis ordenanzas, y pónganlos por obra, no sea que les vomite la tierra en la cual yo les introduzco para que habiten en ella.

(Lv 20:23) Y no anden en las prácticas de las naciones que yo echaré de la presencia [de delante] de ustedes; porque ellos hicieron todas estas cosas, y los tuve en abominación [cosa repugnante].

(Lv 20:24) Pero a ustedes les he dicho: Ustedes poseerán la tierra de ellos, y yo se la daré para que la posean por heredad [posesión territorial], tierra que fluye leche y miel. Yo Jehová su [de ustedes] Dios, que les he apartado de los pueblos.

(Lv 20:25) Por tanto, ustedes harán diferencia entre animal limpio e inmundo, y entre ave inmunda y limpia; y no contaminen sus [de ustedes] personas con los animales, ni con las aves, ni con nada que se arrastra sobre la tierra, los cuales les he apartado por inmundos.

(Lv 20:26) Han, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y les he apartado de los pueblos para que sean míos.

(Lv 20:27) Y el hombre o la mujer que evocare espíritus de muertos o se entregare a la adivinación, ha de morir; serán apedreados; su sangre será sobre ellos.

Santidad de los sacerdotes
(Lv 21:1) Jehová dijo a Moisés: Habla a los sacerdotes hijos de Aarón, y diles que no se contaminen por un muerto en sus pueblos.

(Lv 21:2) Mas por su pariente cercano, por su madre o por su padre, o por su hijo o por su hermano,

(Lv 21:3) o por su hermana virgen, a él cercana, la cual no haya tenido marido, por ella se contaminará.

(Lv 21:4) No se contaminará como cualquier hombre de su pueblo, haciéndose inmundo.

(Lv 21:5) No harán tonsura [corte redondeado] en su cabeza, ni raerán la punta de su barba, ni en su carne harán rasguños.

(Lv 21:6) Santos serán a su Dios, y no profanarán el nombre de su Dios, porque las ofrendas encendidas para Jehová y el pan de su Dios ofrecen; por tanto, serán santos.

(Lv 21:7) Con mujer prostituta [ramera] o infame no se casarán, ni con mujer repudiada de su marido; porque el sacerdote es santo a su Dios.

(Lv 21:8) Le santificarás, por tanto, pues el pan de tu Dios ofrece; santo será para ti, porque santo soy yo Jehová que les santifico.

(Lv 21:9) Y la hija del sacerdote, si comenzare a fornicar, a su padre deshonra; quemada será al fuego.

(Lv 21:10) Y el sumo sacerdote entre sus hermanos, sobre cuya cabeza fue derramado el aceite del ungimiento [unción], y «que fue consagrado»* para llevar las vestiduras, no descubrirá su cabeza, ni rasgará sus vestidos,

(Lv 21:11) ni entrará donde haya alguna persona muerta; ni por su padre ni por su madre se contaminará.

(Lv 21:12) Ni saldrá del santuario, ni profanará el santuario de su Dios; porque la consagración por el aceite del ungimiento [unción] de su Dios está sobre él. Yo Jehová.

(Lv 21:13) Tomará por esposa a una mujer virgen.

(Lv 21:14) No tomará viuda, ni repudiada, ni infame ni prostituta [ramera], sino tomará de su pueblo una virgen por mujer,

(Lv 21:15) para que no profane su descendencia en sus pueblos; porque yo Jehová soy el que los santifico.

(Lv 21:16) Y Jehová habló a Moisés, diciendo:

(Lv 21:17) Habla a Aarón y dile: «Ninguno»* de tus descendientes por sus generaciones, que tenga algún defecto, se acercará para ofrecer el pan de su Dios.

(Lv 21:18) Porque ningún varón en el cual haya defecto se acercará; varón ciego, o cojo, o mutilado, o sobrado,

(Lv 21:19) o varón que tenga quebradura de pie o rotura de mano,

(Lv 21:20) o jorobado, o enano, o que tenga nube en el ojo, o que tenga sarna, o empeine, o testículo magullado.

(Lv 21:21) Ningún varón de la descendencia del sacerdote Aarón, en el cual haya defecto, se acercará para ofrecer las ofrendas encendidas para Jehová. Hay defecto en él; no se acercará a ofrecer el pan de su Dios.

(Lv 21:22) Del pan de su Dios, de lo muy santo y de las cosas santificadas, podrá comer.

(Lv 21:23) Pero no se acercará tras el velo, ni se acercará al altar, por cuanto hay defecto en él; para que no profane mi santuario, porque yo Jehová soy el que los santifico.

(Lv 21:24) Y Moisés habló esto a Aarón, y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel.

Santidad de las ofrendas
(Lv 22:1) Habló Jehová a Moisés, diciendo:

(Lv 22:2) Di a Aarón y a sus hijos que se abstengan de las cosas santas que los hijos de Israel me han dedicado, y no profanen mi santo nombre. Yo Jehová.

(Lv 22:3) Diles: Todo varón de toda su [de ustedes] descendencia en sus [de ustedes] generaciones, que se acercare a las cosas sagradas que los hijos de Israel consagran a Jehová, teniendo inmundicia sobre sí, será cortado de mi presencia. Yo Jehová.

(Lv 22:4) «Cualquier»* varón de la descendencia de Aarón que fuere leproso, o padeciere flujo, no comerá de las cosas sagradas hasta que esté limpio. El que tocare cualquiera cosa de «cadáveres,»* o el varón que «hubiere tenido»* derramamiento de semen,

(Lv 22:5) o el varón que hubiere tocado cualquier reptil por el cual será inmundo, u hombre por el cual venga a ser inmundo, conforme a cualquiera inmundicia suya;

(Lv 22:6) la persona que lo tocare será inmunda hasta la noche, y no comerá de las cosas sagradas antes que haya lavado su cuerpo con agua.

(Lv 22:7) Cuando el sol se pusiere, será limpio; y después podrá comer las cosas sagradas, porque su alimento es.

(Lv 22:8) Mortecino ni despedazado por fiera no comerá, contaminándose en ello. Yo Jehová.

(Lv 22:9) Guarden, pues, mi ordenanza, para que no lleven pecado por ello, no sea que así mueran cuando la profanen. Yo Jehová que los santifico.

(Lv 22:10) Ningún extraño comerá cosa sagrada; el huésped del sacerdote, y el jornalero, no comerán cosa sagrada.

(Lv 22:11) Mas cuando el sacerdote comprare algún «esclavo»* por dinero, éste podrá comer de ella, así como también el nacido en su casa podrá comer de su alimento.

(Lv 22:12) La hija del sacerdote, si se casare con varón extraño, no comerá de la ofrenda de las cosas sagradas.

(Lv 22:13) Pero si la hija del sacerdote fuere viuda o repudiada, y no tuviere prole y se hubiere vuelto a la casa de su padre, como en su juventud, podrá comer del alimento de su padre; pero ningún extraño coma de él.

(Lv 22:14) Y el que por yerro comiere cosa sagrada, añadirá a ella una quinta parte, y la dará al sacerdote con la cosa sagrada.

(Lv 22:15) No profanarán, pues, las cosas santas de los hijos de Israel, las cuales apartan para Jehová;

(Lv 22:16) pues les harían llevar la iniquidad [gran maldad e injusticia] del pecado, comiendo las cosas santas de ellos; porque yo Jehová soy el que los santifico.

(Lv 22:17) También habló Jehová a Moisés, diciendo:

(Lv 22:18) Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel, y diles: «Cualquier»* varón de la casa de Israel, o de los extranjeros en Israel, que ofreciere su ofrenda en pago de sus votos, o como ofrendas voluntarias ofrecidas en holocausto a Jehová,

(Lv 22:19) para que sea aceptado, ofrecerán macho sin defecto de entre el ganado vacuno, de entre los corderos, o de entre las cabras.

(Lv 22:20) Ninguna cosa en que haya defecto ofrecerán, porque no será acepto por ustedes.

(Lv 22:21) Asimismo, cuando «alguno»* ofreciere sacrificio en ofrenda de paz a Jehová para cumplir un voto, o como ofrenda voluntaria, sea de vacas o de ovejas, para que sea aceptado será sin defecto.

(Lv 22:22) Ciego, perniquebrado, mutilado, verrugoso, sarnoso o roñoso, no ofrecerán éstos a Jehová, ni de ellos pondrán ofrenda encendida sobre el altar de Jehová.

(Lv 22:23) Buey o carnero «que tenga de más o de menos,»* podrás ofrecer por ofrenda voluntaria; pero en pago de voto no será acepto.

(Lv 22:24) No ofrecerán a Jehová animal con testículos heridos o magullados, rasgados o cortados, ni en su [de ustedes] tierra lo ofrecerán.

(Lv 22:25) Ni de mano de extranjeros tomarás estos animales para ofrecerlos como el pan de su [ustedes] Dios, porque su corrupción está en ellos; hay en ellos defecto, no se se aceptarán.

(Lv 22:26) Y habló Jehová a Moisés, diciendo:

(Lv 22:27) El becerro o el cordero o la cabra, cuando naciere, siete días estará «mamando de»* su madre; mas desde el octavo día en adelante será acepto para ofrenda de sacrificio encendido a Jehová.

(Lv 22:28) Y sea vaca u oveja, no degollaran en un mismo día a ella y a su hijo.

(Lv 22:29) Y cuando ofrecieren sacrificio de acción de gracias a Jehová, lo sacrificaran de manera que sea aceptable.

(Lv 22:30) En el mismo día se comerá; no dejaran de él para «otro día.»* Yo Jehová.

(Lv 22:31) Guarden, pues, mis mandamientos, y cúmplanlos. Yo Jehová.

(Lv 22:32) Y no profanen mi santo nombre, para que yo sea santificado en medio de los hijos de Israel. Yo Jehová que les santifico,

(Lv 22:33) que les saqué de la tierra de Egipto, para ser su [de ustedes] Dios. Yo Jehová.

Las fiestas solemnes
(Nm 28:16; 29-40)
(Lv 23:1) Habló Jehová a Moisés, diciendo:

(Lv 23:2) Habla a los hijos de Israel y diles: Las fiestas solemnes de Jehová, las cuales proclamaran como santas convocaciones, serán estas:

(Lv 23:3) Seis días se trabajará, mas el séptimo día será de reposo, santa convocación; ningún trabajo harán; día de reposo es de Jehová en dondequiera que habiten.

(Lv 23:4) Estas son las fiestas solemnes de Jehová, las convocaciones santas, a las cuales convocaran en sus tiempos:

(Lv 23:5) En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová.

(Lv 23:6) Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová; siete días comerán panes sin levadura.

(Lv 23:7) El primer día tendrán santa convocación; ningún trabajo de esclavos [siervos, sirvientes] harán.

(Lv 23:8) Y ofrecerán a Jehová siete días ofrenda encendida; el séptimo día será santa convocación; ningún trabajo de esclavo [siervo, sirviente] harán.

(Lv 23:9) Y habló Jehová a Moisés, diciendo:

(Lv 23:10) Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayan entrado en la tierra que yo les doy, y sieguen su mies, traerán al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de su [ustedes] siega.

(Lv 23:11) Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que sean aceptados; «el día siguiente»* del día de reposo la mecerá.

(Lv 23:12) Y el día que ofrezcan la gavilla, ofrecerán un cordero de un año, sin defecto, en holocausto a Jehová.

(Lv 23:13) Su ofrenda será dos décimas de efa de flor de harina amasada con aceite, ofrenda encendida a Jehová en olor gratísimo; y su libación será de vino, la cuarta parte de un hin.

(Lv 23:14) No comerán pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta este mismo día, hasta que hayan ofrecido la ofrenda de su [ustedes] Dios; estatuto perpetuo es por sus [de ustedes] edades en dondequiera que habiten.

(Lv 23:15) Y contaran desde «el día que sigue»* al día de reposo, desde el día en que ofrecieron la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán.

(Lv 23:16) Hasta «el día siguiente»* del séptimo día de reposo contaran cincuenta días; entonces ofrecerán el nuevo grano a Jehová.

(Lv 23:17) De sus [de ustedes] habitaciones traerán dos panes para ofrenda mecida, que serán de dos décimas de efa de flor de harina, cocidos con levadura, como primicias para Jehová.

(Lv 23:18) Y ofrecerán con el pan siete corderos de un año, sin defecto, un becerro de la vacada, y dos carneros; serán holocausto a Jehová, con su ofrenda y sus libaciones, ofrenda encendida de olor grato para Jehová.

(Lv 23:19) Ofrecerán además un macho cabrío por expiación, y dos corderos de un año en sacrificio de ofrenda de paz.

(Lv 23:20) Y el sacerdote los presentará como ofrenda mecida delante de Jehová, con el pan de las primicias y los dos corderos; serán cosa sagrada a Jehová para el sacerdote.

(Lv 23:21) Y convocaran en este mismo día santa convocación; ningún trabajo de esclavos [siervos, sirvientes] harán; estatuto perpetuo en dondequiera que habiten por sus [de ustedes] generaciones.

(Lv 23:22) Cuando segaren la mies de su [ustedes] tierra, no segaran hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu siega; para el pobre y para el extranjero la dejarás. Yo Jehová su [de ustedes] Dios.

(Lv 23:23) Y habló Jehová a Moisés, diciendo:

(Lv 23:24) Habla a los hijos de Israel y diles: En el mes séptimo, al primero del mes tendrán día de reposo, una conmemoración al son de trompetas, y una santa convocación.

(Lv 23:25) Ningún trabajo de esclavos [siervos, sirvientes] harán; y ofrecerán ofrenda encendida a Jehová.

(Lv 23:26) También habló Jehová a Moisés, diciendo:

(Lv 23:27) A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendrán santa convocación, y afligirán sus [de ustedes] almas, y ofrecerán ofrenda encendida a Jehová.

(Lv 23:28) Ningún trabajo harán en este día; porque es día de expiación, para reconciliarles delante de Jehová su [de ustedes] Dios.

(Lv 23:29) Porque toda persona que no se afligiere en este mismo día, será cortada de su pueblo.

(Lv 23:30) Y cualquiera persona que hiciere trabajo alguno en este día, yo destruiré a la tal persona de entre su pueblo.

(Lv 23:31) Ningún trabajo harán; estatuto perpetuo es por sus [de ustedes] generaciones en dondequiera que habiten.

(Lv 23:32) Día de reposo será a ustedes, y afligirán sus [de ustedes] almas, comenzando a los nueve días del mes en la tarde; de tarde a tarde guardaran su [de ustedes] reposo.

(Lv 23:33) Y habló Jehová a Moisés, diciendo:

(Lv 23:34) Habla a los hijos de Israel y diles: A los quince días de este mes séptimo será la fiesta solemne de los tabernáculos a Jehová por siete días.

(Lv 23:35) El primer día habrá santa convocación; ningún trabajo de esclavos [siervos, sirvientes] harán.

(Lv 23:36) Siete días ofrecerán ofrenda encendida a Jehová; el octavo día tendrán santa convocación, y ofrecerán ofrenda encendida a Jehová; es fiesta, ningún trabajo de esclavos [siervos, sirvientes] harán.

(Lv 23:37) Estas son las fiestas solemnes de Jehová, a las que convocaran santas reuniones, para ofrecer ofrenda encendida a Jehová, holocausto y ofrenda, sacrificio y libaciones, «cada cosa en su tiempo,»*

(Lv 23:38) además de los días de reposo de Jehová, de sus [de ustedes] dones, de todos sus [de ustedes] votos, y de todas sus [de ustedes] ofrendas voluntarias que acostumbran dar a Jehová.

(Lv 23:39) Pero a los quince días del mes séptimo, cuando hayan recogido el fruto de la tierra, harán fiesta a Jehová por siete días; el primer día será de reposo, y el octavo día será también día de reposo.

(Lv 23:40) Y tomaran el primer día ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y se regocijaran delante de Jehová su [de ustedes] Dios por siete días.

(Lv 23:41) Y le harán fiesta a Jehová por siete días cada año; será estatuto perpetuo por sus [de ustedes] generaciones; en el mes séptimo la harán.

(Lv 23:42) En tabernáculos habitaran siete días; todo natural de Israel habitará en tabernáculos,

(Lv 23:43) para que sepan sus [de ustedes] descendientes que en tabernáculos hice yo habitar a los hijos de Israel cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo Jehová su [de ustedes] Dios.

(Lv 23:44) Así habló Moisés a los hijos de Israel sobre las fiestas solemnes de Jehová.

Aceite para las lámparas
(Ex 27:20-21)
(Lv 24:1) Habló Jehová a Moisés, diciendo:

(Lv 24:2) Manda a los hijos de Israel que te traigan para el alumbrado aceite puro de olivas machacadas, para hacer arder las lámparas continuamente.

(Lv 24:3) Fuera del velo del testimonio, en el tabernáculo de reunión, las dispondrá Aarón desde la tarde hasta la mañana delante de Jehová; es estatuto perpetuo por sus [de ustedes] generaciones.

(Lv 24:4) Sobre el candelero limpio pondrá siempre en orden las lámparas delante de Jehová.

El pan de la proposición
(Lv 24:5) Y tomarás flor de harina, y cocerás de ella doce tortas; cada torta será de dos décimas de efa.

(Lv 24:6) Y las pondrás en dos hileras, seis en cada hilera, sobre la mesa limpia delante de Jehová.

(Lv 24:7) Pondrás también sobre cada hilera incienso puro, y será para el pan como perfume, ofrenda encendida a Jehová.

(Lv 24:8) Cada día de reposo lo pondrá continuamente en orden delante de Jehová, en nombre de los hijos de Israel, como pacto [alianza, convenio, acuerdo] perpetuo.

(Lv 24:9) Y será de Aarón y de sus hijos, los cuales lo comerán en lugar santo; porque es cosa muy santa para él, de las ofrendas encendidas a Jehová, por derecho perpetuo.

Castigo del blasfemo
(Lv 24:10) En aquel tiempo el hijo de una mujer israelita, el cual era hijo de un egipcio, salió entre los hijos de Israel; y el hijo de la israelita y un hombre de Israel riñeron en el campamento.

(Lv 24:11) Y el hijo de la mujer israelita blasfemó el Nombre, y maldijo; entonces lo llevaron a Moisés. Y su madre se llamaba Selomit, hija de Dibri, de la tribu de Dan.

(Lv 24:12) Y lo pusieron en la cárcel, hasta que les fuese declarado por «palabra de»* Jehová.

(Lv 24:13) Y Jehová habló a Moisés, diciendo:

(Lv 24:14) Saca al blasfemo fuera del campamento, y todos los que le oyeron pongan sus manos sobre la cabeza de él, y apedréelo toda la congregación.

(Lv 24:15) Y a los hijos de Israel hablarás, diciendo: «Cualquiera»* que maldijere a su Dios, llevará su iniquidad [gran maldad e injusticia].

(Lv 24:16) Y el que blasfemare el nombre de Jehová, ha de ser muerto; toda la congregación lo apedreará; así el extranjero como el natural, si blasfemare el Nombre, que muera.

(Lv 24:17) Asimismo el hombre que hiere de muerte a cualquiera persona, que sufra la muerte.

(Lv 24:18) El que hiere a algún animal ha de restituirlo, animal por animal.

(Lv 24:19) Y el que causare lesión en su prójimo, según hizo, así le sea hecho:

(Lv 24:20) rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente; según la lesión que haya hecho a otro, tal se hará a él.

(Lv 24:21) El que hiere algún animal ha de restituirlo; mas el que hiere de muerte a un hombre, que muera.

(Lv 24:22) Un mismo estatuto tendrán para el extranjero, como para el natural; porque yo soy Jehová su [de ustedes] Dios.

(Lv 24:23) Y habló Moisés a los hijos de Israel, y ellos sacaron del campamento al blasfemo y lo apedrearon. Y los hijos de Israel hicieron según Jehová había mandado a Moisés.

El año de reposo de la tierra y el año del jubileo
(Lv 25:1) Jehová habló a Moisés en el monte de Sinaí, diciendo:

(Lv 25:2) Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayan entrado en la tierra que yo les doy, la tierra guardará reposo para Jehová.

(Lv 25:3) Seis años sembrarás tu tierra, y seis años podarás tu viña y recogerás sus frutos.

(Lv 25:4) Pero el séptimo año la tierra tendrá descanso, reposo para Jehová; no sembrarás tu tierra, ni podarás tu viña.

(Lv 25:5) Lo que de suyo naciere en tu tierra segada, no lo segarás, y las uvas de tu viñedo no vendimiarás; año de reposo será para la tierra.

(Lv 25:6) Mas el descanso de la tierra te dará para comer a ti, a tu esclavo [siervo, sirviente], a tu sierva, a tu criado, y a tu extranjero que morare contigo;

(Lv 25:7) y a tu animal, y a la bestia que hubiere en tu tierra, será todo el fruto de ella para comer.

(Lv 25:8) Y contarás siete semanas de años, siete veces siete años, de modo que los días de las siete semanas de años vendrán a serte cuarenta y nueve años.

(Lv 25:9) Entonces harás tocar fuertemente la trompeta en el mes séptimo a los diez días del mes; el día de la expiación harán tocar la trompeta por toda su [de ustedes] tierra.

(Lv 25:10) Y santificaran el año cincuenta, y pregonaran libertad en la tierra a todos sus habitantes [moradores, residentes]; ese año les será de jubileo, y volverán «cada uno»* a su [de ustedes] posesión, y cada cual volverá a su familia.

(Lv 25:11) El año cincuenta les será jubileo; no sembraran, ni segaran lo que naciere de suyo en la tierra, ni vendimiaran sus viñedos,

(Lv 25:12) porque es jubileo; santo será a ustedes; el producto de la tierra comerán.

(Lv 25:13) En este año de jubileo volverán «cada uno»* a su [de ustedes] posesión.

(Lv 25:14) Y cuando vendieren algo a su [de ustedes] prójimo, o compraren de mano de su [ustedes] prójimo, no engañe «ninguno»* a su hermano.

(Lv 25:15) Conforme al número de los años después del jubileo comprarás de tu prójimo; conforme al número de los años de los frutos te venderá él a ti.

(Lv 25:16) «Cuanto»* mayor fuere el número de los años, aumentarás el precio, y «cuanto»* menor fuere el número, disminuirás el precio; porque según el número de las cosechas te venderá él.

(Lv 25:17) Y no engañe «ninguno»* a su prójimo, sino teman a su [de ustedes] Dios; porque yo soy Jehová su [de ustedes] Dios.

(Lv 25:18) Ejecuten, pues, mis estatutos y guarden mis ordenanzas, y pónganlos por obra, y habitaran en la tierra seguros;

(Lv 25:19) y la tierra dará su fruto, y comerán hasta saciarse, y habitaran en ella con seguridad.

(Lv 25:20) Y si dijeren: ¿Qué comeremos el séptimo año? He aquí no hemos de sembrar, ni hemos de recoger nuestros frutos;

(Lv 25:21) entonces yo les enviaré mi bendición el sexto año, y ella hará que haya fruto por tres años.

(Lv 25:22) Y sembraran el año octavo, y comerán del fruto añejo; hasta el año noveno, hasta que venga su fruto, comerán del añejo.

(Lv 25:23) La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es; pues ustedes forasteros y extranjeros son para conmigo.

(Lv 25:24) Por tanto, en toda la tierra de su [de ustedes] posesión otorgaran rescate a la tierra.

(Lv 25:25) Cuando tu hermano empobreciere, y vendiere algo de su posesión, entonces su pariente más próximo vendrá y rescatará lo que su hermano hubiere vendido.

(Lv 25:26) Y cuando el hombre no tuviere rescatador, y consiguiere lo suficiente para el rescate,

(Lv 25:27) entonces contará los años desde que vendió, y pagará lo que quedare al varón a quien vendió, y volverá a su posesión.

(Lv 25:28) Mas si no consiguiere lo suficiente para que se la devuelvan, lo que vendió estará en «poder»* del que lo compró hasta el año del jubileo; y al jubileo saldrá, y él volverá a su posesión.

(Lv 25:29) El varón que vendiere casa de habitación en ciudad amurallada, tendrá facultad de redimirla hasta el término de un año desde la venta; un «año»* será el término de poderse redimir.

(Lv 25:30) Y si no fuere rescatada dentro de un año entero, la casa que estuviere en la ciudad amurallada quedará para siempre en poder de aquel que la compró, y para sus descendientes; no saldrá en el jubileo.

(Lv 25:31) Mas las casas de las aldeas que no tienen muro alrededor serán estimadas como los terrenos del campo; podrán ser rescatadas, y saldrán en el jubileo.

(Lv 25:32) Pero en cuanto a las ciudades de los levitas, éstos podrán rescatar en «cualquier tiempo»* las casas en las ciudades de su posesión.

(Lv 25:33) Y el que comprare de los levitas saldrá de la casa vendida, o de la ciudad de su posesión, en el jubileo, por cuanto las casas de las ciudades de los levitas son la posesión de ellos entre los hijos de Israel.

(Lv 25:34) Mas la tierra del ejido de sus ciudades no se venderá, porque es perpetua posesión de ellos.

(Lv 25:35) Y cuando tu hermano empobreciere y «se acogiere»* a ti, tú lo ampararás; como forastero y extranjero vivirá contigo.

(Lv 25:36) No tomarás de él usura ni ganancia, sino tendrás temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo.

(Lv 25:37) No le darás tu dinero a usura, ni tus víveres a ganancia.

(Lv 25:38) Yo Jehová su [de ustedes] Dios, que les saqué de la tierra de Egipto, para darles la tierra de Canaán, para ser su [de ustedes] Dios.

(Lv 25:39) Y cuando tu hermano empobreciere, estando contigo, y se vendiere a ti, no le harás servir como esclavo.

(Lv 25:40) Como criado, como extranjero estará contigo; hasta el año del jubileo te servirá.

(Lv 25:41) Entonces saldrá libre de tu «casa;»* él y sus hijos consigo, y volverá a su familia, y a la posesión de sus padres se restituirá.

(Lv 25:42) Porque son mis esclavos [siervos, sirvientes], los cuales saqué yo de la tierra de Egipto; no serán vendidos a manera de esclavos.

(Lv 25:43) No te enseñorearás de él con dureza, sino tendrás temor de tu Dios.

(Lv 25:44) Así tu esclavo como tu esclava que tuvieres, serán de las gentes que están en su [de ustedes] alrededor; de ellos podrán comprar esclavos y esclavas.

(Lv 25:45) También podrán comprar de los hijos de los forasteros que viven entre ustedes, y de las familias de ellos nacidos en su [de ustedes] tierra, que están con ustedes, los cuales podrán tener por posesión.

(Lv 25:46) Y los podrán dejar en herencia para sus [de ustedes] hijos después de ustedes, como posesión hereditaria; para siempre les servirán de ellos; pero en sus [de ustedes] hermanos los hijos de Israel no se enseñorearan «cada uno»* sobre su hermano con dureza.

(Lv 25:47) Si el forastero o el extranjero que está contigo «se enriqueciere,»* y tu hermano que está junto a él empobreciere, y se vendiere al forastero o extranjero que está contigo, o a alguno de la familia del extranjero;

(Lv 25:48) después que se hubiere vendido, podrá ser rescatado; uno de sus hermanos lo rescatará.

(Lv 25:49) O su tío o el hijo de su tío lo rescatará, o un «pariente cercano»* de su familia lo rescatará; o «si sus medios alcanzaren,»* él mismo se rescatará.

(Lv 25:50) Hará la cuenta con el que lo compró, desde el año que se vendió a él hasta el año del jubileo; y ha de apreciarse el precio de su venta conforme al número de los años, y se contará el tiempo que estuvo con él conforme al «tiempo de»* un criado asalariado.

(Lv 25:51) Si aún fueren muchos años, «conforme a ellos»* devolverá para su rescate, del dinero por el cual se vendió.

(Lv 25:52) Y si quedare poco tiempo hasta el año del jubileo, entonces hará un cálculo con él, y devolverá su rescate conforme a sus años.

(Lv 25:53) Como con el tomado a salario anualmente hará con él; no se enseñoreará en él con rigor delante de tus ojos.

(Lv 25:54) Y si no se rescatare en esos años, en el año del jubileo saldrá, él y sus hijos con él.

(Lv 25:55) Porque mis esclavos [siervos, sirvientes] son los hijos de Israel; son esclavos [siervos, sirvientes] míos, a los cuales saqué de la tierra de Egipto. Yo Jehová su [de ustedes] Dios.

Bendiciones de la obediencia
(Dt 7:12-24; 28:1-14)
(Lv 26:1) No harán para ustedes ídolos, ni escultura, ni se levantaran estatua, ni pondrán en su [de ustedes] tierra piedra pintada para inclinarse a ella; porque yo soy Jehová su [de ustedes] Dios.

(Lv 26:2) Guarden mis días de reposo, y tengan en reverencia mi santuario. Yo Jehová.

(Lv 26:3) Si anduvieren en mis decretos y cumplieren [guardaren, conservaren] mis mandamientos, y los pusieren por obra,

(Lv 26:4) yo daré su [de ustedes] lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su fruto.

(Lv 26:5) Su [de ustedes] trilla alcanzará a la vendimia, y la vendimia alcanzará a la sementera, y comerán su [de ustedes] pan hasta saciarse, y habitaran seguros en su [de ustedes] tierra.

(Lv 26:6) Y yo daré paz en la tierra, y dormirán, y no habrá quien les espante; y haré quitar de su [de ustedes] tierra las malas bestias, y la espada no pasará por su [de ustedes] país.

(Lv 26:7) Y perseguirán a sus [de ustedes] enemigos, y caerán a espada delante de ustedes.

(Lv 26:8) Cinco de ustedes perseguirán a ciento, y ciento de ustedes perseguirán a diez mil, y sus [de ustedes] enemigos caerán a filo de espada delante de ustedes.

(Lv 26:9) Porque yo me volveré a ustedes, y les haré crecer, y les multiplicaré, y afirmaré mi pacto [alianza, convenio, acuerdo] con ustedes.

(Lv 26:10) Comerán lo añejo de mucho tiempo, y pondrán fuera lo añejo «para guardar lo»* nuevo.

(Lv 26:11) Y pondré mi morada en medio de ustedes, y mi alma no les abominará;

(Lv 26:12) y andaré entre ustedes, y yo seré su [de ustedes] Dios, y ustedes serán mi pueblo.

(Lv 26:13) Yo Jehová su [de ustedes] Dios, que les saqué de la tierra de Egipto, «para que no»* fuesen sus esclavos [siervos, sirvientes], y rompí las coyundas de su [ustedes] yugo, y les he hecho andar con el rostro erguido.

Consecuencias de la desobediencia
(Dt 28:15-68)
(Lv 26:14) Pero si no me oyeren, ni hicieren todos estos mis mandamientos,

(Lv 26:15) y si desdeñaren mis decretos, y su [de ustedes] alma despreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis mandamientos, e invalidando mi pacto [alianza, convenio, acuerdo],

(Lv 26:16) yo también haré con ustedes esto: enviaré sobre ustedes terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma; y sembraran en vano su [de ustedes] semilla, porque sus [de ustedes] enemigos la comerán.

(Lv 26:17) Pondré mi rostro contra ustedes, y serán heridos delante de sus [de ustedes] enemigos; y los que les aborrecen se enseñorearán de ustedes, y huirán sin que haya quien les persiga.

(Lv 26:18) Y si aun con estas cosas no me oyeren, yo volveré a castigarles siete veces más por sus [de ustedes] pecados.

(Lv 26:19) Y quebrantaré la soberbia de su [ustedes] orgullo, y haré su [de ustedes] cielo como hierro, y su [de ustedes] tierra como bronce.

(Lv 26:20) Su [de ustedes] fuerza se consumirá en vano, porque su [de ustedes] tierra no dará su producto, y los árboles de la tierra no darán su fruto.

(Lv 26:21) Si anduvieren conmigo en oposición, y no me quisieren oír, yo añadiré sobre ustedes siete veces más plagas según sus [de ustedes] pecados.

(Lv 26:22) Enviaré también contra ustedes bestias fieras que les arrebaten sus [de ustedes] hijos, y destruyan su [de ustedes] ganado, y les reduzcan en número, y sus [de ustedes] caminos sean desiertos.

(Lv 26:23) Y si con estas cosas no fueren corregidos, sino que anduvieren conmigo en oposición,

(Lv 26:24) yo también procederé en contra de ustedes, y les heriré aún siete veces por sus [de ustedes] pecados.

(Lv 26:25) Traeré sobre ustedes espada vengadora, en vindicación del pacto [alianza, convenio, acuerdo]; y si buscaren refugio en sus [de ustedes] ciudades, yo enviaré pestilencia entre ustedes, y serán entregados en mano del enemigo.

(Lv 26:26) Cuando yo les quebrante el sustento del pan, cocerán diez mujeres su [de ustedes] pan en un horno, y les devolverán su [de ustedes] pan por peso; y comerán, y no se saciaran.

(Lv 26:27) Si aun con esto no me oyeren, sino que procedieren conmigo en oposición,

(Lv 26:28) yo procederé en contra de ustedes con ira, y les castigaré aún siete veces por sus [de ustedes] pecados.

(Lv 26:29) Y comerán la carne de sus [de ustedes] hijos, y comerán la carne de sus [de ustedes] hijas.

(Lv 26:30) Destruiré sus [de ustedes] lugares altos, y derribaré sus [de ustedes] imágenes, y pondré sus [de ustedes] cuerpos muertos sobre los cuerpos muertos de sus [de ustedes] ídolos, y mi alma los abominará.

(Lv 26:31) Haré desiertas sus [de ustedes] ciudades, y asolaré sus [de ustedes] santuarios, y no oleré la fragancia de su [ustedes] suave perfume.

(Lv 26:32) Asolaré también la tierra, y se pasmarán [quedarán fríos] por ello sus [de ustedes] enemigos que en ella moren;

(Lv 26:33) y a ustedes los esparciré entre las naciones, y desenvainaré espada detrás de ustedes; y su [de ustedes] tierra estará asolada, y desiertas sus [de ustedes] ciudades.

(Lv 26:34) Entonces la tierra gozará sus días de reposo, todos los días que esté asolada, mientras ustedes estén en la tierra de sus [de ustedes] enemigos; la tierra descansará entonces y gozará sus días de reposo.

(Lv 26:35) Todo el tiempo que esté asolada, descansará por lo que no reposó en los días de reposo cuando habitaban en ella.

(Lv 26:36) Y a los que queden de ustedes infundiré en sus corazones tal cobardía, en la tierra de sus enemigos, que el sonido de una hoja que se mueva los perseguirá, y huirán como ante la espada, y caerán sin que nadie los persiga.

(Lv 26:37) Tropezarán «los unos con los otros»* como si huyeran ante la espada, aunque nadie los persiga; y no podrán resistir delante de sus [de ustedes] enemigos.

(Lv 26:38) Y perecerán entre las naciones, y la tierra de sus [de ustedes] enemigos les consumirá.

(Lv 26:39) Y los que queden de ustedes decaerán en las tierras de sus [de ustedes] enemigos por su iniquidad [gran maldad e injusticia]; y por la iniquidad [gran maldad e injusticia] de sus padres decaerán con ellos.

(Lv 26:40) Y confesarán su iniquidad [gran maldad e injusticia], y la iniquidad [gran maldad e injusticia] de sus padres, por su prevaricación [resolución legal injusta] con que prevaricaron contra mí; y también porque anduvieron conmigo en oposición,

(Lv 26:41) yo también habré andado en contra de ellos, y los habré hecho entrar en la tierra de sus enemigos; y entonces se humillará su corazón incircunciso, y reconocerán su pecado.

(Lv 26:42) Entonces yo me acordaré de mi pacto [alianza, convenio, acuerdo] con Jacob, y asimismo de mi pacto [alianza, convenio, acuerdo] con Isaac, y también de mi pacto [alianza, convenio, acuerdo] con Abraham me acordaré, y haré memoria de la tierra.

(Lv 26:43) Pero la tierra será abandonada por ellos, y gozará sus días de reposo, estando desierta «a causa de»* ellos; y entonces se someterán al castigo de sus iniquidades [grandes maldades e injusticias]; por cuanto despreciaron mis ordenanzas, y su alma tuvo fastidio de mis estatutos.

(Lv 26:44) Y aun con todo esto, estando ellos en tierra de sus enemigos, yo no los desecharé, ni los abominaré para consumirlos, invalidando mi pacto [alianza, convenio, acuerdo] con ellos; porque yo Jehová soy su Dios.

(Lv 26:45) Antes me acordaré de ellos por el pacto [alianza, convenio, acuerdo] antiguo, cuando los saqué de la tierra de Egipto a los ojos de las naciones, para ser su Dios. Yo Jehová.

(Lv 26:46) Estos son los estatutos, ordenanzas y leyes que estableció Jehová entre sí y los hijos de Israel en el monte de Sinaí por mano de Moisés.

Cosas consagradas a Dios
(Lv 27:1) Habló Jehová a Moisés, diciendo:

(Lv 27:2) Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando «alguno»* hiciere especial voto a Jehová, según la estimación de las personas que se hayan de redimir, lo estimarás así:

(Lv 27:3) En cuanto al varón de veinte años hasta sesenta, lo estimarás en cincuenta siclos de plata, según el siclo del santuario.

(Lv 27:4) Y si fuere mujer, la estimarás en treinta siclos.

(Lv 27:5) Y si fuere de cinco años hasta veinte, al varón lo estimarás en veinte siclos, y a la mujer en diez siclos.

(Lv 27:6) Y si fuere de un mes hasta cinco años, entonces estimarás al varón en cinco siclos de plata, y a la mujer en tres siclos de plata.

(Lv 27:7) Mas si fuere de sesenta años o más, al varón lo estimarás en quince siclos, y a la mujer en diez siclos.

(Lv 27:8) Pero si fuere muy pobre para pagar tu estimación, entonces será llevado ante el sacerdote, quien fijará el precio; «conforme a la posibilidad»* del que hizo el voto, le fijará precio el sacerdote.

(Lv 27:9) Y si fuere animal de los que se ofrece ofrenda a Jehová, todo lo que de los tales se diere a Jehová será santo.

(Lv 27:10) No será cambiado ni trocado, bueno por malo, ni malo por bueno; y si se permutare «un animal por otro,»* él y el dado en cambio de él serán sagrados.

(Lv 27:11) Si fuere algún animal inmundo, de que no se ofrece ofrenda a Jehová, entonces el animal será puesto delante del sacerdote,

(Lv 27:12) y el sacerdote lo valorará, sea bueno o sea malo; conforme a la estimación del sacerdote, así será.

(Lv 27:13) Y si lo quisiere rescatar, añadirá sobre tu valuación la quinta parte.

(Lv 27:14) Cuando «alguno»* dedicare su casa consagrándola a Jehová, la valorará el sacerdote, sea buena o sea mala; según la valorare el sacerdote, así quedará.

(Lv 27:15) Mas si el que dedicó su casa deseare rescatarla, añadirá a tu valuación la quinta parte del valor de ella, y será suya.

(Lv 27:16) Si «alguno»* dedicare de la tierra de su posesión a Jehová, tu estimación será «conforme a»* su siembra; un homer de siembra de cebada se valorará en cincuenta siclos de plata.

(Lv 27:17) Y si dedicare su tierra desde el año del jubileo, conforme a tu estimación quedará.

(Lv 27:18) Mas si después del jubileo dedicare su tierra, entonces el sacerdote hará la cuenta del dinero «conforme a»* los años que quedaren hasta el año del jubileo, y se rebajará de tu estimación.

(Lv 27:19) Y si el que dedicó la tierra quisiere redimirla, añadirá a tu estimación la quinta parte del precio de ella, y se le quedará para él.

(Lv 27:20) Mas si él no rescatare la tierra, y la tierra se vendiere a otro, no la rescatará más;

(Lv 27:21) sino que cuando saliere en el jubileo, la tierra será santa para Jehová, como tierra consagrada; la posesión de ella será del sacerdote.

(Lv 27:22) Y si dedicare alguno a Jehová la tierra que él compró, que no era de la tierra de su herencia,

(Lv 27:23) entonces el sacerdote calculará con él la suma de tu estimación hasta el año del jubileo, y aquel día dará tu precio señalado, cosa consagrada a Jehová.

(Lv 27:24) En el año del jubileo, volverá la tierra a aquél de quien él la compró, cuya es la herencia de la tierra.

(Lv 27:25) Y todo lo que valorares será conforme al siclo del santuario; el siclo tiene veinte geras.

(Lv 27:26) Pero el primogénito de los animales, que por la primogenitura es de Jehová, «nadie»* lo dedicará; sea buey u oveja, de Jehová es.

(Lv 27:27) Mas si fuere de los animales inmundos, lo rescatarán conforme a tu estimación, y añadirán sobre ella la quinta parte de su precio; y si no lo rescataren, se venderá conforme a tu estimación.

(Lv 27:28) Pero no se venderá ni se rescatará ninguna cosa consagrada, que «alguno»* hubiere dedicado a Jehová; de todo lo que tuviere, de hombres y animales, y de las tierras de su posesión, todo lo consagrado será cosa santísima para Jehová.

(Lv 27:29) Ninguna persona separada como anatema podrá ser rescatada; indefectiblemente ha de ser muerta.

(Lv 27:30) Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová.

(Lv 27:31) Y si «alguno»* quisiere rescatar algo del diezmo, añadirá la quinta parte de su precio por ello.

(Lv 27:32) Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será consagrado a Jehová.

(Lv 27:33) No mirará si es bueno o malo, ni lo cambiará; y si lo cambiare, tanto él como el que se dio en cambio serán cosas sagradas; no podrán ser rescatados.

(Lv 27:34) Estos son los mandamientos que ordenó Jehová a Moisés para los hijos de Israel, en el monte de Sinaí.

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