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significados y conceptos.
Las obras y la palabra de Dios
(Sal 19:1) «Al músico
principal. Salmo de David.»* Los cielos
cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
(Sal 19:2) Un día emite palabra
a otro día, Y una noche a otra noche declara sabiduría.
(Sal 19:3) No hay lenguaje, ni palabras, Ni es oída su voz.
(Sal 19:4) Por toda la tierra salió
su voz, Y hasta el extremo del mundo
sus palabras. En ellos puso tabernáculo
para el sol;
(Sal 19:5) Y éste, como esposo
que sale de su tálamo, Se alegra cual gigante para correr el camino.
(Sal 19:6) De un extremo de los cielos es su salida, Y su
curso hasta el término de ellos; Y nada hay que se esconda de su calor.
(Sal 19:7) La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que
hace sabio al sencillo.
(Sal 19:8) Los mandamientos
de Jehová son rectos, que alegran el corazón;
El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.
(Sal 19:9) El temor de Jehová es limpio, que permanece para
siempre; Los juicios de Jehová son verdad,
todos justos.
(Sal 19:10) Deseables son más que el oro, y más que mucho oro
afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.
(Sal 19:11) Tu esclavo [siervo,
sirviente] es además amonestado con ellos; En guardarlos hay grande
galardón.
(Sal 19:12) ¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos.
(Sal 19:13) Preserva también a
tu esclavo [siervo, sirviente]
de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí;
Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.
(Sal 19:14) Sean gratos los
dichos de mi boca y la meditación de mi corazón
delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor
mío.
Oración pidiendo victoria
(Sal 20:1) «Al músico
principal. Salmo de David.»* Jehová te oiga
en el día de conflicto; El nombre del Dios de
Jacob te defienda.
(Sal 20:2) Te envíe ayuda desde
el santuario, Y desde Sion te sostenga.
(Sal 20:3) Haga memoria de
todas tus ofrendas, Y acepte tu holocausto.
(Sal 20:4) Te dé conforme al
deseo de tu corazón, Y cumpla todo tu
consejo.
(Sal 20:5) Nosotros nos alegraremos
en tu salvación, Y alzaremos pendón en
el nombre de nuestro Dios; Conceda Jehová todas tus peticiones.
(Sal 20:6) Ahora conozco que
Jehová salva a su ungido; Lo oirá desde sus santos cielos Con la
potencia salvadora de su diestra.
(Sal 20:7) Estos confían en carros, y aquéllos en caballos;
Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios
tendremos memoria.
(Sal 20:8) Ellos flaquean y
caen, Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie.
(Sal 20:9) Salva, Jehová; Que
el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos.
Alabanza por haber sido librado del
enemigo
(Sal 21:1) «Al músico
principal. Salmo de David.»* El rey se
alegra en tu poder, oh Jehová; Y en tu salvación, ¡cómo se goza!
(Sal 21:2) Le has concedido el
deseo de su corazón, Y no le negaste la
petición de sus labios.
(Sal 21:3) Porque le has salido al encuentro con bendiciones de bien; Corona de oro fino has
puesto sobre su cabeza.
(Sal 21:4) Vida te demandó, y
se la diste; Largura de días
eternamente y para siempre.
(Sal 21:5) Grande es su gloria en tu salvación; Honra y majestad has puesto
sobre él.
(Sal 21:6) Porque lo has bendecido
para siempre; Lo llenaste de alegría con tu presencia.
(Sal 21:7) Por cuanto el rey confía en Jehová, Y en la
misericordia del Altísimo, no será
conmovido.
(Sal 21:8) Alcanzará tu mano a
todos tus enemigos; Tu diestra alcanzará a los que te aborrecen.
(Sal 21:9) Los pondrás como horno de fuego en el tiempo de tu ira; Jehová los deshará en su ira, Y fuego los consumirá.
(Sal 21:10) Su fruto destruirás
de la tierra, Y su descendencia de entre los hijos de los hombres.
(Sal 21:11) Porque intentaron el
mal contra ti; Idearon [fraguaron,
imputaron falsamente] maquinaciones, mas no prevalecerán,
(Sal 21:12) Pues tú los pondrás en fuga; En tus cuerdas
dispondrás flechas [saetas] contra
sus rostros.
(Sal 21:13) Engrandécete, oh Jehová, en tu poder; Cantaremos y alabaremos tu poderío.
Descripción profética de los
sufrimientos del Mesías
(Sal 22:1) «Al músico principal;
sobre Ajeletsahar. Salmo de David.»* Dios
mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por
qué estás tan lejos de mi salvación, y
de las palabras de mi clamor?
(Sal 22:2) Dios mío, clamo de
día, y no respondes; Y de noche, y no hay para mí reposo.
(Sal 22:3) Pero tú eres santo,
Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
(Sal 22:4) En ti esperaron
nuestros padres; Esperaron, y tú los libraste.
(Sal 22:5) Clamaron a ti, y
fueron librados; Confiaron en ti, y no fueron avergonzados.
(Sal 22:6) Mas yo soy gusano, y
no hombre; Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.
(Sal 22:7) Todos los que me ven me escarnecen [burlan con agravio y tenacidad]; Estiran la boca, menean la cabeza, diciendo:
(Sal 22:8) Se encomendó a Jehová; líbrele él; Sálvele, puesto que en él se complacía.
(Sal 22:9) Pero tú eres el que
me sacó del vientre; El que me hizo estar confiado desde que estaba a los
pechos de mi madre.
(Sal 22:10) Sobre ti fui echado
desde antes de nacer; Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
(Sal 22:11) No te alejes de mí,
porque la angustia está cerca; Porque no hay quien ayude.
(Sal 22:12) Me han rodeado
muchos toros; Fuertes toros de Basán me han cercado.
(Sal 22:13) Abrieron sobre mí su
boca Como león rapaz y rugiente.
(Sal 22:14) He sido derramado
como aguas, Y todos mis huesos se
descoyuntaron; Mi corazón fue como
cera, Derritiéndose en medio de mis entrañas.
(Sal 22:15) Como un tiesto se secó
mi vigor, Y mi lengua se pegó a mi paladar, Y me has puesto en el polvo de la
muerte.
(Sal 22:16) Porque perros me han rodeado; Me ha cercado cuadrilla de malignos; Horadaron mis
manos y mis pies.
(Sal 22:17) Contar puedo todos
mis huesos; Entre tanto, ellos me miran
y me observan.
(Sal 22:18) Repartieron entre sí
mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes.
(Sal 22:19) Mas tú, Jehová, no
te alejes; Fortaleza mía, apresúrate a
socorrerme.
(Sal 22:20) Libra de la espada
mi alma, Del poder del perro mi vida.
(Sal 22:21) Sálvame de la boca
del león, Y líbrame de los cuernos de los búfalos.
(Sal 22:22) Anunciaré tu nombre
a mis hermanos; En medio de la congregación te alabaré.
(Sal 22:23) Los que temen a Jehová, alábenle; Glorifíquenle, descendencia toda de Jacob, Y témanle
ustedes, descendencia toda de Israel.
(Sal 22:24) Porque no menospreció
ni abominó la aflicción del afligido, Ni de él escondió su rostro; Sino que
cuando clamó a él, le oyó.
(Sal 22:25) De ti será mi
alabanza en la gran congregación; Mis votos pagaré delante de los que le temen.
(Sal 22:26) Comerán los
humildes, y serán saciados; Alabarán a Jehová los que le buscan; Vivirá su [de ustedes] corazón
para siempre.
(Sal 22:27) Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los
confines de la tierra, Y todas las familias de las naciones adorarán delante de
ti.
(Sal 22:28) Porque de Jehová es el reino, Y él regirá las
naciones.
(Sal 22:29) Comerán y adorarán todos los poderosos de la
tierra; Se postrarán delante de él todos los que
descienden al polvo, Aun el que no puede conservar la vida a su propia alma.
(Sal 22:30) La posteridad le servirá;
Esto será contado de Jehová hasta la postrera generación.
(Sal 22:31) Vendrán, y anunciarán
su justicia; A pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto.
Jehová es mi pastor
(Sal 23:1) «Salmo de David.»* Jehová es mi pastor; nada me faltará.
(Sal 23:2) En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.
(Sal 23:3) Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su
nombre.
(Sal 23:4) Aunque ande en valle
de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y
tu cayado me infundirán aliento.
(Sal 23:5) Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis
angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi
copa está rebosando.
(Sal 23:6) Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días
de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
El rey de gloria
(Sal 24:1) «Salmo de David.»* De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.
(Sal 24:2) Porque él la fundó
sobre los mares, Y la afirmó sobre los ríos.
(Sal 24:3) ¿Quién subirá al
monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?
(Sal 24:4) El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a
cosas vanas, Ni jurado con engaño.
(Sal 24:5) El recibirá
bendición de Jehová, Y justicia del Dios de salvación.
(Sal 24:6) Tal es la generación
de los que le buscan, De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob.
(Sal 24:7) Alcen, oh puertas,
sus [de ustedes] cabezas, Y
alcense ustedes, puertas eternas, Y entrará el
Rey de gloria.
(Sal 24:8) ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y
valiente, Jehová el poderoso en batalla.
(Sal 24:9) Alcen, oh puertas,
sus [de ustedes] cabezas, Y
alcense ustedes, puertas eternas, Y entrará el
Rey de gloria.
(Sal 24:10) ¿Quién es este Rey
de gloria? Jehová de los ejércitos, El es el Rey de la gloria.
David implora dirección, perdón y
protección
(Sal 25:1) «Salmo de David.»* A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.
(Sal 25:2) Dios mío, en ti confío;
No sea yo avergonzado, No se alegren de mí mis enemigos.
(Sal 25:3) Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será
confundido; Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
(Sal 25:4) Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas.
(Sal 25:5) Encamíname en tu verdad, y enséñame,
Porque tú eres el Dios de mi salvación;
En ti he esperado todo el día.
(Sal 25:6) Acuérdate, oh
Jehová, de tus piedades y de tus misericordias, Que son perpetuas.
(Sal 25:7) De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones,
no te acuerdes; Conforme a tu misericordia
acuérdate de mí, Por tu bondad, oh Jehová.
(Sal 25:8) Bueno y recto es Jehová; Por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.
(Sal 25:9) Encaminará a los
humildes por el juicio, Y enseñará a los mansos su carrera.
(Sal 25:10) Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, Para los que guardan su pacto [alianza, convenio, acuerdo] y sus
testimonios.
(Sal 25:11) Por amor de tu nombre, oh Jehová, Perdonarás también mi pecado, que es grande.
(Sal 25:12) ¿Quién es el hombre que teme a Jehová? El le
enseñará el camino que ha de escoger.
(Sal 25:13) Gozará él de bienestar, Y su descendencia heredará la tierra.
(Sal 25:14) La comunión íntima de Jehová es con los que le
temen, Y a ellos hará conocer su pacto [alianza,
convenio, acuerdo].
(Sal 25:15) Mis ojos están siempre hacia Jehová, Porque él sacará mis pies de la red.
(Sal 25:16) Mírame, y ten
misericordia de mí, Porque estoy solo y afligido.
(Sal 25:17) Las angustias de mi corazón
se han aumentado; Sácame de mis congojas.
(Sal 25:18) Mira mi aflicción y
mi trabajo, Y perdona todos mis pecados.
(Sal 25:19) Mira mis enemigos,
cómo se han multiplicado, Y con odio violento me aborrecen.
(Sal 25:20) Guarda mi alma,
y líbrame; No sea yo avergonzado, porque en ti
confié.
(Sal 25:21) Integridad y rectitud me
guarden, Porque en ti he esperado.
(Sal 25:22) Redime, oh Dios, a
Israel De todas sus angustias.
Declaración de integridad
(Sal 26:1) «Salmo de David.»* Júzgame, oh
Jehová, porque yo en mi integridad he
andado; He confiado asimismo en Jehová sin titubear.
(Sal 26:2) Escudríñame, oh
Jehová, y pruébame; Examina mis íntimos
pensamientos y mi corazón.
(Sal 26:3) Porque tu misericordia está delante de mis ojos, Y
ando en tu verdad.
(Sal 26:4) No me he sentado con
hombres hipócritas, Ni entré con los que andan simuladamente.
(Sal 26:5) Aborrecí la reunión
de los malignos, Y con los impíos [irreverentes
y sin ley] nunca me senté.
(Sal 26:6) Lavaré en inocencia
mis manos, Y así andaré alrededor de tu altar, oh Jehová,
(Sal 26:7) Para exclamar con voz de acción de gracias, Y para
contar todas tus maravillas.
(Sal 26:8) Jehová, la habitación de tu casa he amado, Y el lugar de la morada de tu gloria.
(Sal 26:9) No arrebates con los
pecadores mi alma, Ni mi vida con
hombres sanguinarios,
(Sal 26:10) En cuyas manos está el mal, Y su diestra está
llena de sobornos.
(Sal 26:11) Mas yo andaré en mi integridad; Redímeme, y ten misericordia de
mí.
(Sal 26:12) Mi pie ha estado en
rectitud; En las congregaciones bendeciré a Jehová.
Jehová es mi luz y mi salvación
(Sal 27:1) «Salmo de David.»* Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová
es la fortaleza de mi vida; ¿de quién
he de atemorizarme?
(Sal 27:2) Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis
angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
(Sal 27:3) Aunque un ejército acampe
contra mí, No temerá mi corazón; Aunque
contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado.
(Sal 27:4) Una cosa he demandado
a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura
de Jehová, y para inquirir [averiguar]
en su templo.
(Sal 27:5) Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día
del mal; Me ocultará en lo reservado de su
morada; Sobre una roca me pondrá en alto.
(Sal 27:6) Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me
rodean, Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo; Cantaré y
entonaré alabanzas a Jehová.
(Sal 27:7) Oye, oh Jehová, mi
voz con que a ti clamo; Ten misericordia de mí, y respóndeme.
(Sal 27:8) Mi corazón
ha dicho de ti: Busquen mi rostro. Tu rostro
buscaré, oh Jehová;
(Sal 27:9) No escondas tu rostro de mí. No apartes con ira a tu esclavo [siervo, sirviente]; Mi ayuda has sido. No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación.
(Sal 27:10) Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá.
(Sal 27:11) Enséñame, oh Jehová,
tu camino, Y guíame por senda de rectitud A causa de mis enemigos.
(Sal 27:12) No me entregues a la
voluntad de mis enemigos; Porque se han
levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad [vergüenza, afrenta, deshonor].
(Sal 27:13) Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová En la tierra de los vivientes.
(Sal 27:14) Aguarda a Jehová;
Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí,
espera a Jehová.
Plegaria pidiendo ayuda, y alabanza
por la repuesta
(Sal 28:1) «Salmo de David.»* A ti clamaré, oh
Jehová. Roca mía, no te desentiendas de mí, Para que no sea yo, dejándome tú,
Semejante a los que descienden al sepulcro.
(Sal 28:2) Oye la voz de mis
ruegos cuando clamo a ti, Cuando alzo mis manos hacia tu santo templo.
(Sal 28:3) No me arrebates
juntamente con los malos, Y con los que hacen iniquidad [gran maldad e
injusticia], Los cuales hablan paz con sus prójimos, Pero la maldad
está en su corazón.
(Sal 28:4) Dales conforme a su
obra, y conforme a la perversidad de sus hechos; Dales su merecido conforme a
la obra de sus manos.
(Sal 28:5) Por cuanto no atendieron a los hechos de Jehová, Ni
a la obra de sus manos, El los derribará, y no
los edificará.
(Sal 28:6) Bendito sea Jehová, Que oyó
la voz de mis ruegos.
(Sal 28:7) Jehová es mi fortaleza
y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi
corazón, Y con mi cántico le alabaré.
(Sal 28:8) Jehová es la fortaleza
de su pueblo, Y el refugio salvador de su ungido.
(Sal 28:9) Salva a tu pueblo, y
bendice a tu heredad [posesión];
Y pastoréales y susténtales para siempre.
Poder y gloria de Jehová
(Sal 29:1) «Salmo de David.»* Tributen a Jehová, oh hijos de los poderosos,
Den a Jehová la gloria y el poder.
(Sal 29:2) Den a Jehová la gloria debida a su nombre; Adoren a
Jehová en la hermosura de la santidad.
(Sal 29:3) Voz de Jehová sobre las aguas; Truena el Dios de gloria, Jehová sobre las muchas aguas.
(Sal 29:4) Voz de Jehová con potencia; Voz de Jehová con
gloria.
(Sal 29:5) Voz de Jehová que quebranta los cedros; Quebrantó Jehová los cedros del Líbano.
(Sal 29:6) Los hizo saltar como becerros; Al Líbano y al
Sirión como hijos de búfalos.
(Sal 29:7) Voz de Jehová que derrama llamas de fuego;
(Sal 29:8) Voz de Jehová que hace temblar el desierto; Hace
temblar Jehová el desierto de Cades.
(Sal 29:9) Voz de Jehová que desgaja las encinas, Y desnuda los bosques; En su templo todo proclama su gloria.
(Sal 29:10) Jehová preside en el
diluvio, Y se sienta Jehová como rey para siempre.
(Sal 29:11) Jehová dará poder a
su pueblo; Jehová bendecirá a su pueblo con paz.
Acción de gracias por haber sido
librado de la muerte
(Sal 30:1) «Salmo cantado en la
dedicación de la Casa. Salmo de David.»* Te
glorificaré, oh Jehová, porque me has exaltado, Y
no permitiste que mis enemigos se alegraran de mí.
(Sal 30:2) Jehová Dios mío, A ti clamé, y me sanaste.
(Sal 30:3) Oh Jehová, hiciste subir
mi alma del Seol; Me diste vida, para que no descendiese a la sepultura.
(Sal 30:4) Canten a Jehová,
ustedes sus santos, Y celebren la memoria de su santidad.
(Sal 30:5) Porque un momento será su ira, Pero su favor dura
toda la vida. Por la noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá la alegría.
(Sal 30:6) En mi prosperidad
dije yo: No seré jamás conmovido,
(Sal 30:7) Porque tú, Jehová, con tu favor me afirmaste como
monte fuerte. Escondiste tu rostro, fui turbado [atormentado,
agobiado, alterado].
(Sal 30:8) A ti, oh Jehová, clamaré,
Y al Señor suplicaré.
(Sal 30:9) ¿Qué provecho hay en mi muerte cuando descienda a la sepultura? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?
(Sal 30:10) Oye, oh Jehová, y
ten misericordia de mí; Jehová, sé tú mi ayudador.
(Sal 30:11) Has cambiado mi
lamento en baile; Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.
(Sal 30:12) Por tanto, a ti cantaré,
gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.
Declaración de confianza
(Sal 31:1) «Al músico
principal. Salmo de David.»* En ti, oh
Jehová, he confiado; no sea yo confundido jamás;
Líbrame en tu justicia.
(Sal 31:2) Inclina a mí tu
oído, líbrame pronto; Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza
para salvarme.
(Sal 31:3) Porque tú eres mi roca y mi castillo; Por tu nombre me
guiarás y me encaminarás.
(Sal 31:4) Sácame de la red que
han escondido para mí, Pues tú eres mi refugio.
(Sal 31:5) En tu mano encomiendo
mi espíritu; Tú me has redimido, oh
Jehová, Dios de verdad.
(Sal 31:6) Aborrezco a los que esperan en vanidades ilusorias;
Mas yo en Jehová he esperado.
(Sal 31:7) Me gozaré y alegraré
en tu misericordia, Porque has visto mi aflicción; Has conocido mi alma en las angustias.
(Sal 31:8) No me entregaste en
mano del enemigo; Pusiste mis pies en lugar espacioso.
(Sal 31:9) Ten misericordia de
mí, oh Jehová, porque estoy en angustia; Se han consumido de tristeza mis ojos,
mi alma también y mi cuerpo.
(Sal 31:10) Porque mi vida se va gastando de dolor, y mis años de
suspirar; Se agotan mis fuerzas a causa de mi iniquidad [gran maldad e
injusticia], y mis huesos se
han consumido.
(Sal 31:11) De todos mis enemigos soy
objeto de oprobio, Y de mis vecinos mucho más, y el horror de mis conocidos;
Los que me ven fuera huyen de mí.
(Sal 31:12) He sido olvidado de su corazón como un muerto; He venido a ser
como un vaso quebrado.
(Sal 31:13) Porque oigo la
calumnia de muchos; El miedo me asalta por todas partes, Mientras consultan
juntos contra mí E idean quitarme la vida.
(Sal 31:14) Mas yo en ti confío,
oh Jehová; Digo: Tú eres mi Dios.
(Sal 31:15) En tu mano están mis tiempos;
Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis
perseguidores.
(Sal 31:16) Haz resplandecer tu rostro sobre tu esclavo [siervo, sirviente]; Sálvame por tu misericordia.
(Sal 31:17) No sea yo avergonzado, oh Jehová, ya que te he invocado;
Sean avergonzados los impíos [irreverentes y sin
ley], estén mudos en el Seol.
(Sal 31:18) Enmudezcan los
labios mentirosos, Que hablan contra el justo cosas duras Con soberbia y
menosprecio.
(Sal 31:19) ¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, Que has mostrado a los que
esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!
(Sal 31:20) En lo secreto de tu presencia los esconderás de la conspiración del hombre; Los
pondrás en un tabernáculo a cubierto de
contención de lenguas.
(Sal 31:21) Bendito sea Jehová, Porque ha hecho maravillosa su misericordia para conmigo en ciudad fortificada.
(Sal 31:22) Decía yo en mi
premura: Cortado soy de la presencia [de
delante] de tus ojos; Pero tú oíste la
voz de mis ruegos cuando a ti clamaba.
(Sal 31:23) Amen a Jehová, todos
ustedes sus santos; A los fieles guarda Jehová, Y paga abundantemente al que
procede con soberbia.
(Sal 31:24) Esfuércense todos
ustedes los que esperan en Jehová, Y tome aliento
su [de ustedes] corazón.
La dicha del perdón
(Sal 32:1) «Salmo de David.
Masquil.»* Dichoso [afortunado, bienaventurado] aquel cuya
transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.
(Sal 32:2) Dichoso [afortunado,
bienaventurado] el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad [gran maldad e injusticia], Y en cuyo espíritu
no hay engaño.
(Sal 32:3) Mientras callé, se
envejecieron mis huesos En mi gemir
todo el día.
(Sal 32:4) Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades
de verano.
(Sal 32:5) Mi pecado te
declaré, y no encubrí mi iniquidad [gran maldad e injusticia]. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú
perdonaste la maldad de mi pecado.
(Sal 32:6) Por esto orará a ti
todo santo en el tiempo en que puedas
ser hallado; Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a
él.
(Sal 32:7) Tú eres mi refugio;
me guardarás de la angustia; Con cánticos de liberación me rodearás.
(Sal 32:8) Te haré entender, y
te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.
(Sal 32:9) No sean como el
caballo, o como el mulo, sin entendimiento,
Que han de ser sujetados con cabestro y con freno, Porque si no, no se acercan
a ti.
(Sal 32:10) Muchos dolores habrá para el impío [irreverente y sin ley]; Mas al que espera en
Jehová, le rodea la misericordia.
(Sal 32:11) Alégrense en Jehová
y gócense, justos; Y canten con júbilo todos ustedes los rectos de corazón.
Alabanzas al Creador y Preservador
(Sal 33:1) Alégrense, oh
justos, en Jehová; En los íntegros es hermosa la alabanza.
(Sal 33:2) Aclamen a Jehová con
arpa; Cantenle con salterio y decacordio.
(Sal 33:3) Cantenle cántico nuevo; Háganlo bien, tañendo con júbilo.
(Sal 33:4) Porque recta es la palabra de Jehová, Y toda su
obra es hecha con fidelidad.
(Sal 33:5) El ama justicia y juicio; De la misericordia de
Jehová está llena la tierra.
(Sal 33:6) Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.
(Sal 33:7) El junta como montón las aguas del mar; El pone en
depósitos los abismos [profundidades].
(Sal 33:8) Tema a Jehová toda
la tierra; Teman delante de él todos los habitantes del mundo.
(Sal 33:9) Porque él dijo, y
fue hecho; El mandó, y existió.
(Sal 33:10) Jehová hace nulo el
consejo de las naciones, Y frustra las maquinaciones
de los pueblos.
(Sal 33:11) El consejo de Jehová permanecerá para siempre; Los pensamientos de
su corazón por todas las generaciones.
(Sal 33:12) Dichosa [bienaventurada, afortunada] la nación cuyo
Dios es Jehová, El pueblo que él escogió como
heredad [posesión] para sí.
(Sal 33:13) Desde los cielos miró
Jehová; Vio a todos los hijos de los hombres;
(Sal 33:14) Desde el lugar de su morada miró Sobre todos los habitantes [moradores, residentes] de la tierra.
(Sal 33:15) El formó el corazón
de todos ellos; Atento está a todas sus obras.
(Sal 33:16) El rey no se salva por la multitud del ejército, Ni
escapa el valiente por la mucha fuerza.
(Sal 33:17) Vano para salvarse es el caballo; La grandeza de su
fuerza a nadie podrá librar.
(Sal 33:18) He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen,
Sobre los que esperan en su misericordia,
(Sal 33:19) Para librar sus almas
de la muerte, Y para darles vida en tiempo de hambre.
(Sal 33:20) Nuestra alma espera a Jehová; Nuestra ayuda y nuestro
escudo es él.
(Sal 33:21) Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón, Porque en
su santo nombre hemos confiado.
(Sal 33:22) Sea tu misericordia,
oh Jehová, sobre nosotros, Según esperamos en ti.
La protección divina
(Sal 34:1) «Salmo de David,
cuando mudó»*
«su semblante delante de Abimelec, y»* « él lo echó, y
se fue.»* Bendeciré a Jehová en todo tiempo;
Su alabanza estará de continuo en mi boca.
(Sal 34:2) En Jehová se gloriará
mi alma; Lo oirán los mansos, y se
alegrarán.
(Sal 34:3) Engrandezcan a
Jehová conmigo, Y exaltemos a una su nombre.
(Sal 34:4) Busqué a Jehová, y
él me oyó, Y me libró de todos mis temores.
(Sal 34:5) Los que miraron a él
fueron alumbrados, Y sus rostros no fueron avergonzados.
(Sal 34:6) Este pobre clamó, y
le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias.
(Sal 34:7) El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le
temen, Y los defiende.
(Sal 34:8) Gusten, y observen
que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él.
(Sal 34:9) Teman a Jehová,
ustedes sus santos, Pues nada falta a los que le temen.
(Sal 34:10) Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de
ningún bien.
(Sal 34:11) Vengan, hijos,
óiganme; El temor de Jehová les enseñaré.
(Sal 34:12) ¿Quién es el hombre que desea vida, Que desea
muchos días para ver el bien?
(Sal 34:13) Guarda tu lengua del
mal, Y tus labios de hablar engaño.
(Sal 34:14) Apártate del mal, y
haz el bien; Busca la paz, y síguela.
(Sal 34:15) Los ojos de Jehová están sobre los justos, Y
atentos sus oídos al clamor de ellos.
(Sal 34:16) La ira de Jehová contra los que hacen mal, Para
cortar de la tierra la memoria de ellos.
(Sal 34:17) Claman los justos, y
Jehová oye, Y los libra de todas sus angustias.
(Sal 34:18) Cercano está Jehová a los quebrantados [despedazados] de corazón; Y salva a los contritos
de espíritu.
(Sal 34:19) Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas
ellas le librará Jehová.
(Sal 34:20) El guarda todos sus huesos;
Ni uno de ellos será quebrantado [despedazado].
(Sal 34:21) Matará al malo la
maldad, Y los que aborrecen al justo serán condenados.
(Sal 34:22) Jehová redime el alma
de sus esclavos
[siervos, sirvientes], Y no
serán condenados cuantos en él confían.
Plegaria pidiendo ser librado de los
enemigos
(Sal 35:1) «Salmo de David.»* Disputa, oh Jehová, con los que contra mí
contienden; Pelea contra los que me combaten.
(Sal 35:2) Echa mano al escudo
y al pavés, Y levántate en mi ayuda.
(Sal 35:3) Saca la lanza, cierra contra mis perseguidores; Di a mi alma:
Yo soy tu salvación.
(Sal 35:4) Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida; Sean vueltos atrás y
avergonzados los que mi mal intentan.
(Sal 35:5) Sean como el tamo
delante del viento, Y el ángel de Jehová los acose.
(Sal 35:6) Sea su camino
tenebroso y resbaladizo, Y el ángel de Jehová los persiga.
(Sal 35:7) Porque sin causa escondieron para mí su red en un hoyo; Sin causa cavaron hoyo para mi alma.
(Sal 35:8) Véngale el quebrantamiento sin que lo sepa, Y la red que él escondió lo prenda; Con
quebrantamiento caiga en ella.
(Sal 35:9) Entonces mi alma
se alegrará en Jehová; Se regocijará en su salvación.
(Sal 35:10) Todos mis huesos
dirán: Jehová, ¿quién como tú, Que libras al
afligido del más fuerte que él, Y al pobre y menesteroso del que le despoja?
(Sal 35:11) Se levantan testigos malvados; De lo que no sé me preguntan;
(Sal 35:12) Me devuelven mal por
bien, Para afligir a mi alma.
(Sal 35:13) Pero yo, cuando
ellos enfermaron, me vestí de cilicio; Afligí con ayuno mi alma, Y mi oración se volvía a mi seno.
(Sal 35:14) Como por mi compañero, como por mi hermano andaba; Como el que trae luto por madre, enlutado me
humillaba.
(Sal 35:15) Pero ellos se alegraron
en mi adversidad, y se juntaron; Se juntaron contra
mí gentes despreciables, y yo no lo entendía; Me despedazaban sin descanso;
(Sal 35:16) Como lisonjeros, escarnecedores [burladores con agravio y tenacidad] y
truhanes, Crujieron contra mí sus dientes.
(Sal 35:17) Señor, ¿hasta cuándo verás esto? Rescata mi alma de sus destrucciones, mi vida de los
leones.
(Sal 35:18) Te confesaré en
grande congregación; Te alabaré entre numeroso pueblo.
(Sal 35:19) No se alegren de mí
los que sin causa son mis enemigos, Ni los que me aborrecen sin causa guiñen el
ojo.
(Sal 35:20) Porque no hablan
paz; Y contra los mansos de la tierra piensan palabras engañosas.
(Sal 35:21) Ensancharon contra
mí su boca; Dijeron: ¡Ea, ea, nuestros ojos lo han visto!
(Sal 35:22) Tú lo has visto, oh
Jehová; no calles; Señor, no te alejes de mí.
(Sal 35:23) Muévete y despierta para hacerme justicia, Dios mío
y Señor mío, para defender mi causa.
(Sal 35:24) Júzgame conforme a
tu justicia, Jehová Dios mío, Y no se alegren de mí.
(Sal 35:25) No digan en su corazón: ¡Ea, alma
nuestra! No digan: ¡Le hemos devorado!
(Sal 35:26) Sean avergonzados y confundidos a una los que de mi mal se alegran; Vístanse de
vergüenza y de confusión los que se engrandecen contra mí.
(Sal 35:27) Canten y alégrense
los que están a favor de mi justa causa, Y digan siempre: Sea exaltado Jehová,
Que ama la paz de su siervo.
(Sal 35:28) Y mi lengua hablará
de tu justicia Y de tu alabanza todo el día.
La misericordia de Dios
(Sal 36:1) «Al músico
principal. Salmo de David,»* «esclavo [siervo,
sirviente] de Jehová.»* La
iniquidad [gran
maldad e injusticia] del impío [irreverente
y sin ley] me dice al corazón:
No hay temor de Dios delante de sus ojos.
(Sal 36:2) Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos, De que
su iniquidad [gran
maldad e injusticia] no será hallada y aborrecida.
(Sal 36:3) Las palabras de su boca son iniquidad [gran maldad e
injusticia] y fraude; Ha dejado de
ser cuerdo y de hacer el bien.
(Sal 36:4) Medita maldad sobre
su cama; Está en camino no bueno, El mal no aborrece.
(Sal 36:5) Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia, Y
tu fidelidad alcanza hasta las nubes.
(Sal 36:6) Tu justicia es como los montes de Dios, Tus
juicios, abismo [profundidad]
grande. Oh Jehová, al hombre y al animal conservas.
(Sal 36:7) ¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por
eso los hijos de los hombres se amparan bajo la
sombra de tus alas.
(Sal 36:8) Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, Y tú los abrevarás del torrente de tus
delicias.
(Sal 36:9) Porque contigo está
el manantial de la vida; En tu luz veremos la luz.
(Sal 36:10) Extiende tu
misericordia a los que te conocen, Y tu justicia a los rectos de corazón.
(Sal 36:11) No venga pie de soberbia contra mí, Y mano de
impíos [irreverentes y sin ley] no me
mueva.
(Sal 36:12) Allí cayeron los
hacedores de iniquidad [gran maldad e injusticia]; Fueron derribados, y no podrán levantarse.