Referencias para la lectura:
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actualizado al español latino.
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visual de vocablos claves resaltados en colores.
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de palabras claves entre corchetes [color
bordó]
- Texto
entre comillas y asterisco «expresión»*
refiere a una frase en español equivalente a la frase hebrea de dicho texto.
- Subtitulado tradicional actualizado
Algunos vocablos han retenido su valor de traducción original
del hebreo.
Para complementar su lectura considere el uso de un
diccionario Hebreo – Español para el AT, y un diccionario Griego – Español para
el NT.
Para un estudio exhaustivo, recomendamos utilizar RVIC Reina Valera
Independiente Codificada con diccionarios léxicos para una ampliación de
significados y conceptos.
HAGEO
Exhortación a edificar el templo
(Hag 1:1) En el año segundo del rey Darío, en el mes sexto,
en el primer día del mes, vino
palabra de Jehová por medio del profeta
Hageo a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de
Josadac, sumo sacerdote, diciendo:
(Hag 1:2) Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo:
Este pueblo dice: No ha llegado aún el tiempo, el tiempo
de que la casa de Jehová sea reedificada.
(Hag 1:3) Entonces vino
palabra de Jehová por medio del profeta
Hageo, diciendo:
(Hag 1:4) ¿Es para ustedes tiempo, para ustedes, de habitar en sus [de ustedes]
casas artesonadas, y esta casa está desierta?
(Hag 1:5) Pues así ha dicho
Jehová de los ejércitos: Mediten bien sobre sus [de ustedes] caminos.
(Hag 1:6) Siembran mucho, y
recogen poco; comen, y no se sacian; beben, y no quedan satisfechos; se visten,
y no se calientan; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto.
(Hag 1:7) Así ha dicho Jehová
de los ejércitos: Mediten sobre sus [de
ustedes] caminos.
(Hag 1:8) Suban al monte, y
traigan madera, y reedifiquen la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho
Jehová.
(Hag 1:9) Buscan mucho, y hallan poco; y encierran en casa, y
yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice
Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y «cada uno»* de
ustedes corre a su propia casa.
(Hag 1:10) Por eso se detuvo de
los cielos sobre ustedes la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos.
(Hag 1:11) Y llamé la sequía
sobre esta tierra, y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el
aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las
bestias, y sobre todo trabajo de manos.
(Hag 1:12) Y oyó Zorobabel hijo
de Salatiel, y Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y todo el resto del
pueblo, la voz de Jehová su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como le había enviado Jehová su Dios; y temió el
pueblo delante de Jehová.
(Hag 1:13) Entonces Hageo, enviado de Jehová, habló por mandato de Jehová al pueblo, diciendo: Yo estoy
con ustedes, dice Jehová.
(Hag 1:14) Y despertó Jehová el espíritu
de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; y
vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios,
(Hag 1:15) en el día veinticuatro
del mes sexto,
en el segundo año del rey Darío.
La gloria del nuevo templo
(Hag 2:1) En el mes séptimo,
a los veintiún días del mes, vino
palabra de Jehová por medio del profeta
Hageo, diciendo:
(Hag 2:2) Habla ahora a
Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo
sacerdote, y al resto del pueblo, diciendo:
(Hag 2:3) ¿Quién ha quedado entre ustedes que haya visto esta casa en su gloria primera, y cómo
la veis ahora? ¿No es ella como nada delante de sus [de ustedes]
ojos?
(Hag 2:4) Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también, Josué hijo de
Josadac, sumo sacerdote; y cobren ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová,
y trabajen; porque yo estoy con ustedes, dice Jehová de los ejércitos.
(Hag 2:5) Según el pacto [alianza,
convenio, acuerdo] que hice
con ustedes cuando salieron de Egipto, así mi Espíritu
estará en medio de ustedes, no teman.
(Hag 2:6) Porque así dice
Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra,
el mar y la tierra seca;
(Hag 2:7) y haré temblar a
todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de
gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos.
(Hag 2:8) Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de
los ejércitos.
(Hag 2:9) La gloria postrera de esta casa será mayor que la
primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice
Jehová de los ejércitos.
La infidelidad del pueblo es
reprendida
(Hag 2:10) A los veinticuatro
días del noveno mes, en el
segundo año de Darío, vino palabra de Jehová por
medio del profeta Hageo, diciendo:
(Hag 2:11) Así ha dicho Jehová
de los ejércitos: Pregunta ahora a los sacerdotes acerca de la ley, diciendo:
(Hag 2:12) Si «alguno»* llevare carne
santificada en la falda de su ropa, y con el vuelo de ella tocare pan, o
vianda, o vino, o aceite, o cualquier otra comida, ¿será santificada? Y
respondieron los sacerdotes y dijeron: No.
(Hag 2:13) Y dijo Hageo: Si un
inmundo a causa de cuerpo muerto tocare alguna cosa de estas, ¿ será inmunda? Y
respondieron los sacerdotes, y dijeron: Inmunda será.
(Hag 2:14) Y respondió Hageo y
dijo: Así es este pueblo y esta gente delante de mí, dice Jehová; y asimismo
toda obra de sus manos; y todo lo que aquí ofrecen es inmundo.
(Hag 2:15) Ahora, pues, mediten en su [de ustedes] corazón
desde este día en adelante, antes que pongan piedra sobre piedra en el templo de Jehová.
(Hag 2:16) Antes que sucediesen estas cosas, venían al montón
de veinte efas, y había diez; venían al lagar para sacar cincuenta cántaros, y
había veinte.
(Hag 2:17) Les herí con viento
solano, con tizoncillo y con granizo en toda obra de sus [de ustedes] manos; mas no se convirtieron a
mí, dice Jehová.
(Hag 2:18) Mediten, pues, en su [de
ustedes] corazón, desde este
día en adelante, desde el día veinticuatro del noveno mes, desde el día que se echó el cimiento del
templo de Jehová; mediten, pues, en su [de
ustedes] corazón.
(Hag 2:19) ¿No está aún la simiente
en el granero? Ni la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el árbol de olivo ha
florecido todavía; mas desde este día los
bendeciré.
Promesa de Jehová a Zorobabel
(Hag 2:20) Vino por segunda vez
palabra de Jehová a Hageo, a los veinticuatro
días del mismo mes, diciendo:
(Hag 2:21) Habla a Zorobabel
gobernador de Judá, diciendo: Yo haré temblar los cielos y la tierra;
(Hag 2:22) y trastornaré el
trono de los reinos, y destruiré la fuerza de los reinos de las naciones;
trastornaré los carros y los que en ellos suben, y vendrán abajo los caballos y
sus jinetes, «cada cual»* por la espada de su hermano.
(Hag 2:23) En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te
tomaré, oh Zorobabel hijo de Salatiel, esclavo [siervo, sirviente] mío, dice Jehová, y te
pondré como anillo de sellar; porque yo te escogí,
dice Jehová de los ejércitos.