Referencias para la lectura:
- Texto
ajustado al Texto Mayoritario y actualizado al español latino.
- Ubicación
visual de vocablos claves resaltados en colores.
- Sinónimos
de palabras claves entre corchetes [color
bordó]
- Vocablos
del Texto Mayoritario que forman
parte del texto bíblico. Señaladas entre corchetes TM [color azul].
- Variantes
del Textus Receptus que no forman
parte del Texto Mayoritario. Señaladas entre corchetes TR [color rojo]
Algunos vocablos han retenido su valor de traducción original
del griego koiné.
Para complementar su lectura considere el uso de un diccionario
Hebreo – Español para el AT, y un diccionario Griego – Español para el NT.
Para un estudio exhaustivo, recomendamos utilizar RVIC Reina Valera Independiente
Codificada con diccionarios léxicos para una ampliación de
significados y conceptos.
TITO
Saludo
(Tit 1:1) Pablo, esclavo de Dios y
apóstol de Jesús, el Cristo, conforme a la fe de los escogidos de
Dios y el conocimiento de la verdad que es según la piedad [reverencia y respeto],
(Tit 1:2) en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió
desde antes del principio de los siglos,
(Tit 1:3) y a su debido tiempo manifestó
[dio a conocer] su palabra por medio de la predicación que me fue encomendada por
mandato de Dios nuestro Salvador,
(Tit 1:4) a Tito, verdadero hijo en la común fe:
Gracia, misericordia y paz, de Dios
Padre y del Señor Jesús, el Cristo nuestro Salvador.
Requisito
para ser anciano y obispo
(Tit 1:5) Por esta causa te dejé en
Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada
ciudad, así como yo te mandé;
(Tit 1:6) el que fuere
irreprensible, esposo de una sola esposa, y tenga hijos creyentes que no estén
acusados de disolución ni de rebeldía.
(Tit 1:7) Porque es necesario que el
obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo,
no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas,
(Tit 1:8) sino hospedador, amante de
lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo,
(Tit 1:9) retenedor de la palabra
fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana
enseñanza y convencer a los que contradicen.
(Tit 1:10) Porque hay aún muchos
contumaces, habladores de vanidades y engañadores,
mayormente los de la circuncisión,
(Tit 1:11) a los cuales es preciso
tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta
lo que no conviene.
(Tit 1:12) Uno de ellos, su propio profeta, dijo: Los cretenses, siempre
mentirosos, malas bestias, glotones ociosos.
(Tit 1:13) Este testimonio es verdadero;
por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe,
(Tit 1:14) no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.
(Tit 1:15) Todas las cosas son puras
para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; puesto
que hasta su mente y su conciencia están corrompidas.
(Tit 1:16) Profesan conocer a Dios,
pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra.
Enseña la
sana doctrina
(Tit 2:1) Pero tú habla lo que está
de acuerdo con la sana doctrina.
Postura de
los ancianos y las ancianas
(Tit 2:2) Que los ancianos sean
sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe,
en el amor, en la paciencia.
(Tit 2:3) Las ancianas asimismo sean
reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del
bien;
(Tit 2:4) que enseñen a las mujeres
jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos,
(Tit 2:5) a ser prudentes, castas,
cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus esposos, para que la palabra de
Dios no sea injuriada [calumniada,
blasfemada].
(Tit 2:6) Exhorta asimismo a los
jóvenes a que sean prudentes;
(Tit 2:7) presentándote tú en todo
como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza
mostrando TM [pureza/incorrupción], integridad, seriedad,
(Tit 2:8) palabra sana e
irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo
que decir de ustedes.
(Tit 2:9) Exhorta a los esclavos a
que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones;
(Tit 2:10) no defraudando, sino
mostrándose fieles en todo, para que en
todo adornen la doctrina de Dios nuestro
Salvador.
(Tit 2:11) Porque la gracia de Dios
se ha manifestado para salvación a todos los hombres,
(Tit 2:12) enseñándonos que,
renunciando a la impiedad [falta de
reverencia y respeto] y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo
sobria, justa y piadosamente [reverentemente],
(Tit 2:13) aguardando la esperanza dichosa [afortunada, bienaventurada] y la manifestación gloriosa de
nuestro gran Dios y Salvador Jesús, el
Cristo,
(Tit 2:14) quien se dio a sí mismo
por nosotros para redimirnos de toda iniquidad [maldad grande, gran injusticia, perversidad
extrema] y purificar para sí un
pueblo propio, celoso de buenas obras.
(Tit 2:15) Esto habla, y exhorta y
reprende con toda autoridad. Nadie te
menosprecie.
(Tit 3:1) Recuérdales que se sujeten
a los gobernantes y autoridades, que
obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra.
(Tit 3:2) Que a nadie injurien [calumnien, blasfemen], que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre
para con todos los hombres.
Justificados
por gracia
(Tit 3:3) Porque nosotros también
éramos en otro tiempo insensatos,
rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias
[deseos pasionales desordenados] y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y
aborreciéndonos unos a otros.
(Tit 3:4) Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres,
(Tit 3:5) nos salvó, no por obras de
justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el
lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
(Tit 3:6) el cual derramó en
nosotros abundantemente por Jesús, el Cristo nuestro Salvador,
(Tit 3:7) para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
(Tit 3:8) Palabra fiel es esta, y en
estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios
procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los
hombres.
(Tit 3:9) Pero evita las cuestiones necias,
y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas
y sin provecho.
(Tit 3:10) Al hombre que cause
divisiones, después de una y otra amonestación [llamado de atención] deséchalo,
(Tit 3:11) sabiendo que el tal se ha
pervertido, y peca y está condenado por
su propio juicio.
Instrucciones
particulares
(Tit 3:12) Cuando envíe a ti a
Artemas o a Tíquico, apresúrate a venir a mí en Nicópolis, porque allí he
determinado pasar el invierno.
(Tit 3:13) A Zenas intérprete de la ley, y a Apolos, encamínales con solicitud,
de modo que nada les falte.
(Tit 3:14) Y aprendan también los
nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no
sean sin fruto.
Saludos y
bendición final
(Tit 3:15) Todos los que están
conmigo te saludan. Saluda a los que nos aprecian [quieren] en la fe. La gracia sea con todos ustedes. Amén. TR [A Tito, el cual
fue el primer obispo ordenado a la iglesia de los Cretenses, escrita de
Nicópolis de Macedonia.]